Por EdSQ
Es un discurso muy potente el que encontré en Los Mitchell vs. Las máquinas, sobre todo por la cuidadosa construcción tanto de personajes como de las intenciones que implican la trama de la película. Pero con “potente” no me refiero a la temática en sí, abordada anteriormente, sino por el tratamiento tan completo que le dan. Es un hecho que las cintas animadas nunca abandonarán la comedia, tanto por el público infantil como por el hecho de que el público adulto quiere despejarse, no estresarse. Entonces, yo considero que el reto de una cinta de tipo familiar siempre enfrentará el reto de crear un equilibrio entre tema, tono, enfoque, ambientación y, sobre todo, atmósfera.
Y
aunque WALL-E le lleva la delantera en términos de drama humano, Los
Mitchell vs. The Machines es un cóctel de comedia y aventura que es
imperdible tanto por la idea de que lo natural pesa por sobre lo artificial, de
lo que lo “inorgánico” es pasajero y solamente lo emocional tiene importancia
esencial en esta vida. La escena de la convivencia en plena merienda y cómo,
por hábito, ocio y gusto banal, nos escudamos en la tecnología, da una idea de hacia
dónde se dirige esta propuesta. Es algo tan cercano, tan real y a la vez tan actual
que la empatía con los personajes y el sentimiento de familiaridad con la
escena es fácil de obtener.
En este contexto en el cual aprecio la “barrera” entre prestar atención a un igual y estar absorto en la tecnología surge la lectura tan sencilla y apreciable del papá como representación “de la vieja escuela”; un ser humano tan habituado al contacto humano que no sabe lidiar con los cambios más recientes en la humanidad; una premisa muy presente en la película y que va matizando todo el entorno. Su entendimiento/aproximación del mundo actual es palpable, íntimo y divertido, porque en él se reflejan nuestros padres. Tan solo la escena en la que batalla con YouTube es genial.
Y aunque la película aborda tangencialmente otros conceptos como la envidia y la reputación, la verdadera historia está ante mí y es bellísima: un papá que sacrifica un proyecto por el amor a su hija y una hija con un sueño “imposible” que debe lidiar con un papá que teme por ella. Los caminos, las diferencias y las cosmovisiones de dos personajes unidos se entrecruzan, repelen y componen esta divertida, dramática, cruda, realista y valorada cinta de ciencia ficción con la tecnología como trasfondo crítico de algo que ya sabemos: nos dirigimos hacia el technum.
La pregunta es ¿haremos algo por evitarlo o nos fusionaremos con él?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario