LIBRO: H.P. LOVECRAT: PARTE II; Ciclo Mítico




Impresionante Lovecraft.



Por EdSQ

Ya estuve aquí una vez. Y en esa ocasión el recorrido fue impresionante, fue meticuloso... y abrumador. La constelación fantástica con la que Howard Phillip Lovecraft redondea, delinea y formaliza su universo es sencillamente inquietante. Personalmente, más que asustarme, me impresionó el detalle que caracteriza su estilo, trabajado en cada palabra de sus relatos, unos más extensos que otros, y vaya que ostenta diferencias en ese sentido. 

Porque si bien H.P. Lovecraft desarrolla a profundidad sus historias en las que el terror a partir de la curiosidad es una constante, muchos de sus relatos giran en torno a abducciones, magia, creaturas inmortales, el ser humano en una constante búsqueda que irremediablemente lo coloca en mortales peligros, etc. y, por lo mismo, noto cierto eco argumental: esta idea de culturas milenarias, poderes ancestrales, culturas antiguas y todo —o la mayoría, al menos—oculto de cualquier población urbana, inasequibles al entendimiento humano, siempre al margen. Y las historias que no, bueno ésas fueron dotadas de cierto misticismo.

Un servidor encuentra en la fantasía creada por Lovecraft una imaginación impecable y, simultáneamente, arrolladora, abrumadora e intrigante; creando relatos de hasta 200 páginas o bien relatos de tan sólo una o dos hojas, es todo un indicativo de que Lovecraft nunca tuvo impedimentos, obstáculos o regresiones. Vamos, no en vano fue EL escritor de terror más famoso (quien diga que King espanta, tiene poco suelle) y prueba de ello está tanto en su forma de construir los relatos como de imaginar demonios, villanos y más, aunque otra constante fue la mención del Necronomicón, que nada más de leer el nombre me tiembla las piernas.

Esto es, más que otra cosa, un homenaje, un atributo al viaje emocional que su antología, grosso modo, me causó. Hacer síntesis de sus casi quinientos relatos ni siquiera es una tarea titánica, es un viaje colosal sin aparente fin, por lo que la disposición aquí es: ¿cómo me hizo sentir? Bueno, me quitó el sueño en dos ocasiones, pero me intrigó muchísimo —como ya dije— porque casi todas sus historias me ofrecieron originalidad. “¿Qué clase de nuevo terror enigmático me espera en la siguiente historia?”, decía al acabar un relato. Y, honestamente, cada uno fue sorpresivo, uno más íntimos que otros, unos más “bíblicos” que otros.

Así, con la escasa adulación que le dedico a Lovecraft en este artículo, quiero dejar en claro que mi admiración hacia es él es un hecho: su talento es indiscutible, su obsesión literaria una leyenda y su estilo famoso atemporalmente. Un autor extremadamente congruente con las reglas de cada uno de sus relatos, lo que es decir muchísimo porque no cualquier escritor lo consigue; siempre hay agujeros de trama, detalles que se escapan y misterios que explicar; en su antología, todo está dispuesto, todo está al servicio de quien lo lee. Y qué maravilla, la verdad. 



La dedicatoria... hasta aquí. ¡Gracias!


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