Normalmente los reinicios de franquicias son un punto a favor. Presentan un tono que otras adaptaciones no poseyeron, atinando y empatando con el material de origen, buen elenco o en el apartado histórico-emocional de los personajes a retratar. Para un servidor, esta reinvención de los famosos villanos de DC… no fue un acierto completamente.
El
Escuadrón Suicida,
de James Gunn, presenta paradójicamente un curioso balance entre comedia
y acción, aunque la “intensidad” con la que los plasma a veces rosa lo ridículo
o la auto-parodia. A su vez presenta (punto neutro) personajes con los que la audiencia
no está familiarizada o que pueden resultar novedosos. Apoya el hecho de tener
caras conocidas como Idris Elba (Heimdall en Thor), John Cena, Margot Robbie
(estupenda, como siempre) o incluso a David Dastmalchian (rostro conocido de la
trilogía de Batman de Nolan o Mirror Master en The Flash, la serie
televisiva), a Viola Davis [otra vez] en el papel de la poderosa y temeraria
Amanda Waller y, por supuesto, a Joel Kinnaman repitiendo su papel de Rick Flag.
¡Ah! Y Sylvester Stallone como ñom ñom, ¡digo!, King Shark.
El
elenco es bueno. Hacen todo: arriesgan el cuello, reconocen su locura, presumen
sus habilidades, se cuidan de no morir en el intento, salvan al mundo al tiempo
que hay caras y villanos nuevos. Reconoceremos al gran actor Joaquín Cossío; por
su parte, los fans de Doctor Who reconocerán a Peter Capaldi como
The Thinker, famoso villano del velocista escarlata. Y los acérrimos y
más puristas de DC ubicarán al gran villano de la película como un clásico
personaje de la Liga de la Justicia: Starro. Hasta aquí todo es de
esperarse, pues la primera secuencia de la película —cargada de acción y locura
con un estilo típico de Gunn— anuncia el tono que llevará la película: acción
desmedida, sangre al por mayor, comedia y, por supuesto, acción inspirada en
los cómics.
Como fan de los cómics, sé que esta versión llegó para quedarse y agradezco las referencias y presentaciones de personajes clásicos. Como cinéfilo, me llevo una sensación agridulce, y como persona me quedo pensando en las escenas de acción, los efectos visuales y la violencia a ratos exagerada. Juzgando la escena post-créditos, ¿secuela en camino? Lo siento. ¡Quiero el Ayer´s Cut!
Gracias.
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