The Nun.


Terror predecible, escenario para ciegos.



Se ha estrenado por fin uno de los episodios más esperados dentro del universo de El Conjuro. Y si bien las dos entregas de Annabelle cumplieron su cometido, faltaba ver qué deparaba el filme basado en aquella monstruosa monja que presenciamos en la segunda parte de la cinta origen. Y el resultado, más que otra cosa, es predecible. 

Esta historia origen nos remite a la Rumanía de los años 50, puntualmente a un momento en que dos monjas entran en los límites de un convento/abadía y se topan con un mal ancestral. Inmediatamente vemos que una de las monjas, tras un instante crucial y mortal que deja ver la magnitud del problema que enfrentan, lleva a cabo un acto que, acorde a los designios de la religión, está prohibido. Tiempo después aparecen dos personajes, un padre (Demián Bichir) y una novicia (Taissa Farmiga) para investigar una extraña muerte sucedida en el lugar. Así, la trama a grandes rasgos divide sus hilos narrativos entre que ambos investigan el extraño suceso y el desarrollo de sus propias motivaciones en el lugar al que asisten. 

Esto lo adereza el director con sustos predecibles donde sabemos que la monja aparecerá, más por obedecer a la fórmula del género que por chispazo creativo, y es ahí donde la cinta que se presumía más oscura y terrorífica dentro de un universo poco a poco elaborado, termina siendo genérica. Sí me sobresalté en un par de escenas que no vi venir, pero terminó asustándome más el grupo de adolescentes que gritaron a cada segundo que la película misma; otras escenas, donde el personaje en turno adolece de lógica, la escena provocó risas, algo no esperado. 

Y esto me lleva a un elemento importante a señalar de la cinta y que en principio no parece tener conexión, ya no digamos con la película, sino con el género mismo, es un protagonista que funge como elemento cómico o comic relief en la cinta: Frenchie (Jonas Bloquet), quien se encarga de liberar la tensión con chistes orgánicos para la cinta, volviéndola fluida y llevadera en los momentos en que el corazón se nos sale del cuerpo por el "miedo". 

Francamente me habría gustado ver un origen más detallado, más "explícito" de la monja demonio, pero todo es narrado a partir de la llegada del padre y la novicia y, desde luego, desde su inocente y culpable postura. Las locaciones son interesantes y las actuaciones cumplidoras, los efectos prácticos predecibles, pero ni modo.

En resumen, una película poco más que palomera, con la sustancia mínima suficiente tanto como cinta de terror como spin-off del universo El Conjuro, pero que más allá ofrece muy poco si omitimos su oscurisisíma fotografía. 

1 comentario:

  1. Pues por lo visto lo único rescatable es que sale un mexicano en la cinta. Y todas las películas de este género llevan a lo mismo: un espíritu maligno que lleva años asustando o matando a las personas, y con sacerdotes para exorcizar a los demonios, o caza fantasmas enfrentando a estas fuerzas oscuras. Aún así mejor no verlas.

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