3% Cribando lo reciclado...



Probablemente a estas alturas del partido sea justo decir que todo Hollywood ha perdido noción de lo original. En palabras del siempre célebre Robert McKee, la originalidad consiste en tomar un poco de todos lados y darle un enfoque único a lo que "cocinamos" en el momento. Si así lo ponemos, la originalidad aun rezuma en cada propuesta que vemos, permitiéndonos gozar de premisas entretenidas, fascinantes y, hasta eso, aventureras. Existen casos donde tenemos, si miramos con lupa, historias recicladas cuyos giros narrativos pretenden darle un empujón a determinado concepto "haciéndonos creer" que lo que vemos es asombroso. Tal es el caso de 3%, serie original de NETFLIX, que además es brasileña y llega con el principal objetivo de entretener, cuestión que logra. 

Hace no mucho desarrollé un argumento en el que expongo que la corrupción es, probablemente, un aspecto inherente del ser humano, pues al encontrarnos lejos de la perfección por razones psicológicas, tendemos más al "lado oscuro" de lo que quisiéramos. Y con este tema de la corrupción es que parte, esencialmente, la serie 3%, la cual nos presenta a un sistema (¿gubernamental?) llamado El Proceso, que se encarga de cribar (o sea, seleccionar lo más importante) a individuos de entre enormes grupos para determinar quiénes son los indicados para irse al paraíso. De entrada, esto me recordó mucho a la película La Isla (Dir. Bay, 2005), aquella cinta de sci-fi con estupendos efectos visuales y un deslumbrante elenco cuya premisa era simple: construir un camino de méritos para irse al "único" sitio en la Tierra que todavía es habitable. Quienes ya hayan visto la película, encontrarán un paralelismo con 3% respecto a la "tierra prometida". 

Aun con esta analogía, el tema de la corrupción se mantiene presente, tanto en el episodio piloto de la serie como en el #4, que a mi gusto es el parte-aguas en la temporada, el brote psicótico de varios personajes y el que mejor ejemplifica (y además de forma brillante), este tema de que, camino a un mundo mejor, las necesidades humanas más básicas surgen, dando paso a la desesperación, el egoísmo, la supervivencia, el pisar a los demás, el corromperse, la maldad, la humillación, entre muchas más posibilidades. Es curioso que estos escenarios sólo surjan "en el peor de los casos" y que sean manejados como los únicos escenarios sensatos y creíbles, pero ahí están. Sólo cuando nuestro sentido de la vida es amenazado, liberamos nuestro lado oscuro y matamos con tal de salir victoriosos. 

La premisa en 3% es, como ya dijimos, ganarse un lugar en el paraíso. Así, la selección y ejecución de prácticas que ponen a prueba las diversas habilidades de cada integrante conforman el arco argumental de la primera temporada. Pero como toda historia, sin conflictos, grandes o pequeños, no hay historia. Con esta fórmula, se nos presenta la contra-parte de la historia (más como una "sombra ideológica" que como un personaje per accidens): La Causa. Una especie de sociedad rebelde que busca acabar con El Proceso. Haciendo a un lado el tema de la ruptura de los valores, en este punto de la historia tenemos un poco de Los Juegos del Hambre, por nombrar el mejor ejemplo de la serie de novelas YA (Young Adult), enfocadas en una sola premisa: derrocar al sistema. Y más que el sistema, porque la protagonista de la serie es otra mujer, una cuyo arco psicológico no es precisamente el más profundo, sino que se sustenta únicamente por su motivación, pero más allá de eso, no tiene un constructo emocional establecido.

Teniendo estas referencias, 3% decae un poco. Una mujer que derroca al sistema, que busca derribarlo por las razones que sean, aunque persista un elemento en común: que represente una amenaza a la libertad, sin embargo, aquí la rebelión no procede de una innovación en las costumbres o valores sociales cimentados siglos atrás, aquí el deseo por destruir al sistema proviene de deseos personales (más que nada la venganza). Así, nuevamente como en las YA, tenemos subtramas de romance gratuito -surgidos a partir de vínculos artificiales e ingenuos-, secretos, mentiras, conspiraciones no sólo entre candidatos al paraíso, sino también entre funcionarios internos en este "gobierno", pero eso sí: argucias, talentos, añagazas, esperanza, perseverancia, apoyo, ingenio y mucha inteligencia.

La cadena de NETFLIX, que nos ha ofrecido estupendas series televisivas tales como Stranger Things y Black Mirror, primera y segunda temporadas, nos trae ahora una serie que innova poco el concepto de un mundo mejor, pues parece beber de referencias literarias casi al pie de la letra. Ahora bien, creo que sería importante aclarar que esta serie NO es americana, sino brasileña, lo que otorga un punto a favor en la cadena de propuestas a la historia. Además, rumbo a su final, el concepto de lo que verdaderamente constituye el "3%" es sorpresivo, planteando una solución socio-biológica al problema que enfrentamos mundialmente con la sociedad y que coloca su grano de arena rumbo a lo "diferente". 

