Una visión realista de la guerra.
Cuando empecé a ver esta película, me atrapó el conjunto de peripecias que los marines tenían en plena Guerra de Vietnam, un suceso histórico que, en lo que a mí respecta, no ha sido TAN explotado como la WIIW y que, incluso, es un evento más enriquecedor por misterioso. Y es porque esa primera parte, centrada mucho en lo emocional desde la perspectiva social, fue interesantísima. Podía ver al típico hombretón gordo, inocente e inepto no ser capaz de responder al llamado de su general. En cada una de las actividades que le correspondían. Así, el hombretón termina recibiendo el apoyo de uno de sus compañeros, para posteriormente recibir la venganza de sus compañeros marines por no saber adaptarse al régimen. Hasta que llega el trágico destino que concluye con la primera parte, y con ello Kubrick nos dirige a la segunda, ya centrada completamente en la guerra, espacio en el que -afortunadamente- no escatimó en mostrarnos la crudeza de lo que significa ESTAR EN GUERRA.
Full Metal Jacket ("Cara de Guerra" en español) es, probablemente, la visión más cruda, realista y absorbente que haya contemplado en torno al discurso bélico. Porque aquí, Kubrick no mete comentarios subjetivos como tal, y si viste mi aportación sobre su herencia fílmica, sabrás que las escenas de guerra tomaron un aproximado de casi seis meses para rodarse. Kubrick, en sus propios términos, era un genio director, obcecado completamente en lograr el mejor resultado de sus obras. Las tenemos y las valoramos como oro puro. Un servidor fue testigo de la belleza filosófica de Odisea en el espacio, así como de su adaptación a la obra de King, cuyo probable mejor atributo fue la formidable actuación de jack Nicholson.
Fue un director con una filmografía muy particular. Además, siempre equilibró su pasión con su familia. Y bueno, dejándolo un poco de lado...la película que ahora nos ocupa, Cara de Guerra, es un espectáculo de principio a fin. Literal y a diferencia de muchas películas que se vanaglorian con ello. La pasión que demuestra Kubrick tras las cámaras se percibe en el cuidado al detalle que plasmó en las escenas, el montaje y, más importante aún, la unificada historia de un marín que, con el historia que le conocemos de la primera parte, se convierte ahora, bajo la mirada del espectador, en un personaje tridimensional y creíble con matices morales y humanos. Porque, a pesar de sus errores pasados, sabemos que es humano, que es bueno y que busca hacer el bien, rectificarse. Es cuando el director eleva la adrenalina y lo coloca en una posición en la que se oscurece e ilumina con respecto a sus nuevos compañeros militares, momentos en los que debe decidir qué lo conduce a la salvación y qué a la perdición. Mucha sangre, pero con ayuda de la cámara, se transforma más en un plano lleno de misterio y acción que de otra cosa, y eso es bellísimo.
La recomiendo ampliamente por varios motivos: el detalle en el cuidado de la psicología de los personajes, respeto al concepto de guerra, lo que eso implica y porque al final es una película imperdible. Es Kubrick, ¿pudimos haber pedido algo más?
Fue un director con una filmografía muy particular. Además, siempre equilibró su pasión con su familia. Y bueno, dejándolo un poco de lado...la película que ahora nos ocupa, Cara de Guerra, es un espectáculo de principio a fin. Literal y a diferencia de muchas películas que se vanaglorian con ello. La pasión que demuestra Kubrick tras las cámaras se percibe en el cuidado al detalle que plasmó en las escenas, el montaje y, más importante aún, la unificada historia de un marín que, con el historia que le conocemos de la primera parte, se convierte ahora, bajo la mirada del espectador, en un personaje tridimensional y creíble con matices morales y humanos. Porque, a pesar de sus errores pasados, sabemos que es humano, que es bueno y que busca hacer el bien, rectificarse. Es cuando el director eleva la adrenalina y lo coloca en una posición en la que se oscurece e ilumina con respecto a sus nuevos compañeros militares, momentos en los que debe decidir qué lo conduce a la salvación y qué a la perdición. Mucha sangre, pero con ayuda de la cámara, se transforma más en un plano lleno de misterio y acción que de otra cosa, y eso es bellísimo.
La recomiendo ampliamente por varios motivos: el detalle en el cuidado de la psicología de los personajes, respeto al concepto de guerra, lo que eso implica y porque al final es una película imperdible. Es Kubrick, ¿pudimos haber pedido algo más?
Como se nota que eres un gran fanático de Kubrik, seguro hiciste la critica o mejor dicho un homenaje a Cara de Guerra (Full Metal Jacket) por que este año cumplió 30 años.
ResponderBorrarBueno, he aquí el top 10 de las curiosidades de Cara de Guerra (Full Metal Jacket, 1987):
1. La película está basada en la novela The Short-Timers de Gustav Hasford, publicada en 1979. A Kubrick le interesó porque - en palabras de R. Lee Ermey - "tenía humor, locura y era inusual”.
2. Para el guión, Kubrick contó con la ayuda de Michael Herr, quien fungió como corresponsal en la Guerra de Vietnam para después publicar el libro Dispatches y escribir diálogo para el filme de Francis Ford Coppola, Apocalipsis ahora(Apocalypse Now, 1979).
3. El protagonista Matthew Modine fue elegido por Kubrick en gran parte gracias a su actuación en Birdy (1984) de Alan Parker.
4. Vincent D’Onofrio no tenía experiencia en el cine, pero era amigo de Modine ya que ambos trabajaron en teatro. Fue Modine quien le dijo que había un papel en el filme que estaba realizando con Kubrick. Para obtener el rol, D'Onofrio subió 80 libras (36 kilogramos), pero valió la pena ya que, en sus palabras, “he hecho alrededor de 50 filmes más gracias a que Stanley me dio ese papel”.
5. En pro de la autenticidad, la producción contrató a un ex marine como consultor. Se trataba de R. Lee Ermey, quien primeramente entrenó a los actores para después arrebatarle el papel del sargento Hartman al histrión Tim Colceri. Cabe añadir que muchas de las memorables frases del personaje fueron idea del propio Ermey.
6. A Kubrick no le gustaba viajar así que filmó la parte que se desarrolla en Vietnam en el este de Londres, Inglaterra, por increíble que parezca.
7. Originalmente Kubrick contrató a su equipo para una filmación que duraría 18 semanas, no obstante, el cineasta tardó alrededor de 17 meses en completar la cinta. “Simplemente no eres paciente”, fue lo que le dijo Kubrick a Adam Baldwin, quien ya anticipaba el fin de la filmación. Para algunas escenas Kubrick hizo más de 30 tomas.
8. R. Lee Ermey fue uno de los actores que más tuvo que repetir sus escenas. La secuencia que más tardaron en filmar con él es cuando regaña al personaje de D’Onofrio por no cerrar su candado y descubre que tiene escondida una dona de jalea.
9. Kubrick experimentó bastante en Cara de guerra, a tal grado que se dice que reunió al reparto y les dijo “no sé cómo quiero que termine la película, ¿tienen alguna idea?”. También cortó una escena importante que estaba en el guión, en la que el soldado "Animal Mother" (Baldwin) le cortaba la cabeza a la mujer francotiradora.
10. Kubrick le contó al actor Dorian Harewood que este filme era su respuesta a Rambo (First Blood, 1982), ya que la película con Sylvester Stallone glorificaba la guerra. Muchos marines, por su parte, consideran que Cara de guerra es la película más cercana a su realidad.
-Tacos al Pastor