Día de entrenamiento. Fuck por aquí, fuck por allá...



Con experiencias cercanas -o bastante tardías- que incluyen títulos con participaciones de Soderbergh, o algo más lejano y clásico con Russell Crowe es que entro a esta categoría en "Wey, te tardaste cabrón, esto debió ser hace mucho", la culpa no me impide disfrutar cintas con más de cinco años de antigüedad, y quizá y hasta salgo afortunado por hacerlo ahora: me maravillo por la genialidad con la que la película fue realizada. La presunción y la publicidad escondida alrededor de Día de Entrenamiento (Training Day, Dir. Fuqua 2001) hicieron, como un cuentagotas, que decidiera ver qué había detrás de esta cinta. Y digo, siendo honesto, también la presión fue más sutil e ingeniosa: fue escrita por David Ayer, quien dirigió hace no mucho Corazones de Hierro (Fury, 2014) y que ahora estuvo a cargo del guión y dirección de la versión live-action del segundo proyecto de DC Cómics, del cual te estaré platicando en un par de días. 

Pero bueno, lo más importante aquí: un guión bien construido. Desde el primer momento, nos empapamos del mundo de los protagonistas de esta cinta, y es que es a través de su caracterización que conocemos su psicología, con todo y sus diálogos, su forma de vestir y actuar. Mientras que Denzel Washington interpreta al corrupto policía Alonzo Harris, Ethan Hawke interpreta al novato Jake Hoyt. El primero es badass, imponente, seguro de sí mismo, y quebrador de reglas; ¡es más!, trae puesto en la frente la frase "el fin justifica los medios" y es que no son pocas las ocasiones en que tenemos ganas de controlarlo y pedirle que actúe a la altura, caso contrario sucede con Hoyt, quien, sabemos desde los primeros segundos en que comienza la cinta, quiere ser un "buen samaritano" y se rige por las reglas de una manera purista. No está mal, pero rápidamente contrasta con la filosofía de Harris. 

Día de Entrenamiento es más que nada una cinta donde, aparte de que Fuqua se enfoca en la corrupción del sistema desde la perspectiva de la policía, también hace hincapié en la diferencia de ideales en los individuos. Parece señalar que, para regir, hay que hacerlo desde dentro, para aplicar sanciones, tienes ser que uno dentro del sistema, abrazar la corrupción y combinar lo que aprendes con lo que vives; ser parte de dos mundos. Es así que tenemos dos visiones: podemos pisotear al maleante, al criminal, o simplemente llevarlo tras las rejas y "esperar" que se componga. El discurso ético aparece entre líneas y, por momentos, nos aliamos con Harris, pero nunca descuidamos la empatía que sentimos por Hoyt. De igual manera nos indica que la vida real es más que esposar y arrestar al individuo que ha cometido una falta, pero entonces ¿es necesario llevar la justicia hasta sus últimas consecuencias? ¿O ensuciarse para limpiar el sistema? El cliché surgió aquí, con todas las de ganar. O quizá antes. Pero convencido estoy de que el modelo narrativo partió de este punto; Policía malo vs policía bueno. Clásica dicotomía en un mundo donde el sistema presenta al experimentado y al novato. 

Claro, es muy justo decir que tanto Washington como Hawke entregan actuaciones estupendas, porque tampoco Hoyt es un completo novato, no al menos en lo que a defensa personal se refiere, sabe actuar y tiene principios, muy blancos, pero los tiene. Y de ahí la cinta nos arrastra a apreciar sus diversos matices, que van y vienen pero que, como en un buen platillo a degustar, los disfrutamos por su diferenciada intensidad, escena a escena nos resulta tangible cómo Harris presiona a Hoyt para romper la ley, poner a prueba sus principios y ver si está listo para entrar a las "grandes ligas". 

En el recorrido emocional es un viaje como cualquier otro. Todos lo hemos caminado, es sencillo, crudo, interesante y además comunitario. Es diverso, es del bajo mundo y es corrupto, "pero necesario" como dice Harris. Día de Entrenamiento, ahora tengo la seguridad, es una cinta de acción orientada a la construcción de personalidades, delineación de los individuos, enfocada a enseñarnos las diferencias entre uno y otro, y nos avisa muchas veces la importancia de la lealtad a uno mismo, porque las situaciones críticas las ponen constantemente a prueba, y Hoyt es ejemplo de ello. 

Día de Entrenamiento muestra al experimentado en todo su esplendor, disfrutando ya de las ventajas de conocer el oscuro mundo del crimen -incluso parece gritarnos "Si no puedes con el enemigo, ¡únetele!-, la oscura madurez de los barrios bajos (con todo y su peligroso permiso para rodar) así como las cualidades de la pureza mental, de hacer el bien, aunque implique arriesgar el cuello como lo hizo Hoyt al final. Historia de personajes, trama de motivaciones, aventura con riesgos, pero sobretodo, parabólica. Excelente Washington, aunque personalmente me quedo con su contraparte vista en The Equalizer. 


4 comentarios:

  1. La película es buena, y como bien mencionas, es un caso clásico poli bueno v.s. poli malo. El acierto de Washington en la construcción de su personaje es, tal como declaró en una entrevista "Harris no se ve como alguien malo, más bien él cree que es un tipo genial", aunque se me hace muy exagerado que le hayan conferido el Oscar a Mejor Actor por ese papel, simplemente porque ha entregado otros mucho mejores.

    La parte sosa, y la razón personal por la que no le doy más visitas en el DVD, es que la 'limpieza' de Hoyt es por ratos infantil y hasta contraproducente, como si viviera en una burbuja. Es más fácil entender, más no aceptar, el universo de Alonzo y sus móviles, y la verdad es que la pelea que supone Hoyt para Harris es una mera casualidad, de no ser por su rescate callejero al inicio de la película, Hoyt no hubiera sobrevivido al 'entrenamiento'. Ese es tal vez la parte más débil, una contra parte que renace fortuitamente a pesar de sus méritos.

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    1. Así es. De hecho, todo el eje narrativo está centrado en su "discordia filosófica".
      Pues sí, ángulos, perspectivas. Probablemente lo más atractivo en su psicología resida en cómo se ve él mismo y no cómo lo ve el mundo. Le sigo dando vueltas en la cabeza a eso de "el mejor papel que ha interpretado" y quizá sea como un mecanismo de aceptación social, un proceso para identificarse con ciertos sectores de personas, pero sigo prefiriendo al que encarnó en la otra cinta.

      Sobre Hoyt, pues tenía que ser así, que creciera a raíz de las duras enseñanzas de Harris.

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    2. Estoy de acuerdo, no he visto 'The Equalizer' pero en lo personal prefiero al Denzel de 'Poseídos', 'El Informe Pelícano' o 'Malcolm X'.
      Por su parte, entiendo que Hoyt DEBA ser así, lo que me incomoda es que todas sus acciones son más chiripa que voluntad del individuo.

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  2. Durante la película los personajes hacen que te claves, aunque es muy lineal, sin embargo está bien escrita tiene detalles que sorprenden un ejemplo es el momento en el que van a violar a la estudiante y el protagonista sin saberlo, al salvarla se salva el mismo cuando los pandilleros tratan de asesinarlo (haciendo caso a sus valores rescata a la chica inocente que resulta ser prima de los matones).

    La verdad lo mejor de la película son las actuaciones.

    -Sotosaurio Borgia

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