Al final, aunque la propuesta tiene la apariencia de ser original, su estructura tiene fuertes reflejos en otras historias. Es entretenida, y el trasfondo de los personajes interesante, logrando destacar el elenco en pantalla, entre quienes están Bianca Comparato, Rodolfo Valente, Melanie Fronckowiak, Rafael Lozano, entre otros (siendo mi favorita Melanie por varias razones). Así, 3%, si no prestamos atención a las referencias que expuse, nos permite gozar de un estupendo diseño de producción, efectos visuales, una historia de intriga, de "únicos afortunados", subtramas de misterio y codicia, así como de uno que otro episodios con aires detectivescos; pero si prestamos atención a lo que señalo, realmente 3% tiene poco contenido que ofrecer. 

3 comentarios:

  1. Mira que esta serie prometía mucho como el arranque de Netflix Brasil, que aunque la cadena ya tiene rato coqueteando con America Latina, sus esfuerzos son más de uno en uno y no tan masivamente como lo hiciera HBO entre finales de los 90's y principios del 2000.
    Quizás no me sorprenda del trasfondo bélico y revolucionario de la historia tratándose de latinoamérica, quienes somos de mecha corta e incendiarios por tradición. Tampoco es que las historias de insurrección tenga copyrraigt latino; desde siempre se ha hablado en la literatura de todas partes del mundo, ¡vaya! el Antiguo Testamento está plagado de insurreciones.
    Sólo espero que las fallas en el desarrollo de personajes se afinen para la segunda temporada (en caso de que haya) y quizás algo que me sigue molestando de las producciones televisivas es la incesante necesidad del romance en sus historias, incluso cuando no es ni remotamente necesario (el ejemplo que más me viene de la cadea, es Stranger Things y ese beso entre Eleven y Mike).
    Tal parece que la serie promete una oferta en contenido que puede ser un periodo gentil y bondadoso con los televidentes brasileños, y de paso latinos. A sacarle jugo mientras dure.

    ResponderBorrar
  2. "3% = 97% de inconformes"

    Es de las mejores series que ha realizado Netflix, lo único que le falto fue más violencia y escenas sexuales más fuertes, el hecho de que sea grabada en portugués le da un toque más real y credibilidad de que es un nuevo mundo, por un momento me dio la impresión de que era una fusión de La isla, Hunger Games y Black Mirror.

    Siempre queda la duda de si todo el mundo está divido en dos sociedades o solamente Brasil; en caso de que cada nación tenga su división esto podría ofrecer la oportunidad de ver un 3% México, con diferentes pruebas del “PROCESO” y personajes más complejos y un grupo parecido a la “CAUSA”.

    Algo que vuelve tan buena a 3% es que no hay héroes ni villanos sino todos contra todos. La serie pudo explotar más la miseria que se vive en la sociedad del 97% y poner más énfasis en la vida pobre de los personajes principales, esto es muy importante ya que los orígenes de cada candidato es lo que los vuelve tan peligrosos, pues no tienen nada que perder; sin embargo es entendible que al tratarse de tan pocos episodios no pueden enfocarse con tanta profundidad en cada personaje.

    Con forme avanza la serie los personajes cambian de prioridades sin perder el mismo objetivo, algunos mueren otros abandonan y la mayoría que es eliminado tienen que regresar a su vida de miseria con el trauma de haber fracasado y no son lo suficientemente buenos para pertenecer al 3%. Con forme las pruebas se vuelven más difíciles, podemos ver como los candidatos más fuertes salen a la luz y como los débiles caen sin poder hacer nada.

    Al final podemos ver como los aspirantes que superaron todas las pruebas logran ir a la tierra prometida de la cual casi no se sabe nada, esto nos da una gran expectativa para la próxima temporada, ya que dos candidatos infiltrados de la “CAUSA” lograron ser elegidos, y no sabemos cuáles son sus intenciones.

    Esperaré con ansia tu crítica de la Segunda temporada de 3%.

    Firma Tacos al Pastor.

    ResponderBorrar
  3. Me gusto, es una propuesta nueva de un mundo pos-apocalíptico, cada episodio me daba mucha curioseada ver cual sería la nueva prueba, y el reto que enfrentarían los protagonistas, por otro lado, era emocionante ver las eliminaciones, en algún momento llegó a convertirse en una historia impredecible.

    Me hubiera gustado ver mayor numero de pruebas y un poco de la tierra prometida. Sin duda 3% fue una gran apuesta de Netflix, y espero que la segunda temporada sea mucho mejor que la primera.

    ResponderBorrar