No respires 2




Repitiendo elementos de la pasada y

 añadiendo nuevos, No respires 2 exagera en el gore.








Por EdSQ

Después de una buena primera parte, llega la secuela de la que supe en algún momento y como la primera me había llamado bastante la atención, decidí darle la oportunidad a esta entrega. La verdad no peca, pero incomoda. Y No respires 2 incomoda bastante. No solamente por el gore (que abunda y el manejo de la cámara no es prudente al respecto —¡qué onda con el guion?—), sino porque incluso la motivación de los personajes no es clarificada desde un inicio, sino manejada como giro de tuerca cerca de la mitad de metraje. 


En la entrega anterior el protagonista, encarnado por Stephen Lang, fue el giro de tuerca para la historia de tres jóvenes delincuentes que ven en él la oportunidad para una "jubilación segura", pero no contaron con su historial como ex-militar, dando paso a giros de tuerca esperados y aderezados con un estupendo suspense y un exquisito manejo de la cámara. Para esta segunda parte, ya cómo es el anciano, lo peligroso que puede ser y todo. Entonces, ¿qué argumento sostendría una nueva entrega? ¿Venganza de la chica que sobrevive al final? No. Una nueva chica que no tiene ninguna relación con los eventos pasados. La secuela me presenta a una niña que, gracias a flashbacks, sé que es un personaje nuevo que es entrenado por el anciano, quien la mantiene "a salvo" de "inesperados" peligros, mismos que tocarán a sus puertas más pronto de lo que imaginan. 

Persecuciones, sangres, violencia, verdades ocultas y una producción a ratos moderada hacen de No respires 2 una cinta que, evidentemente, se apoya en los elementos que funcionaron en la primera parte (el anciano y sus habilidades, el suspense, los "malos" que ignoran sus capacidades, un cierto misterio) para mezclarlo con un guion que exagera y deja que desear, así como la potencialización de las capacidades del ciego. Porque aquí no es sólo cuestión de "Puede escuchar hasta tu vaho..." ¡no!, puede sentirte a un kilómetro de distancia si es preciso. 

Y en contraparte, su "vulnerabilidad" es que ahora no es letal en peleas cuerpo a cuerpo; es eficiente, pero no más, además de su senilidad..., ralentizando sus movimientos, siendo más consciente al dolor, en fin. Como decía, la cinta es más gráfica que la anterior por causa del guion, que a su vez es motivo de decisión creativa. ¿Eh? Sí, Fede Álvarez (director de la primera) pasa a ser co-guionista, pues la otra parte creativa la desarrolla el primerizo Rodolfo Sayagues. Y vaya que exageró... habrá quien guste de su estilo y manejo de la cámara, nada sutil y "mata-imaginación".

Un punto a favor es cómo construye la narrativa desde un inicio: mantiene un buen misterio durante toda la primera mitad de la cinta, hasta que para no tener "nublada" a la audiencia el guion fuerza a los personajes a revelar sus intenciones y es cuando digo "¡Oh! De acuerdo". Ya después todo es predecible... Los "malos" de la película QUIEREN a la niña a como dé lugar. ¿Por qué? Descúbrelo en la cinta. Su duración es moderada, el gore no lo es y la edición de sonido (esencial aquí) es intensa, pero permite continuar desarrollando al personaje de Lang. Fuera de esto, no gracias. Me quedo con la entrega anterior. 

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