Ciudadano Kane. Long live for the american way!



Considerada por muchos especialistas como la mejor película de todos los tiempos, Ciudadano Kane se coloca en el lugar de las obras de arte. Acabando de verla, se tiene la seguridad de que todo thriller, al menos en su estricta concepción, tiene origen aquí. Y es que la estructura que maneja: un antes, un presente, y un después, sirve de contexto y guía para que el espectador averigüe la psicología detrás del personaje que terminó siendo tan importante para el mundo: alguien dispuesto a obtenerlo todo; si es una mujer, bien; si son los periódicos del país, ¡bien!; si es influencia, ¿cuál no?

Habrá quien juzgue esta opinión, pero ni yo ni tú demeritaremos el mensaje que se plasma en esta película, un mensaje que engloba moralejas sobre el uso del poder y el efecto que éste puede ejercer en las "altas esferas", la consecuencia del exceso de vanidad ante la psique familiar, o incluso la corrupción interna de un sistema -que aquí es reflejada a partir de la prensa-. En este sentido, la vida de Charlie F. Kane puede verse controversial, como la muerte de cualquier personaje famoso, pero la idea de los medios de comunicación como transgresores de lo moral y el gobierno -que por momento es personificado, a mi gusto, levemente- tiene un propósito en la reconstrucción y mitificación de un personaje enviado lejos de su hogar para cumplir el sueño americano. 

Está bellamente dirigida, además de que para la época que recrea, todo (costumbres, psique del personaje, edición, narrativa, ambientación, diálogos) está absolutamente bien colocado; desde los primeros minutos te puedes sentir dentro de la época, cuyo contexto se antoja alrededor de las guerras mundiales, como algo refrescante debido al tono suspense-drama-comedia que maneja. El misterio alrededor del Rosebud es algo que se responde con elegancia y logra hacer del filme uno que no deje, por donde se le vea, al espectador con la duda sobre las preguntas que se abordan. Personalmente me quedo con la simpatía del personaje, de quien sus matices sociales resultan carismáticos y su desenvolvimiento político es digno de ser observado, aun cuando reluce su lado oscuro ante las mujeres, pero ese afán de control es explicable; hay quien la encuentre rápida, yo la sentí, como toda cinta clásica, de ritmo pausado. ¿Será que las mejores historias llevan forzosamente este sello? Como sea, es prácticamente una obra de arte, y no lo digo yo, sino la infinidad de críticos en el mundo. 

2 comentarios:

  1. Esa 'leve' personaficación que ves, se debe a la censura. La cinta tiene como referencias contemporáneas, al menos dos magnates del periodismo que controlaban la información impresa. La crítica de Wells hacia el imperialismo es desde sus metas, sus medios y sus costos. Orson Wells dirige esta su primera película con un mensaje sonoro y robusto: el sueño americano puede ser una pesadilla.

    La corrupción alcanza rápidamente al protagonista y se mueve alevosamente por encima de sus colaboradores más cercanos sin titubear.

    Irónicamente el mensaje que sirve de excusa para la investigación que estudia al magnate en busca del significado de 'Rosebud'es de lo más esperanzador. Que esa inocencia arrancada de tajo, difunda en los años juveniles se convirtieron en las últimas palabras de un ser corrupto y podrido entre el poder y la ambición.
    Al final es la inocencia la que nos lleva a nuestro destino final.

    Como dato extra, esta película perdió el Oscar a Mejor Película en 1941 frente al drama de una familia de mineros de John Ford 'Que Verde era mi Valle'. Que no es mala, pero claramente palidece ante el titán que gestó el siempre ceñudo Orson Wells.

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    1. El ser humano es corruptible, dicen por ahí.
      Yo creo que ésta es puede ser considerada una conversión ensayista sobre los niveles de corrupción humana dentro de los pilares humanos.
      Como sea, es una gran pieza cinematográfica.

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