Está en ti...

Me acuerdo de una ocasión en que me estaba yendo tan mal que la tristeza me embargó profundamente, casi como en el nivel depresivo por defecto. Comenzaba a desconfiar de lo que podía o no hacer, una época en que todavía no encaminaba mis pasiones y que, aun sabiendo qué quería hacer en un futuro, no sabía cómo trasladarlo a un momento inmediato y de resultados efectivos...y efectistas. 

  En aquella ocasión, en medio de esa "tiniebla emocional", apareció una voz tremendamente familiar para mí, de esos seres queridos que siempre están contigo, en las buenas y malas. Escuchando todo mi pesar, todo lo que tenía ese día que sacar, la tristeza, el coraje, él supo regresarme al lugar ideal, el de la autoconfianza. 

  "Está en ti", me decía. "Está en ti y nada más que en ti". ¿A qué se refería? Al valor de creer en uno mismo, en este caso, yo. Comparto esta anécdota porque lo que a continuación me dijo jamás lo olvidaré: "Tus valores sólo se vendrán abajo si tú lo permites". Nada más simple que eso ¿o acaso lo hay? En momentos de tensión confiar en nuestra auto-capacidad resolutiva no es fácil y puede, muchas veces y según el entorno, derribarnos al momentos de comenzar a hacerlo. "Está en ti". Por eso lo comparto, porque está en cada uno de nosotros el salir adelante, por nuestros medios, nuestro ingenio y nuestra voluntad. 

   Por ahí comienzan los cambios, y asumiendo que este 2016 hemos conseguido algunos, y quizá vayamos por más, no debemos claudicar, no debemos ceder ante los retos. Esto apenas comienza y a cada momento habremos de contar con toda nuestra voluntad, sacar adelante nuestro potencial y ser lo mejor de nosotros mismos. 

   Está en ti mejorar un problema. 

   Está en ti ser alguien mejor para tu beneficio y el de los demás. 

   Está en ti ser feliz. 

 Porque nadie más, si no estamos dispuestos, nos ayudará a salir de un problema. Seguido de la aceptación viene el progreso, la renovación, el cambiar una forma de proceder, de hacer lo que hacemos todos los días. Dependerá de nosotros y de nadie más mejorar, aprender de los errores y perder el miedo a crecer. 

Diariamente estamos en procesos de transición, de cambios... y debemos aceptarlos para bien. 

      Esto está en nosotros...