¿Por qué él? "¡Chale, suegrito!" Genérica (aunque divertida) cinta familiar.




Como lo dije antes, se podría pensar que Hollywood recurre a fórmulas previamente probadas para garantizar el éxito de sus producciones. Esto incluye la constante participación de grandes estrellas o presencias carismáticas en pantalla que auguren una cinta entretenida, paradigmática y, sobre todo, de "valor". Bryan Cranston y James Franco estelarizan este nuevo ejemplo formulaico que, por momentos funciona, en otros simplemente pasa desapercibido. 

Todo comienza cuando Stephanie (una bella y cumplidora Zoey Deutch) platica con su novio Laird Mayhew (Franco) para verse en Navidad, esto incluye que toda la familia de la chica pase la celebración con ellos, sin antes conocerlo apropiadamente. Un "choque" generacional tendrá lugar y, como es de esperar, divertidas ocurrencias, algunas absurdas y otras creativas. 

No me parece raro ver a Bryan Cranston en un papel como este, pues efectivamente el actor ya había desarrollado un talento propio para la comedia en la serie televisiva Malcolm el de en medio, mientras que Franco luce natural en el personaje del multimillonario vulgar, honesto pero de buen corazón y, sorprendentemente, leal a sus principios. Y de la misma manera en que el elenco está bien conformado, la mayoría de las actuaciones cumplen su cometido (no obstante, por ahí me encontré una mala presencia que no más no alcanza el mínimo carisma necesario en pantalla, actor que también hemos visto en Mike & Dave). La interacción que sostienen ambos actores encuentra un momento cómico singular en una escena que se encarga de "sumir" a la cinta en el lenguaje más coloquial y juvenil posible, terreno en que el personaje de Cranston no tiene conocimiento qué compartir o método para dialogar con sus co-estelares. 

Lo más evidente en ¿Por qué él? es que es una cinta supuestamente actualizada de la trilogía de Los Fockers (el director de la película fue el guionista de la trilogía familiar protagonizada por Stiller y De Niro), pues cada ocurrencia, en su lectura emocional y de entretenimiento, tiene inmensos paralelismos con la saga familiar, al ser un ejemplo "educativo" de lo que puede pasar (y lo sugerente por hacer) cuando se tienen dos generaciones no muy distintas involucrándose en un tema común. No es algo malo, pero no escapa hacia un camino original dentro del género de la comedia. 

Y como una cinta de tales proporciones, no es de extrañar que también encontremos momentos de droga, momentos privados situados en instantes públicos (la escena del baño es genial), momentos familiares que sólo refuerzan la brecha generacional, pero más que verlo como algo positivo y de unificación cultural, la cinta -con su sentido obvio- lo plasma como algo totalmente ajeno en sí para causar más risa y diversión. Franco y Cranston se perciben naturales, mientras que Zoey (eterno "objeto en discordia") luce radiante en sus escenas y como mediadora de dos generaciones que hacen lo posible por entenderse para al final conducir a un camino obvio y sorpresivo en sus detalles. 

También quiero pensar que la cinta no escatimó en su diseño de producción y arte, así como participaciones secundarias, muy buenas a decir verdad, lo que la sigue posicionando como una comedia sencilla que busca dejar el clásico mensaje de "yerno/nuera es la persona indicada" en el espectador. 

Lo mejor de la cinta lo conforma la interacción entre el papá tradicional y el yerno que, sin apoyo familiar en su niñez, no sabe cómo acercarse a sus futuros suegros y demostrarles que realmente puede convertirse en el amor de su hija. 

Lo peor habrá sido el exceso de inclusión de momentos escatológicos, así como de ciertos personajes que hacen más mal que bien, además de algunas expresiones verbales físicas que resultan exageradas y malinterpretadas. 

Al final es una cinta de entretenimiento, donde los protagonistas demuestran su talento y nos dejan una agradable sensación de que el producto fílmico cumple. 

2 comentarios:

  1. Pues fíjate que en materia de humor escatológico la encontré muy mesurada. Sólo detecté unos 5 a 8 chistes de esa naturaleza que no hacen ni la mitad de la película, mientras el resto del humor era más bien bla, bla bla, bla, bla, bla, de chorradas y más chorradas muchas veces sin chiste. En especial de parte de los actores de rellenos: todos esos cameos y personajes incidentales de absoluto relleno que no hacen sino bajarle la calidad a una de por sí desaprovechada cinta y en suma añadirle minutos de payasadas muy, muy gastadas. Un ejemplo clarísimo de eso es la escena del hackeo y toda la alusión "pornográfica" n la descripción oral de parte de Kevin. Es torpe, rebuscada y sin gracia. Amén de Adam DeVine; ¡ese cabrón es un hígado!
    Si no es porque Cranston y Franco son más bien naturales y muy hábiles en el manejo de la comedia, esa película se hubiera hundido más rápido bola de boliche en el mar del norte.
    El resultado es apenas pasable, con todo y que Crantson-Franco tiene una química innegable. Darían ganas de volver a verlos juntos, si lo hacen lejos de Ben Stiller, Jonah Hill y compañía...

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  2. Esta buenísima, le hubieras dado 3 estrellas y media.

    Cuando la vi no podía dejar de pensar que Bryan Cranston era Heisenberg.

    -Tacos al Pastor-

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