Crítica general a Los Juegos del Hambre



A nivel general la saga es una buena adaptación, no obstante, peca en los detalles más importantes.

Suzanne Collins es una escritora que con la famosa saga de Los Juegos del Hambre ha cosechado un triunfo rotundo a nivel mundial. A qué género fílmico pertenezca ese triunfo es opinión de cada quien. La primera cinta, titulada Los Juegos del Hambre, se estrenó por allá del 2012, un mes antes de Los vengadores, y no es que ambas franquicias estén relacionadas, sino es sólo para ubicarnos en el tiempo. Los Juegos del Hambre, las novelas específicamente, gozan de una profundidad psicológica correctamente actualizada y, más aún, adaptada a las nuevas generaciones, convirtiendo este fenómeno literario en un interesante y complejo conjunto de referencias socio-políticas al mundo en que vivimos. 

Al defender constantemente la historia, mi primer comentario siempre fue "Dicha saga es la forma como [Suzanne] Collins visualiza el planeta entero tras una hipotética Tercera Guerra Mundial", que, para como están las cosas, no ya no suena tan descabellado. Collins, es preciso comentarlo, es una guionista de televisión en los E.U.A. Hasta donde tengo entendido, su gran talento narrativo la llevó a escuchar consejos de sus allegados y así decidirse a escribir la famosa trilogía. ¿Qué quiso narrar realmente? ¿Un amor trágico? ¿Cuestiones socio-políticas? ¿Aventura? Suspense? ¿Todo combinado? Sólo puedo interpretar el mensaje, pero sin lugar a dudas se trata de una buena historia con mucha psicología. 

A diferencia de su contraparte literaria, aunque la saga capturó adecuadamente la historia de cada tomo, cambió ligeramente su tono y estructura narrativa con el fin de condensar lo que se narra en el material de origen; es decir, por ejemplificar: mientras que en los libros Katniss nos narra todo desde su óptica, en la película se da lugar a la interpretación de los eventos pues no hay voz en off que explique lo que pasa. Mientras que en el tomo 1 la historia es más detallada, más lenta, como un respiro que la autora se da continuamente para introducir al lector en el mundo post-apocalíptico que se imaginó, y de esa misma manera, capturando la esencia y plasmándola en pantalla, la historia quedó bien, fue creíble, aunque por el lado negativo, hay cerca de 60 diferencias entre libro y película. No obstante, ésa fue la gran virtud de la primera cinta: lograr que esos cambios se vieran naturales, también fue un acierto presentar a Jennifer Lawrence como la protagonista Katniss Everdeen. Lawrence logró adueñarse del papel y lograr que, con cada película, dijéramos: "Ella ES Katniss. Su actuación es creíble y está a la altura del personaje". 

Tanto los besos con Peeta, la introducción de algunos personajes y la cronología de algunos eventos así como otras omisiones pueden ser la carga negativa de la película que se estrenó ese año. Para el año siguiente, el 2013 si En llamas se sintió apresurado en el impreso, la película, rebosante de producción y con el éxito de la cinta anterior como respaldo, presume acción y la misma calidad de suspense que lleva la historia en sí. En comparación de otras sagas donde ciertos momentos, en los libros, causan tal emoción, aquí son respetados, como la escena del "¡Tic! ¡Tac!" que en ambos resulta escalofriante. 

Cada director ha sabido poner su grano de arena y la fidelidad general se siente aunque de nueva cuenta los cambios no pueden olvidarse, como la escena de Snow y Katniss con relación a Gale Hawthorne, o el hecho de que Ripper tenga dos brazos, detalle que en el libro no es igual. El castigo que Thread le impone a Gale cambia entre libro y película, e incluso algunos otros correspondientes al Vasallaje de los 25; como siempre, toda adaptación sufre reveses, modificaciones, ya sea por tiempo, lógica, credibilidad o presupuesto para filmar. 

Y como sucedió con Harry Potter y las Reliquias de la muerte y Crepúsculo: Amanecer, Los Juegos del Hambre: Sinsajo fue igualmente dividido en dos partes. ¿Era necesario? La respuesta está en cada quien. En lo que me concierne, fue otra buena decisión, porque se trata de una saga con un tono y sabor diferentes y porque tiene su propia idea a sustentar y defender. Sí, tuvo cambios, adiciones y omisiones, pero así sucede con toda adaptación, siempre que la obra literaria sea muy extensa. 

En el caso de Sinsajo Parte 1 y 2 la historia marcha bien, es fiel al libro en los eventos que éste menciona, aunque las modificaciones son más evidentes a estas alturas. La acción no falta, el amor está presente, las decisiones de Everdeen las disfrutamos, las actuaciones son formidables - sólo de repente Snow (Donald Sutherland) pierde su carácter imponente al final pero todo va acorde a la trama. Las muertes, los sacrificios, el epílogo y la valiosa lección de que debemos dejar atrás el egoísmo, la soberbia, la avaricia y la indiferencia humana están presentes en ambos planos de la historia porque, como dice Katniss en el libro "El amor de Peeta es la promesa de que la vida puede seguir por dolorosas que sean nuestras pérdidas. Su amor cura por dentro". 

Una saga que defiendo por su propia estructura narrativa, por su lección, valor y contexto, porque es la señal de que debemos re-valorar y definir, como humanidad, hacia dónde vamos y qué podemos hacer para mejorar, para contribuir al bien a nuestra sociedad, de la humanidad entera. Una buena historia que, con sus detalles, creció y culminó de la forma adecuada. 

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