La Llorona



Con agregados y referencias al universo El Conjuro, La Llorona ofrece un par de giros interesantes, un chiste ingenioso y una historia predecible, mas no genérica.


5.9

Tipo de artículo:
Análisis crítico.

En vista de que varios de los cortos mostrados antes del estreno de la película "quemaron" algunas escenas «adrenalínicas» de la más reciente propuesta de terror mexicano (remasterizada a una visión americana), la verdad me sorprende que el argumento esté por encimITA de "la fórmula de lo trillado", especialmente respecto a sus márgenes creativos. Voy a hacer de cuenta que compré el Blu-ray de esta película y que activé los comentarios del director para tener una oportunidad de analizarla en vivo. La Llorona ha llegado a las salas de cine. ¿Qué puedo esperar, siendo que el productor principal del proyecto es el famoso James Wan

Pues la verdad una historia que busca anclarse en la esencia mediática del terror, combinando la magia de la oscuridad (y la fotografía) con esa sutil frontera psicológica entre lo que vemos y lo que escapa a nuestra comprensión; lo inasible por la "realidad" tangible. En gran parte de la cinta abunda esa sensación de que el universo de la Llorona es para las personas que no temen creer en lo intangible, mientras que el mundo "terrenal" está limitado a las personas "normales". En este sentido parece que la construcción atmosférica de la cinta está muy bien lograda, principalmente porque, como en un cuento de hadas y fantasía, los niños (aquellos seres inocentes, puros y sin construcciones teóricas de por medio) son los únicos con acceso a lo "increíble" y La Llorona explora esta faceta de la psique humana con bastante habilidad. Más que nada porque sé (y creo que tú también) que los niños no están provistos de la racionalidad adulta; por lo tanto, son más abiertos y "vulnerables" a los males del mundo, sean alegóricos, metafóricos o físicos. 

Haber tratado este factor con habilidad y la ya mencionada sutileza psicológica en la película es uno de los aciertos del género en los últimos años y aquí está presente, lo que a mi juicio incrementa la tensión y ayuda a que los personajes se distingan lo suficiente para que al final tengan su respectivo arco dramático, basado más en detalles que en elementos trascendentes. En cuanto a cómo llega la Llorona, si bien la explicación me parece adecuada y el "origen" de este mal es breve y certero, creo que pudieron manejarlo cronológicamente distinto, para generar más suspense. 


Cardellini sigue demostrando que puede desenvolverse adecuadamente en pantalla, sea comedia, acción-ficción, o una historia de terror. Y logra que su personaje tenga ese crecimiento psicológico entre no conocer el mal que acecha a su familia, hasta finalmente aceptarlo. Porque el momento en que su hijo se sincera con ella, teniendo su voto de confianza, es cuando la cinta rompe su propia "cuarta pared" para unir/fortalecer los lazos familiares, integrándolo todo y coadyuvando a que los protagonistas reconozcan el mal que se cierne ante ellos.

Y en los momentos en que éste aparece, grosso modo, son predecibles y revelan la mano novata de su director, "ahuecado" por la manera en que dirige (clara influencia wan-iana) para alimentar el suspense y espantar en los momentos "inesperados". Personaje "x" se mueve en una dirección, la cámara le sigue y...chan chan CHAAANNN!!, como un crítico español lo menciona, son recursos de espanto tan usados que terminan obviándose, a pesar de que guionistas/productores/director intentan evidentemente apoyarse creativa y tecnológicamente en las alternativas de las que dispone hoy la industria para recrear personajes o instantes que podrían ser verdaderamente escalofriantes y que terminan, por el contrario, secundados o a medio camino por culpa del exceso de recursos técnicos. La trama, en esos instantes, queda al servicio del espanto fácil al sacrificar un poco la inteligencia o el sentido común de los protagonistas, pero... ¿qué tanta oportunidad de razonar algo místico tiene un infante si ve que su paraguas "huye" de sus manos?

La Llorona : Foto Linda Cardellini, Roman Christou

El niño es el primero en lograrlo y sus decisiones marcan y revelan su más grande deseo: proteger a su hermana, como lo habría hecho su padre. Con la figura paterna ausente y la mamá dedicándose al servicio de protección infantil, el chico asume el papel de protector de su hermana menor, sin percatarse de que ahora lo hará frente a un mal incomprensible que, precisamente, busca apropiarse de ellos. Roman Christou es el encargado de dar vida a este niño, que durante la película se debate entra la protección de su hermana y entender qué está pasando. Por eso su arco dramático es casi el más completo de la cinta, más allá de que varios de los sustos son baratos o previsibles, no por falta de habilidad en el director, sino porque el recurso creativo es casi el mismo utilizado en La Monja; el abuso me impide tener la oportunidad de imaginarme el terror y la posibilidad de realmente salir asustado. 


