El desconocido es una propuesta española que
empieza bien y termina un poco genérica.
El
Desconocido,
en sus primeros minutos, inicia como típica película de hombre de familia
sutilmente excluido de la vida que concierne a su familia. Lentamente,
movimientos de cámara aquí y allá, diálogos breves me dan la idea sobre el tipo
de vida que el personaje de Carlos (Luis Tosar) tiene: una vida relativamente
exitosamente, pero emocionalmente cerrado, que lo han vuelto ajeno a toda
circunstancia que rodee a su familia.
Y la
situación me llena de tensión, de suspenso y sí, me atrapa. Me atrapa porque yo
busco conectar con el protagonista a raíz de la “desgracia” que le acecha,
aunque ciertamente la empatía que me embarga es más genérica que realmente algo
íntimo; no quiero que le pase lo peor porque no se lo deseo a nadie, pero visto
fríamente, al tipo lo conozco muy poco. No me basta la efímera escena en la
casa para enganchar con él. Es un tipo trabajador, tiene familia que mantener y
“busca” hacer lo correcto. Eso me basta.
Así que cuando la tensión aumenta y veo los primeros dos giros de tuerca, capto que la situación es seria y que el demandante, como era de esperar, conoce a su víctima. ¿Somos tan santos como creemos? ¿Podemos o tenemos derecho a creer que el pasado no nos alcanzará? ¿Que los pecados no serán más que un recuerdo en el tiempo? La película, por supuesto, no aborda directamente estas cuestiones, pero ellas son el margen de la trama. Son el contorno del personaje, y uno bueno además porque Luis Tosar, sin yo conocer su trayectoria actoral, me ha parecido un actor estupendo. Y qué decir de Javier Gutiérrez, excelente actor que últimamente se enrola como el villano y a quien he visto en varios proyectos recientemente. Por mencionar algunos, están Hogar, Truman: una sonrisa a la vida, Assassin´s Creed, Somos campeones, aunque su trayectoria es sin duda más amplia.
Así, ambos actores llenan de matices la película. También ayuda la dirección de Dani de la Torre, con giros quizás no imprevisibles, pero bastante lógicos dentro de la mecánica de la cinta, nunca sobrante y siempre efectiva, no eficiente. Mis quejas estarían de lado de cómo soluciona los problemas el guion, porque a pesar de que hay final feliz, la resolución es abierta, un tanto lacrimógena y, por supuesto, apurada. Hay castigo repartido por igual, pero algunas subtramas están reservadas para mi imaginación. Francamente me habría gustado alguna señal de ellas en pantalla rumbo a su epílogo, pero no. La imaginación es todo.
Agradezco
porque El Desconocido es una buena propuesta. No genial ni
destacada, pero sin duda tiene méritos intencionales y los niños (o chavales) que
salen en pantalla conquistan con su carisma; uno es enternecedor y la otra es
testadura. Lo que hace el amor. Por lo demás, la recomiendo, me agrada. El
revisionado llega hasta aquí.
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