El día del fin del Mundo


 

Una muy entretenida cinta de desastres 
con poco más que sólo entretenimiento.








Por EdSQ.


Una cinta de desastres con Gerald Butler y Morena Baccarín a la cabeza, una dupla fresca y que aporta tensión, interés, sentimentalismo y acción a un género explotado. ¿Qué esperar de esta cinta? Todo... y nada. Esperar todo porque sí veo el peligroso elemento del desastre emerger con todos los efectos posibles, además de que la cámara respeta el "realismo" del evento en sí, veo a Butler en la faceta de héroe familiar, esposo falible y padre preocupado. Esperar prácticamente nada porque esta entrega guarda espíritu de familiaridad con varias cintas de desastres; es decir, aporta poco. ¿Las primeras dos películas referenciales que me llegan a la mente? Guerras de los Mundos de Spielberg y 2012, de Emmerich. ¿La tercera en que puedo pensar? Sí, era obvia ¿verdad? Impacto profundo, de Mimi Leder. 

Con la cinta de Spielberg El día del fin del Mundo expone un paralelismo evidente: la familia que no para de moverse, buscando huir de la catástrofe que podría matarlos. Con la de Emmerich, más allá del palmario desastre, la conocida premisa de los búnkeres secretos gubernamentales que podrían proteger a los ciudadanos. Y con la última referencia, la similitud está en la escasa y oportuna dedicación a los impactos titulares: los meteoros que amenazan a la humanidad. 


Pero donde Roman Waugh se distingue es en el tratamiento del guion (Butler, como productor, lo apoyó en preproducción para llevar el concepto de la mejor forma y yo, personalmente, noto el esfuerzo), porque no más no toma ningún concepto presentado (entiéndase cada una de las escapadas en avión, la casa del abuelo, el que John y Allison se reencuentren al último instante, los saqueos, el hijo en su máximo/peor estado de salud, la familia que lo secuestra o incluso los sobrevivientes como personajes unidimensionales) como meta final. De la cinta saco tres hipótesis sobre cómo puede terminar y ninguna de ellas da en el clavo. Entonces, mientras yo descifro cómo esta historia puede concluir; en otras palabras: es predecible y a la vez tampoco; de paso, me entretengo mucho. 


Para ser casi dos horas de metraje la cinta se defiende bien, no pesa, no estorba y se da el lujo de presentar oportunamente las dimensiones de los personajes. No recuerdo algún apartado musical porque el grosor de la película son los dos elementos del póster publicitario: la familia protagónica y el condenado meteoro que destruirá la vida en la Tierra. Sí, sí... muy dramático. Es Hollywood ¿o no? La cámara no se despega de las peripecias que la familia vive, unida o separada; solamente presta atención a los personajes que brindan peso o aporte dramático al momento en que es necesario. En este sentido, el estilo de filmación de Waugh me gusta mucho porque logra un ritmo fluido, entretenido, con la tensión proporcional y los efectos promedio necesarios para lograr la inmersión en esta cinta, haciendo que yo me crea que de verdad un meteoro destruirá el planeta entero. 


Lo más interesante es el concepto "latente" de la película: la idea de que, en pleno Apocalipsis, los gobiernos recluten a las personas de acuerdo a sus profesiones como un recurso o alternativa para reiniciar la vida después de una catástrofe. Esto apenas y es abordado (un par de diálogos y causas de efecto), pero habría sido interesante que la cinta profundizara más en esta perspectiva. Es cuando falla, porque en lugar de irse por lo profundo en una cinta de supervivencia —sí aborda tangencialmente el engaño familiar, el divorcio, los errores—, clava la mirada en la huida, más que en la supervivencia a partir de la profesión de las personas


Pero no, El día del fin del mundo (o El último refugio, como se conoce en España) muestra los vistazos necesarios del cataclismo necesario. Eso sí, goza de un reparto discreto de buenos actores que ofrecen inesperados giros de tuerca que, en sí, no los prevengo, pero su utilidad sí: alargar la cinta, crear conflicto y ver las subtramas posibles para una película en la que escapar de un meteoro gigantesco es la meta principal. 

Gerald Butler me agrada bastante, el papel de héroe le queda bien y Morena Baccarín... es Morena Baccarín. Buen final para la cinta; da esperanza. Entretiene, goza de mejores efectos visuales de los que creí, da espacio a personajes, y aunque no evade los elementos características del género (sentimentalismos, sangre, pérdidas, personajes unidimensionales, carros volcados, muertes, incendios, vistas panorámicas de condominios, etc.), tiene buen ritmo, es ligeramente entrañable y eso me basta. 

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