Crítica a Navidad con los Cooper


Love the Coopers te hará pasar un muy buen rato.

De acuerdo, imaginemos por un segundo que cuando estamos por ver esta película, antes de que terminen los cortos, tenemos la suposición de que la cinta por la que pagamos el boleto terminará en un montón de clichés donde al final todos intercambiarán regalos y cantarán Jingle bells sin parar, con todo y la "magia navideña". ¿Sí? ¿Ya se imaginaron ese momento? Pues bien, esta cinta NO es nada de eso, es diferente y mucho más. 

Con Steve Martin prestando su voz como hilo narrativo de los acontecimientos (tal y como sucedió en Desperate Housewives donde una voz femenina narraba cada episodio) e "interpretando" el personaje menos esperado, la película se desenvuelve bien; con un guión que promete pasar un buen rato, la película apela a un humor universal donde no habrá persona que no suelte una sola risa en toda la película; además cuenta con diálogos astutos y que más de uno podrá notar si presta atención a los detalles de la cinta. 

Navidad con los Cooper (Love the Coopers) es una película con el toque navideño necesario para sentir la nostalgia de la Noche Buena -la tradición de las fiestas decembrinas a pocas semanas de iniciar-, pero más que eso termina siendo una grata cinta familiar donde la convivencia, la alegría, el valor de vivir y aceptar a la familia con todo lo que eso implica, se convierten en los ejes centrales aquí. Sobra decir que la cinta dirigida por Jessie Nelson goza de un elenco adecuado donde todos participan de una manera equilibrada sin sentir que la cinta pierde su camino ni que los talentos aquí reunidos pasan desapercibidos. 

Asimismo, las situaciones que les suceden a unos y otros se compensan en términos de tiempo, se sienten naturales, e incluso las ocurrencias llegan a divertirnos; las causas-efectos de los momentos que embargan a estos personajes son reales, y el tono "absurdo", que de repente se percibe, nos hará sonreír. La química que logran John Goodman (quizá lo recuerden como Pedro Pica-Piedra en la cinta live-action de los años 90) y Diane Keaton es auténtica y transparente; Amanda Seyfried y Alan Arkin es emotiva y remite a un espíritu interpersonal; Olivia Wilde y Jake Lacy son dinámicos, creíbles y originales; y mientras que con Marisa Tomei (futura Tía May en el reinicio de Spiderman...) y Antonie Mackie (Falcon en MARVEL) ofrecen una conversación analítica muy interesante en momentos tan ridículos que hasta divierten, Ed Helms y el resto del elenco presentan ese soporte moral como símbolo clásico de la vida familiar. 

Estamos ante personajes empáticos y dispuestos a pasar una feliz navidad. Es también importante mencionar que la construcción narrativa, y la comprensión que podemos llegar a sentir por los personajes surge gracias a un claro y adecuado trasfondo, espacio en el que tenemos la oportunidad de lidiar con quienes son, con su psicología, para finalmente sentir alegría y paz con las decisiones que toman, porque parte de la cinta habla de eso, de abrirse mundo, de compartir los sentimientos, y ahí es donde se despega este filme de tantos otros del género. Tiene una buena dosis de humor, y el conjugado final de coyunturas se siente adecuado, emotivo y logra un buen resultado. 

4 comentarios:

  1. Debo entender que es una comedia de temporada, con apenas esos pequeños momentos de tensión que se disuelven en la siguiente escena casi sin necesidad de mantequilla. Galletas Horneadas y sweateres lanudos horribles con el reno nariz de borracho.

    Son disfrutables para la ocasión y con un claro sentido mercantil de fomentar el espíritu y ambiente naif del momento. Dado eso mismo, podría recomendar, con reunión familiar, navidad de por medio y Diane Keaton como matriarca: La Joya de la Familia. Está más intercalada entre el drama y la comedia, claramente más cómico que otra cosa, y con un reparto muy interesante. Clichés a granel, traiga su carrito.

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