Día de la Independencia: El contraataque o...¡Mueran hijos de la chingada!



Sí, qué pena. No gozamos de la presencia de Will Smith para esta entrega donde la humanidad y los "aliens" se masacran unos a otros en intento por proteger nuestro planeta, que muy en el fondo podría considerarse como una metáfora sobre la supervivencia que sucede a la búsqueda del poder....¿o no? Parece que bebí durante la función porque busco el oro donde sólo hay tierra. Smith no está presente, y la razón -o una de ellas al menos- es que se debe a su participación en la cinta live-action de Escuadrón Suicida, ya sabes, aquella de DC que se estrena a principios de agosto. 

En la secuela del evento que homenajea el "4 de julio" tenemos un poco de todo, digámoslo así. Tenemos el arco dramático, que sube y baja como si fuera montaña rusa, tenemos ligeros toques de romance, acción trepidante (original no creo, pues parece que las tomas fueron sacadas de otras cintas del género de una forma taaan obvia que parece descaro), giros de tuerca interesantes pero insuficientes, y...sí, variedad de clichés. 

Con el tagline "Tuvimos 20 años para prepararnos. Ellos también", la excusa para la secuela era muy obvia, por lo que bastaba arrellanarnos en el asiento para disfrutar de un buen paquete que tiene sus méritos visuales, una mezcla del elenco de la cinta pasada y un elenco contemporáneo, que pudiera acercar a las nuevas generaciones a las propuestas de una herencia que tiene años de cimiento en la propia mitología humana. Los alienígenas han vuelto para la revancha, para el segundo round y...¿qué hemos aprendido? 

Dejando un poco de lado el aspecto técnico de la cinta (es dirigida por Ronald Emmerich y a este director le encanta la explotación de efectos especiales aderezados con un apocalipsis de comedia...), la cinta juega levemente con temáticas de supervivencia de lo más clásicas sin profundizar mucho en ellas. Los valores en juego, en términos de guión, son la esperanza, la lucha, la perseverancia, el honor, elementos narrativos que contribuyen a un apenas vislumbrable trasfondo de personajes, que generan misterio alrededor de los protagonistas, pero como todo marco en una pintura, se queda en eso y nada más. 

La idea de la humanidad enfrentando su hora más oscura es muy entretenida, la hemos visto en infinidad de cintas (el caso que sé que tuvo mucho impacto fue el de hace 100 años, con la clásica obra La Guerra de los Mundos de Herbert George Wells, y cuya cinta hace algunos años dirigió Spielberg); la que ahora nos trajeron viene con adrenalina y ese espíritu que nos lleva a decir "Lo lograremos. Acabaremos con esos malditos", pero el problema principal es el tono con el que fue producida: tenemos muchos chistes que buscan empatizar con nosotros, varios comic relief, pero nunca se siente una amenaza verdadera. Sí nos elevamos en el asiento al ver a la Madre de la colmena, esa madre caprichosa que se porta muy mal y quiere acabar con toda raza inteligente en el universo (con semejante tamaño me apuesto a que pisó un par de planetas en el camino...), y sentimos que con cada giro la amenaza crece sobre los protagonistas, pero es cuando notamos que el drama se contiene, que cuando la seriedad de la propuesta adquiere cierto grado de tensión, llega la comedia y la debilita, provocando que el filme caiga como una propuesta valerosa muy inflada más que como un mensaje de unión de nuestra cultura humana. 

Y de los clichés ¡ni hablamos!, o si lo hacemos ¿por dónde empezar?, tenemos al viejo loco papá del protagonista (la escena del autobús te dará gracia), tenemos al loco que pasó muuucho tiempo contando ovejas, y despierta con tal lucidez que habla el lenguaje de nuestros huéspedes (correcto, es de la cinta pasada, pero su actuación causa risa); Liam Hemsworth interpreta a Jake Morrison y sus diálogos son un intento por hacer de su personaje uno tridimensional (pasado oscuro, presente brillante) un eje de risa, acción, bravuconería y un poco de valor; sí, le queda el papel, no es novedoso pero entretiene, y a su lado aparece Maika Monroe (¿recuerdas la cinta de suspenso It follows?) como la prometida. Atractiva, valiente, pero rodeada de "esto ya lo vimos". 

Lejos de todo efecto especial y balazo intergaláctico, tenemos elementos visuales interesantes (pasen esa bola blanca, por favor...) que representan la profundidad psicológica en la que supuestamente demostramos que la soberbia que siempre nos caracterizó es un traste que hay que quitarnos. Ojo con el porqué los extraterrestres vienen a saludarnos porque en eso recae lo más interesante de la cinta. 

Es agradable ver a Jeff Goldblum, bastante. El tipo nos vende su imagen de sabiondo, nos entretiene, es de los motores de la cinta, junto con el resto de participantes sacados de otros lados del mundo del entretenimiento. ¿Que si la cinta entretiene? Por supuesto que sí, y sus ya mencionados giros nos engañan, ¿sabes?, nos hacen pensar que el drama, que el peligro aumentará, pero solamente te avisa y no llega; si de avisos hablamos, pues parece que Emmerich anuncia una nueva entrega. ¿Tendremos que esperar otros 20 años? La verdad, no preocupa ni mortifica, porque sales de la cinta con la sensación de haber visto un espectáculo visual, mucha comedia que relaja una cinta que debería ser DRAMÁTICA y que al final termina con todos felices. 

Pásame la cerveza y me acomodo en el asiento, agarraré mi escopeta que escupe láser y mataré a unos cuantos hijos de perra... Es disfrutable, pero como siempre, Emmerich juguetea mucho con los efectos descuidando una premisa que podría ser más contundente. 


2 comentarios:

  1. Esas tres estrellas se sintieron generosas. Francamente me sorprende que no hayan echado toda la historia en los avances, porque se les nota poco contenido en cuanto a los giros y argumentos, al menos los humanos. Siguen sin quedarme muchas ganas de ver la cinta y sobremanera se lo debo al desgaste: hace 20 años, la cinta fue un parteaguas, fue de los primeros ejemplos de sci-fi de acción con exceso de esteroides (Alien, ´La Cosa, y hasta Stargate del mismo Emmerich palidecen ante la magnitud de aquella entrega), donde el patriotismo y heroísmo estaba a la orden del día con la ingeniosa novedad de un héroe intelectual.

    Hoy —y quizás lo digo atropelladamente con el prejuicio de quien no la ha visto— sigue el mismo camino, sigue la misma fórmula en un mundo que ya la vió ser sobreexplotada gracias a las artimañas de Michael Bay.

    Claramente es una cinta entretenida, no sé si mejor o peor que la original, pero se siente desgastada y eso lo hace poco atractiva.

    Por cierto, ese subtítulo ¡¡BIEEENN!! JAjajajajajajjajaja

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    1. Pues con cada remake y adaptación literaria -que me gustan, claro- ya los estudios ignoran las posibles ideas originales y creativas y se enfocan en lo que ya generó dinero en su momento, esperando que el elemento nuevamente impacte.
      Claro que también hay películas originales, pero son mínimas entre el montón.

      Y sobre lo último, jejeje sí ;)

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