Entonces, entre un mar de ideas que avanzan medianamente, aprecio la figura del hijo que busca ser tan valiente y fuerte como su antecesor y, matizado por el miedo, también demuestra valentía (la escena del despacho de su padre en casa es obvia muestra al respecto), así que no importa qué tan mortal sea aquello que los acecha, él asume el riesgo amoroso-simbólico de proteger a su hermana sin importar nada. En una película de terror comercial actual esto me parece acertado y emocionante, porque me deja a mí la oportunidad, como espectador, de verlos juntos enfrentando algo superior. Y como los cortos lo revelan, un par de escenas que "escupen" el terror son previsibles.


Lo verdaderamente importante, en este caso, creo yo, es preguntarme hasta dónde puede llegar la visión waniana, porque creo que el director Michael Chaves sí puede hacer un buen trabajo como realizador y los pocos instantes en que traduce en imágenes el guion da pistas de su posible talento y de lo que puede hacer lejos de la supervisión de Wan. ¿Lo dejarán realmente actuar? Y mientras el tiempo contesta mi pregunta y avanzo en la proyección de La Llorona y veo cómo los personajes buscan deshacerse del Mal, noto que el apoyo en la fotografía oscura es ya un elemento desgastado, sumado a algunos clichés que parecen ya requisito: puertas que se azotan con el viento, ruidos en la noche, ventanas abiertas, el uso de espejos que anticipan la llegada de la entidad, las víctimas, y no olvidaré el matiz religioso un poco situado al margen de la cinta, entre otros elementos.

Puntos positivos extra a la primera escena de Anna García y el padre en la iglesia discutiendo sobre la fe y la religión, escena que sirve de trasfondo como "Perdónennos por meter con calzador todo el asunto de la religión en una cinta de terror que no congenia forzosamente con eso"; esto me parece un trasfondo importantísimo para refutar las intenciones fílmicas de Wan ante su forzado mensaje religioso visto en la franquicia.

Estos, me dan la impresión, estarán presentes en el género por varios años más, por ese incesante esfuerzo por espantar, pero cuya mano y visión de los realizadores impiden justamente ese encuentro emocional "personajes-espectador", sea por falta de visión, creatividad o por órdenes de producción. Sea cual sea la respuesta, La Llorona, con sus contados aciertos y el lastre de formar parte de un universo más grande (aunque sea indirectamente), está irremediablemente anclada a tesis religiosas sin necesidad de, y ese lastre es el verdadero mal de esta historia, la cual, francamente, sí merecía su re-interpretración cinematográfica, pero ciertamente lejos de los viciados creativos actuales, que "opacan" su naturaleza potencial más que impulsarla: ese es el vestigio de un mal que no ha terminado y que podría incluso retornar.


La posibilidad cae en las potenciales secuelas (si la taquilla lo permite) porque porque, a pesar de que la cinta goza de UN chiste (sí, ingenioso, que sucede en la alcoba) y un giro que me tomó desprevenido, La Llorona cuenta con muy poco a su favor. Tuvo la maldición, no de la mujer que asesinó a sus hijos en un intento de venganza, sino de intereses monetarios que pueden traslapar su auténtico potencial. Sí, tiene sus cuantos sustos y una escena de clímax "distorsionada" que ofrece el primer giro inesperado (y lo mejor de la cinta, a mi gusto), pero con infinidad de hoyos negros imborrables que, lástima, tapan su ingenio natura. 

Conclusión:
La Llorona es un filme que llegó y que puede causar, sino odio, sí opiniones/sentimientos encontrados, tanto por su tratamiento y sus obvios manejos de trama como por la manera en que es llevada. Religión y referencias fílmicas aparte, la cinta merecía más, pero como muchas otras, tuvo la desdicha de revelar escenas clave en los cortos, sin contar que los responsables llevan un vicio narrativo que perjudica notoriamente el producto. Queda esperar qué será de las secuelas, pero por lo pronto, recomendable para un domingo a mediodía debido a su ínfimo esfuerzo por distinguirse. 

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