La Dama y el Vagabundo




Una premisa repetida... pero entretenida.







Por EdSQ.

Creo que dentro de las constantes y bien merecidas críticas a Disney por la decisión de llevar al live-action sus clásicos animados está la vacuidad argumental o una falta de deseo de ofrecer calidad al momento de adaptar sus famosas historias. Ya he visto varias de ellas y, en general, ha rondado la decepción. Quizás es mi ciega fe en el estudio, nostalgia incluida, esperanza ingenua, poder de antaño (yo qué sé) lo que me lleva a seguir viendo sus proyectos “reales” con el anhelo subconsciente de encontrar algo… distinto. ¿Lo hay? No lo sé a ciencia cierta. Lo que sí es que, dentro de la mescolanza de ideas clásicas, descaros muy evidentes, marco histórico y personajes incluidos, La Dama y el Vagabundo no es del todo reprochable.

 


No, no. Espérame. No digo que sea BUENA película. No lo es; está terriblemente caricaturizada y en los momentos de “realismo”, la cinta dirigida por Charlie Bean calca emocionalmente cintas en las que el perro protagónico es inesperadamente sustituido por alguien más. Porque para colmo esta adaptación introduce mucho en donde no es necesario. Francamente no recuerdo que en la versión animada la pareja que adopta a Reina esté camino a recibir a un bebé, giro en los acontecimientos que aquí sirve únicamente para presentar un conflicto secular del que Reina no sabe y con el que eventualmente lidiará. ¿Cómo? Para eso el guión introduce lo más “casual” posible al Vagabundo y juntos comienzan a vivir las aventuras que sé que tendrán, en el condado, todo gracias a la cinta animada como un “recordatorio narrativo” de los eventos que esta propuesta debe vertebrar en torno al relato de amor. 


Y no sé si llamarlo problema, picazón, o simplemente reírme, pero esta versión copia con descaro lo encontrado en (por ejemplo) la nueva versión de Parque Jurásico: el machismo. Y es que veo la misma pareja protagónica en esta cinta de perros: la fémina con modales que no rompe ni un plato, pero al mismo tiempo no conoce más allá de su casa y no sabe lo que es la pobreza, caso contrario al vagabundo, traicionado por el mundo, olvidado y forzado a vivir “robando”. Al principio se resisten, y poco a poco se tratan, conocen… y enamoran. 


Si esto no pasara no sería película, pero ¿no pudieron mejorar el tratamiento de la historia? Quito este elemento y la historia me resulta entretenida. De ahí que no sea TAN reprochable como debería. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario