La Gran Muralla. Desde oriente, con mucha acción para entretener.



Cuando nos arriesgamos a escoger una película de entre varias con plena taquilla vacía, sin problema elegimos. Puede haber uno de dos respaldos: o investigamos de qué va la cinta, quién la dirige y quiénes la protagonizan o simplemente nos arriesgamos a descubrir la propuesta de cine que hay. 

Hoy, para mí, fue lo segundo. Entré solamente sabiendo quién aparece de entre "actores conocidos" y más o menos qué tipo de producción era. China. El oriente nuevamente nos apantalla con la magnificencia de sus producciones, el esplendoroso estilo visual y una alivianada, divertida pero certera historia con moraleja. Y no creo que sea para menos: desde Mulán (1998), Disney, Hollywood, ¡el oriente!, nos han maravillado con historias llenas de fortaleza, redención, pero sobre todo, espíritu humano. 

¿Cómo aprecié a La Gran Muralla? Sumamente divertida. Te pondré el boceto de la sinopsis de manera sencilla: unos mercenarios son emboscados al Norte de China, nación de la que esperan hurtar la mayor cantidad de pólvora que puedan. Pero al tratar de huir de una previa persecución, llegan a la enorme muralla (origen nominal de la cinta) y se topan con un montón de arqueros dispuestos a matarlos, con todo y perseguidores a la espalda. Tienen dos alternativas: volverse y luchar a morir con quienes los persiguen, o probar suerte en la nación de oriente. Eligen lo segundo. 

A partir de este punto, cuyo prefacio se antoja ligeramente confuso tanto por el manejo de la cámara como por la fotografía oscura, la trama avanza de prisa para llevarnos a los hilos argumentales importantes: dos individuos llegan de lejos con una motivación concreta a una nación caracterizada por fuertes valores humanos. La historia toma carices importantes (la evolución y diferencia de ideales de los protagonistas, la definición emocional de los "hospitalarios" y los secretos de personajes secundarios), la introducción a una cultura venerada y honorable como la china, así como la presentación del conflicto central: defender la muralla con toda la armería que tengan. ¿De qué la defenderán? Eso lo dejo en misterio si realmente te interesa ver la película. Sí puedo decirte que te sorprenderás de la creatividad visual. 

La Gran Muralla puede presumir un estilo visual propio, un diseño de vestuario y arte fascinantes, planos de cámara absorbentes y una propuesta mitológica tan interesante que de pronto nos vemos inmersos en la aventura que acompaña a los protagonistas, rezando porque a través de sus habilidades, superen hábilmente los escollos que se les presentan. Y es aquí donde Matt Damon vuelve a presumir su capacidad actoral, la construcción de un personaje de acción, un poco palomera sí, pero coherente en sus decisiones y evolución emocional. Lo acompaña Pero Tovar, con quien se le nota una química palpable y cuya mancuerna dota a la película de las mejores bromas. Hacen buen equipo. 

Un ángulo narrativo no principal pero sí constante son los golpes de efecto en la historia: la importancia de las habilidades en un sitio de mucho peligro y cómo, tras conseguir adaptarse a una cultura específica, el esquemático trasfondo de los personajes regresa, creando un conflicto para mantener, en instantes vitales, una trama que parece haber relajado su estructura en beneficio de la "paz" que la historia busca obtener. En esos momentos la tensión regresa, y eleva la dosis de adrenalina y de acción, coloca la esperanza como último recurso narrativo, casi dándole a la historia, salvo por giros lógicos no esperados, ese aire hollywoodense clásico de "y vivieron felices por siempre". Estamos ante una propuesta fílmica palomera que se toma en serio cuando debe hacerlo, que respeta a sus personajes cuando es necesario, así como sus lazos, para que al final sea el espectador el que disfrute y se relaje con el estilo visual pausado, adornado de buenos efectos visuales, sin dejar a la historia como algo elemental.  



No se despega del trato de fantasía que Zhang Yimou (director) busca proveerle a la cinta, pero el cuidado en la historia es visible y eso permite disfrutarla. Y mientras que con el personaje de Matt Damon tenemos esa "personificación" americana del que busca explotar los valiosos recursos de una nación, esta motivación se va tergiversando en beneficio de la evolución de su personaje (primero antihéroe y al final héroe consagrado a un ideal pasajero en todas sus letras) y con el "afecto" que desarrolla por Lin Mei (sorprendente y bella Tian Jing) guerrera y Teniente General que busca defender la muralla a toda costa, la evolución y el nuevo sentido que él se da a sí mismo ofrece un natural giro en los acontecimientos, genera en él, William Garin (Damon), una distinta percepción de sus capacidades. Tan es así que su personaje termina por dejar atrás su pasado para enfocarse en nuevas prioridades. 

