Godzilla II: King of Monsters



Larga y con la acción esperada, la nueva propuesta del llamado 'Monster Universe' adolece de personajes humanos incoherentes al servicio del espectáculo del tercer acto.

6.5

Tipo de artículo:
Crítica. 

Como lo mencioné cuando te platiqué mis impresiones sobre Kong, el llamado "Universo de los Monstruos" parece querer decir mucho, pero no encuentra el enfoque para ello. Godzilla: Rey de los Monstruos no es la excepción a este fenómeno, principalmente porque como espectador me hablan de mucho, pero no abordan sino hasta el final lo verdaderamente interesante de estas cintas: la majestuosa batalla entre Kaijus. Si te soy honesto, sé muy poco al respecto de este tema, pero si tengo alguna conexión al respecto con él, son sus recientes adaptaciones fílmicas, empezando por la cinta de Emmerich de 1998. Si fue buena, si fue mala, si gustó o no, está en cada quien, pero en lo que respecta a un buen guion, el asunto es debatible. Por ese camino hablaré de Godzilla 2


Todo empieza cuando la dra Emma, y su hija Madison Russell, encuentran la forma de comunicarse con la que es una de varias especies de criaturas míticas milenarias. La escena, plagada de buenos efectos visuales trae adrenalina, acción y misterio cuando la Dra, en medio del caos que desata la criatura cuando la despiertan, busca encontrar una frecuencia correcta para calmarla... o alterarla más. Y en medio de un asalto, asesinatos y emboscadas, ella y su hija son secuestradas por un militar buscado por las autoridades, o al menos así lo pinta el guion...

Del otro lado de la historia está Mark Russell, padre de Madison y ex-esposo de Emma, quien se encuentra haciendo videos para Discovery Channel o algo así. El caso es que a su regreso a casa se entera de la situación y enloquece, pues los sobrevivientes (incluido Ishiro Serizawa —interpretado, de nueva cuenta con Ken Watanabe—) del ataque a la criatura del inicio logran escapar y alertar  Mark, quien se muestra renuente a apoyar y liberar al resto de monstruos. ¡Oh, no! 


Pero cuando finalmente huyen y encuentran a su esposa e hija, Mark hace lo posible por salvarlas, con el militar cerca de ahí. Sin embargo, un giro en la trama me avisa de la verdadera mente maestra detrás del sobrenatural complot: Emma Russell. ¿Por qué? Extinción humana a favor de la supervivencia del planeta. Somos muchos y somos una plaga; las criaturas, lideradas por Godzilla, son la "cura" para el mal llamado "Humanidad". Perplejos todos por la impactante revelación, especialmente Mark, que no intuyó nunca (en serio nunca y es irrisorio) las intenciones de su ex-esposa, se propone a rescatar a su hija, aun a pesar de las circunstancias. Porque, claro, es un papá que nunca pudo estar para ella, y ya que su hijo falleció en el conflicto anterior, parece increíble que necesite un nuevo caos para convencerse de ello.

En medio de este insulso drama familiar, los efectos visuales "de rigor" (porque, claro, están bien hechos, pero tú y yo sabemos que DETRÁS hay una Pantalla Verde) y el surgimiento de más y más criaturas despedazándose unas a otras (¡espera! ¿Eso que veo ahí es una Hidra?), Emma avanza rumbo a despertar a las demás criaturas, con el militar apoyándola y su hija Madison arrepintiéndose llamándola "monstruo" en silencio. Porque no lo grita, lo susurra en llanto. ¡¡Por Dios, niña!! Tu mamá está conduciendo a la civilización al su extinción... ¿y tú susurras una indemne maldición que ni a una mosca dañaría? ¡GRÍTALO!


Así la historia se bifurca entre los pleitos de enormes dioses antiguos surgidos a partir del deseo humano corrompido por la culpa y el odio y la búsqueda de los "buenos" por evitar que sus movimientos maten a civiles por doquier. Mark sigue haciendo lo posible por rescatar a su hija, pero algo... algo le advierte que Godzilla está de su lado, que algo se avecina y... puede significarlo todo. La escena de Serizawa despidiéndose del rey de los monstruos es muy conmovedora, pero tampoco patética a nivel científico. En fin, regresando al espectáculo, ayudan a Godzilla a recuperar sus energías y listo para... ¿en qué round vamos? ¿El tercero o el cuarto? Como sea, se recupera y comienzan el contrarreloj para todos: Madison huye a casa, Mark la busca y Emma, Emma querida, se arrepiente de lo que ha hecho. Demasiado tarde, pero eso no es lo más molesto de la situación. 


No bastan las miles de vidas perdidas, no importa que en México la gente hable inglés, especialmente en islas alrededor (claro, porque es totalmente natural...), no basta que la milicia global lance armas que acaban con la vida marítima para destrozar a bestias milenarias, digo, como si eso fuera posible, nooo, no basta que a pesar de las advertencias de científicos y mapeos tecnológicos, el caos continúe, pero que llegado al punto en que consiguió su objetivo, Emma se arrepienta. Y ese es MI problema con esta cinta o este personaje: si vas a sostener una creencia, llévatela hasta TUS ÚLTIMAS consecuencias, no esperes a verlas realizadas para después arrepentirte e intentar enmendar tu error. 


Porque ya que están despiertos todas las criaturas, ya que TODOS los que te apoyaron para conseguir tu objetivo de la restauración planetaria, ya decides que tu esfuerzo no debió ser, que fue en vano y que debes corregirlo. Pesa más ese absurdo que los terribles datos científicos de los que peca la película, pero es eso mismo: una PELÍCULA. Hay espacio en ella para lo inverosímil... ¿o no? Emma se arrepiente y ya que el caos llega a Boston, busca salvar a la humanidad, entendiendo que la clave es Godzilla (obvio, es el personaje titular), y el resto de criaturas, o se le unen, o se joden. Y ya que la cinta se extiende y extiende y extiende (porque, hasta ahora, lo narrado es el plan humano para descubrir los orígenes de las criaturas ancestrales y, de paso, salvar al mundo), llegamos al tercer acto, justamente, en Boston. La pelea se da, Godzilla se recupera (lo sentí flojo en su primera aparición) y con la radiación de su lado, les parte su ma... al resto de sus opositores.

Es increíble que la mariposa gigante muestre astucia e inteligencia en un combate desigual. Me impresionó. Y, bueno, Godzilla ruge, con ganas; muy bien. 


El arco de Vera Farmiga es, sin duda, el más elaborado en todo este relato, mientras que Kyle Chandler como Mark es bidimensional y Milly Bobby Brown (Stranger Things) se separa de Eleven para entregar un personaje enternecedor, pero pusilánime en ocasiones. Digo, cada integrante del reparto entrega lo necesario respecto a su propio personaje, pero Vera Farmiga... caramba, como actriz convence, pero lástima que su personaje fuera escrito de esa manera. Por lo demás..., ¡buena pelea!

Conclusión:
Godzilla: King of Monsters es diversión si lo permites, pero si comienzas a analizar todo lo que te presenta, experimentarás una ligera frustración por la cantidad de incongruencias que la cinta desborda. Así que, lo mejor que queda por hacer es... esperar el enfrentamiento entre Godzilla y Kong, rogando porque el factor humano sea menos intrascendente que aquí... 

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