Producción mexicana y la bella Ana Claudia Talancón protagonizándola. ¿Qué tal? La que fuera protagonista de la cinta Arráncame la vida vuelve a la pantalla grande. Bueno, mejor dicho, volvió. La oportunidad no tan agradecida de ver la película es gracias al servicio de Cinépolis-Klic. Un riesgo el haber elegido la película, que conduce a una decisión, sea satisfactoria o decepcionante. Va un poco más en la segunda.
Si bien es claro que la cartelera nacional está mostrando síntomas de crecimiento taquillero mas no tanto de calidad, como un pueblo que se identifica con su producto debemos prestar atención a lo que debe enmendarse; si no, por lo menos valorizar para inferir si el producto en cuestión es favorable o si estamos lejos de algo realmente digno. Y es que Paraíso perdido está muy lejos de ser anecdótica, memorable o incluso mínimamente pasable. La historia nos presenta a una pareja y el hermano de la chica, en el mar, cuando llegan a una misteriosa isla "paradisiaca", la cual exploran un rato hasta que el misterioso hallazgo de un botín los hace sospechar de que algo malo puede estar pasando en aquella isla y deciden huir cuanto antes. Es cuando las cosas se salen de control.
Ni siquiera me preocupo por los "spoilers" porque fuera de lo arriba mencionado la cinta no tiene mucha más sustancia. Hay persecuciones banales, disparos, un poquito de sangre en el camino al final, pero la realidad es que sólo el primer acto de la cinta es todo lo que importa en la película. Y no hablemos de las excelentes tomas que le sacan a Talancón, quien luce su bella figura en varios momentos, no, hablemos del suspense, de la música enfocada en crear tensión en el espectador, o en el misterio detrás del aparente asesino villano de la historia. Estos elementos -porque llegar a una isla bonita por fuera y tenebrosa por dentro es tentador, más con una mujer guapa- son tentadores, llamativos e incitan a pensar que la historia será muy entretenida. Mala decisión, mala suerte. Pasada la huida de los personajes la cinta se derrumba estrepitosamente. No hay acción, no hay mucho conflicto, las persecuciones que vemos no tienen mucho fundamento, y el final, aunque lógico, es lento y desesperante. Lástima que Talancón en bikini al inicio sea lo único bueno.
Si bien es claro que la cartelera nacional está mostrando síntomas de crecimiento taquillero mas no tanto de calidad, como un pueblo que se identifica con su producto debemos prestar atención a lo que debe enmendarse; si no, por lo menos valorizar para inferir si el producto en cuestión es favorable o si estamos lejos de algo realmente digno. Y es que Paraíso perdido está muy lejos de ser anecdótica, memorable o incluso mínimamente pasable. La historia nos presenta a una pareja y el hermano de la chica, en el mar, cuando llegan a una misteriosa isla "paradisiaca", la cual exploran un rato hasta que el misterioso hallazgo de un botín los hace sospechar de que algo malo puede estar pasando en aquella isla y deciden huir cuanto antes. Es cuando las cosas se salen de control.
Ni siquiera me preocupo por los "spoilers" porque fuera de lo arriba mencionado la cinta no tiene mucha más sustancia. Hay persecuciones banales, disparos, un poquito de sangre en el camino al final, pero la realidad es que sólo el primer acto de la cinta es todo lo que importa en la película. Y no hablemos de las excelentes tomas que le sacan a Talancón, quien luce su bella figura en varios momentos, no, hablemos del suspense, de la música enfocada en crear tensión en el espectador, o en el misterio detrás del aparente asesino villano de la historia. Estos elementos -porque llegar a una isla bonita por fuera y tenebrosa por dentro es tentador, más con una mujer guapa- son tentadores, llamativos e incitan a pensar que la historia será muy entretenida. Mala decisión, mala suerte. Pasada la huida de los personajes la cinta se derrumba estrepitosamente. No hay acción, no hay mucho conflicto, las persecuciones que vemos no tienen mucho fundamento, y el final, aunque lógico, es lento y desesperante. Lástima que Talancón en bikini al inicio sea lo único bueno.
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