Así, la cinta termina con el bien como promotor de lo justo. Si bien no tenemos el beso del "héroe" y la "damisela" guerrera, la narrativa nos da a entender con miradas evidentes el lazo que estos dos personajes forjan. Siempre poniendo en alto valores como la confianza y la fe en los peores momentos. Y creo que ahí es donde la cinta cae en los lugares comunes en cuanto a narrativa se refiere: no hay forma de evitar los valores pregonados por la historia oriental misma. Y desde el confucianismo, me daría la impresión de que los personajes son construidos partiendo de los vetustos principios de fidelidad, honestidad y lealtad. No se juzga, pero el marco teórico ahí está, y quizá, eso le reste margen de maniobra a una cinta que pudo tomar otras rutas. 

Lo mejor es su espectáculo visual, la química de los personajes y el manejo de la tensión. 

Entre los contras podría considerar el desdibujado personaje de Willem Dafoe y la fragilidad con que es retratado el líder del imperio chino. 

4 comentarios:

  1. Voy a dar un pequeño aviso, como crónica de una tormenta anunciada, como quien quiere dejar prendidos los motores por si hay que salir corriendo...
    Me falta ver la película en cuestión, que al encontrarme con opiniones tan polarizadas aquí y allá, siendo el 'aquí' literal, no termino por inclinarme a una postura determinada...

    De antemano, y a modo de aviso, en el apartado de los personajes, la acción y la dirección de arte, no espero menos que excelencia, se trata de Zhang Yimou, después de todo, un director que siguiendo los pasos de su compatriota Ang Lee, hizo que volteáramos a la China mística con su trilogía de la espada: "Héroe" "La Casa de las Dagas Voladoras" "La Maldición de la Flor Dorada" así que ya voy caminando con una vara bien alta...
    Sé que es la primera cinta de Yimou en inglés y que eso puede restarle puntos de ante mano, digo, no en balde Carlos V dijo alguna vez: "A los Ejércitos les hablo en Alemán, a los Ministros le hablo en Italiano, a las Mujeres en Francés, a los Caballos en Inglés y en Español a Dios".
    Así que, en estos días concluiré con más contenido un opinión real sobre esta historia. Hasta entonces... tic toc, tic toc, tic toc...

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  2. La Gran Muralla es muy divertida, me pareció bastante innovadora al transmitir una guerra ficticia con tantos elementos tecnológicos y artísticos. Lo único malo es que la historia no transmite mucha emotividad, las actuaciones están en un punto medio y no son los mejores pero tampoco decepcionan, es una película muy rica si nos referimos al avance del cine en los efectos visuales.

    -Tacos al Pastor

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  3. ...tic toc, tic toc, tic.. *detiene el péndulo tomándolo con los dedos y enciende la luz*. A ver... habíamos dicho ya que en el apartado visual no esperaba menos que excelencia de parte de Yimou. Y en eso lo cumple. No sólo conserva ese exhuberante gusto por los detalles y el folclore chino que se vieron en la Trilogía de la Espada sino que aporta detalles a la estructura militar china, repleta de jerarquías visuales muy bien asentadas.
    La fotografía tanto de las locaciones en el desierto de Gobi como de las maquetas y escenarios digitales está muy bien lograda. Mostrando unas secuencias de guerra maravillosamente coreografiadas con ritmo ágil y atinados encuadres, realzando el tono épico de las batallas y el despliegue de las diferentes formaciones marciales. Igualmente la parte de los efectos visuales cumple muy bien, incluso y pese a ciertas escenas que combinan acrobacias con pantalla verde se notan bastante, a pesar de ello supera muchas producciones hollywoodenses hechas al vapor (ejem...Gods of Egypt).
    Sin embargo la historia deja muchísimo que desear, no sólo es incoherente —lo de fantasiosa se puede tolerar— sino falaz. En primera porque NO es cierto que esté totalmente hablada en inglés (tampoco es la primera que tiene diálogos en inglés; anteriormente lo hizo en The Flowers of War con Christan Bale); tanto Pascal con sus momentos en español como toda la flotilla china delatan el refuerzo estadounidense dentro de la globalización. En segunda porque como historia no narra nada: no se desarrollan los personajes, incluso los protagonistas apenas si tienen esbozos de un pasado cualquiera. Es practicamente imposible sentir simpatía por cualquier personaje, si se muere o no resulta totalmente incidental y no alude a ningún sentimiento.
    Muchos "giros de tuerca" son en realidad concluciones lógicas que surgen apenas algún soldado comete un error. Ahí está toda la información de golpe desde el primer encuentro.
    Se nota monstruosamente la influencia occidental desde películas como Starship Troopers, Día de Independencia y hasta 47 Ronin, reduciendo el aporte cultural chino al idioma de sus actores y sus vesturarios.

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  4. Me encanto la película me recordó un poco a la película de Cowboys vs Aliens, versión chinos.

    Esta emocionante, lo único malo es que los problemas se resuelven muy fácil, me hubiera gustado ver más golpes cuerpo a cuerpo y a la china encuerada.

    Yo le doy un 2.5 Estrellas.

    Firma: Televiando SQ

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