Crítica a Linterna Verde: Caballeros Esmeralda




Linterna Verde: Caballeros Esmeralda tiene un inicio más que prometedor y fiel a la mitología de Linterna Verde, además de gozar de la inclusión de los personajes más importantes en este universo dentro de DC.

Este ambicioso proyecto tiene a su cargo tres directores, dos de ellos famosos por sus múltiples participaciones en los demás proyectos de la casa editorial. Es dirigido por Christopher Berkeley, Laura Montgomery  y Jay Oliva, a quienes sin duda recordamos. Los tres ponen su grano de arena para lograr un producto de calidad y mucho entretenimiento aquí, al mismo tiempo que permiten que el elenco en cuestión pueda realizar un trabajo digno.

¿Por dónde comenzar? Podemos irnos al departamento del diseño de personajes es moderno y se ajusta a la tradicional animación que ha acompañado a otros filmes del caballero esmeralda. En este sentido la producción, liderada por los ya conocidos Sam Register, Bruce Timm, Greg Berlanti, Alan Burnett  y la misma Montgomery es muy acertada, tanto en el aspecto visual como en el eficiente desarrollo de personajes. No hay uno solo que quede opacado por alguien más. Todos demuestran su valor y su propósito en cada aventura.  

Esto ofrece un equilibrio narrativo pocas veces visto, ya sea si habláramos de un filme animado como de uno real. El trío de directores se siente cómodo construyendo una historia interesante de principio a fin, aunque con un punto flojo…

La película de apenas 83 minutos y un presupuesto de 3 millones 500 mil dólares logra que la edición (a cargo de Margaret Hou) sea buena, aunque tiene un par de fallos en una secuencia, justo entre el primer y el segundo acto de la película, no obstante, esto es poco perceptible cuando el espectador está realmente enfrascado en las aventuras que se le narran.

Además de la dirección y la edición, otro punto a favor que tiene esta propuesta es la música. Este elemento logra convertirse casi en un personaje más, pues logra aumentar el suspense y la emoción que sentimientos en los diversos puntos climáticos de la cinta. ¡Un aplauso a Christopher Drake!

Ahora bien ¿dónde está el fallo si es que lo hay? La respuesta es un SÍ y se encuentra en el guión, tarea a cargo de 8 (sí, ocho) guionistas (ya ni la película del 2011 tuvo tantos escritores…). Entre ellos están los famosísimos Geoff Johns, Dave Gibbons  y Alan Burnett como los principales. ¿Es mala la historia? No, es muy entretenida. Y la historia en términos literarios, es redonda. El problema radica en el tratamiento del clímax. Casi como con Batman Gotham Knight, nos encontramos ante una historia de fondo que es rellenada por seis mini-relatos, narrados por Hal Jordan en atención a la nueva recluta: Arisia.

El guión hace que, con cada relato, sintamos mayor emoción por el eventual enfrentamiento con el villano, en este caso, con Krona. No obstante, cuando llegamos a la esperada escena de confrontación, ésta dura no más de cinco minutos y queda resuelta de una forma trivialmente sencilla. ¿Tanto suspenso para tan poco? Sinceramente esperaba un enfrentamiento que realmente supusiera un peligro para los protagonistas.

Dicho esto, un aspecto positivo que le reconozco al guión es que nos regala vistazos de lo que será (Luis GL aquí me corregirá) EL villano, el “joker” de los Linternas, a: Sinestro. Nos ofrece la oportunidad de vislumbrar su postura general y su filosofía de vida, prediciendo su eventual camino al mal, al color amarillo.

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