La Liga de la Justicia, de Zack Snyder, es CASI
todo lo que uno como fan esperaría del ensamble de DC.
De acuerdo. Escribo estas líneas como fan de cómics, de superhéroes, de cine, de series de TV y mucho más. Escribo como fan casi “purista”, como alocado que se esperó a poder rentar la película. Como fanboy y, tal vez, como crítico. Por lo mismo, espera pasión de estas líneas, espera subjetividad… u objetividad por igual. Sabes perfectamente que soy más fan de Superman que del resto de los superhéroes, aunque varios cómics y enciclopedias mediante estoy al tanto de los 80 o más años que la editorial DC comics (antes Action Cómics) y, por lo mismo, sé lo necesario de Batman, Aquaman, Linterna Verde y demás personajes.
Las líneas de arriba las sostengo y aunque debo confesar que, de niño, Superman me parecía demasiado sexualizado por aquello de la musculatura, así que temporalmente me iba por Batman, ya que su diseño era algo más… «sutil». Pero pasado el tiempo dejé de verlo así y hasta me asombró porque, sí, será todo poderoso, pero (y Batman se lo confirmó a Amanda Waller en Batman/Superman #27) “él no es fuerte a causa de sus poderes, es por su corazón”. Bueno, regresando al presente ensamble… esta película, con todo, es un boleto de emoción, aventura y un respeto a los personajes, porque los desarrolla en su justa medida (el Batman de Ben Affleck sigue sin convencerme y no sé si es por el guion o la recreación del personaje en pantalla, pero si me lo preguntas, sigo creyendo que la mejor actuación es debatible entre Michael Keaton y Christian Bale…).
De
las dos horas y media adicionales logro entender un poco más a Aquaman, pero
desafortunadamente su personaje no está TAN remarcado como en la película
anterior, aunque sí, sus escenas son entretenidas. Quien sí se lleva la gran
sorpresa es Cyborg, con un desarrollo completo, una historia humana y una
conclusión por demás interesante. Y qué decir del [SPOILER] cameo sorpresa,
teorizado por fans y confirmado por el director del general Calvin Swanwick
como el Detective Marciano, estupendamente interpretado por Harry Lennix y que,
además, llega en la escena menos pensada de la película.
La
primera parte, centrada en las amazonas, es un poco lenta en comparación al
resto del metraje, pero, indudablemente, emocionante y entretenida. Snyder no
escatima con los 70 millones de dólares adicionales que recibió para
completar su visión y todo el imponente diseño de Steppenwolf es prueba
suficiente de ello para dar a entender no solamente la seriedad que implicó
terminar este proyecto y dárnoslo a nosotros los fans, sino para también dejar
en claro la pasión que le tiene los cómics; nos dio lo que queríamos… desde que
salió la irrisoria (aunque divertida) versión de Whedon. Por lo tanto, Snyder repara lo anteriormente hecho y prueba de ese gusto que siente por los cómics y la forma en que les rinde homenaje en las películas de DC:
De toda esta verborrea adulatoria, de todas las batallas, de lo que no vi antes, de cómo personajes omitidos en la versión anterior aquí aparecen mejor, de los efectos (no vi ninguno “chafa”), por encima de que esta película me gustó y la compraré (si sale a la venta, claro), pero lo ÚNICO que no puedo perdonar (debo hacerlo, no quiero) es el hecho [SPOILER] de que Darkseid no pase de ser un miserable y emocionante cameo. Quito eso, lo olvido y Zack Snyder´s Cut: Justice League es todo lo que quise ver en esta película. Y lástima que no haya continuación, pues como lo confirmó el director, aunque hay escenas que dan la sensación de continuidad a futuro, ya Zack Snyder ha negado la posibilidad de más entregas.
Por lo que, ya como epílogo, me queda AGRADECER el esfuerzo del director por habernos entregado esta pieza,
por darlo todo y desafiar al estudio que es Warner Bros., renuente a soltarla
en un principio, pero que, con la fuerza, insistencia de los fans, ha sido
posible. ¡Increíble!
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