Crítica a ¡Salve, César!




¡Salve, César! Un homenaje al cine clásico y la pluralidad de género con actuaciones cómicas y entretenidas. 

Ver a Ralph Fiennes, Josh Brolin, George Clooney y otras celebridades en una misma cinta que aborda, como otros tantos casos reales, la vida de un importante ejecutivo de Hollywood en los años 50, llamado Eddie Mannix, quien busca (es algo interpretable en la cinta) alejarse de esta prolífica industria y priorizar su vida personal, pero al mismo tiempo dedicarse a la parte del negocio que más le gusta: salvar a los famosos de su ruina pública, es algo verdaderamente entretenido. Cada uno aporta su chispa, su ingenio y personalidad para una cinta con evidente vestuario y ambientación de una época que sigue siendo presumiblemente objetivo de veneración, homenaje y tributo. 

Quienes sigan las trayectorias de las distribuidoras de cine, y por supuesto, las productoras, sabrán que los estudios MGM tuvieron problemas financieros en su momento, lo que los llevó a tomar medidas drásticas. Bueno, aunque esto no es planteado de primera mano, es el contexto en que se sitúa la historia que vemos en pantalla. Mientras entendemos esto, vemos a Brolin robarse la atención del público con su versatilidad y talento, convenciéndonos de comprarle el personaje que siempre tiene una respuesta para cada dilema y una actitud que demostrar ante los demás, con todo y su toque de "hombre ocupado". 

Además de su participación tenemos a Channing Tatum ofreciéndonos, visualmente claro, una estupenda coreografía perfectamente realizada (¿recuerdan la emoción que causó con la cinta Step up -Un paso adelante-?) y cuyo talento bailarín no pasa desapercibido. En el mismo renglón tenemos diálogos chistosos cortesía del siempre elegante Fiennes. Además de retratar las hazañas ejecutivas de Brolin, la película tiene a su favor las referencias a los distintos géneros que pueblan el cine, así como actuaciones y momentos que apelan a una auténtica ingenuidad en términos de lo que es pararse por vez primera ante una cámara y transmitir emociones al público. 

Si bien por momentos la cinta es lenta y parece desviarse en su narrativa (especialmente en las escenas de Clooney), en general es disfrutable, barajando diálogos chistosos que aligeran la modorra que producen cintas clásicas cuya ambientación sólo los más fervientes del cine de antaño disfrutarán. Quienes estén abiertos a todo tipo de películas, esta estará en su lista, por las actuaciones que ofrece, los momentos cómicos, el retrato de un individuo que logró su cometido -no es épica, no pretendo ponerla así, pero al final es lo que se lee del guión- y lo que dejó para Hollywood. Interesante, divertida y con un mensaje importante: los hermanos Coen son directores cuyo estilo hay que seguir. 

2 comentarios:

  1. Le debo reseña a ésta cinta. Divertida y con sus momentos enigmáticos tan clásicos de los Coen, pone el dedo en la llaga sobre el valor del individuo en virtud de sus funciones. Ah, y no puede faltar la inclusión de la señora esposa de Coen, siendo extrangulada por su bufanda. Jajajaja

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Jajajajaja ¡nunca es tarde para comenzar! :)
      Eso sí, es llevadera :p

      Borrar