Blackway. Te pones el disfraz para una fiesta que termina antes de que llegues.



Una mujer que vive en un pueblo es violentada en diferentes maneras por un hombre llamado Blackway. Resuelta a no quedarse de brazos cruzados ante la agresión que le perpetra el desconocido, pide ayuda a la autoridad de la zona, afirmando que este sujeto violó su intimidad y seguridad, pero cuando menciona su nombre, ningún comisario quiere ayudarla. Ella queda indignada y nosotros confundidos ante la interrogante: ¿quién es este sujeto y por qué todos le temen?

Blackway fue anunciada en cines hace menos de 8 meses, y ahora la encuentras fácilmente en Netflix. Una vez que terminas de ver la cinta, entiendes por qué. Se trata de un proyecto bastante mediocre que involucra a actores de renombre como Anthony Hopkins, Julie Stiles (de la saga Bourne), entre otros. Al inicio, la primera suposición formulada es creer que la película construirá una búsqueda interesante, que dé pistas al espectador, elabore enigmas, que haga interesantes a los personajes y más al villano. Éste es presentado por medio de flashbacks que, en lugar de delinearlo, sólo lo llenan de misterio nebuloso. Creemos que el tratamiento incluirá tintes frenéticos, obstáculos difíciles de superar, pero el poco sentido de reflexión aquí es ver cómo el miedo puede frenar nuestro sentido de responsabilidad, tan es así que aunque todos saben que Blackway ha obrado mal, prefieren "ocultarlo" a recibir su venganza; la red de manipulación y corrupción rural que un sujeto puede ejercer sobre los demás hasta en lo más profundo de su psique será el oro de esta cinta banal.

La película se nutre débilmente del trasfondo de los personajes, momentos psicológicos donde observamos y entendemos que cada uno hay lidiado con el villano a su manera, teniendo buenas o malas consecuencias. Así, mayormente en su desarrollo, aquélla se coloca en un terreno donde el misterio sienta sus bases para construir una historia que tiene escasos cinco minutos de acción, si exceptuamos la escena del bar, y el resto pendula entre la búsqueda y la negación, donde se despliegan personajes que únicamente reniegan su contribución a la causa. 


Más allá de la presencia de Hopkins, quien resulta creíble a medias y el instinto perseverante de Stiles, Blackway tiene un escaso misterio que ofrecer. Me inclino a pensar que escogieron el proyecto por la simple paga. 

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