Superman: Red Son.



Con Superman: Red Son, queda claro que no importa el orden de los hechos, la naturaleza siempre encuentra su equilibrio.


8.0

Tipo de artículo:
Breve Análisis.

La esperada entrega de Superman en su versión soviética ha llegado. Y si bien presenta sus cambios con respecto al cómic —siempre con la intención de adaptar una historia compleja y atiborrada de elementos—, lo cierto es que tampoco me emociona mucho porque sigo encontrando reminiscencias de la versión americana, así como una palpable incertidumbre en un guión que no sabe exactamente a quién antagonizar. 


Lo primero a resaltar es la constante mejora visual; es un agrado ver que la animación casi tradicional, combinada con secuencias en tercera dimensión, sigue dando como resultado un producto emocionante, novedoso, convirtiendo en un deleite visual una historia que se beneficia de esta herramienta, mostrando así, que los productores no escatiman para ofrecer una calidad técnica con precedentes establecidos y profundamente fieles a la serie de películas animadas que anteceden a esta. Lo segundo a resaltar es que la cinta muestra un claro esfuerzo temático (vamos, el cómic mismo así me lo parece) por enfatizar el ¿Qué habría pasado si…?, en un momento en que el famoso Hombre de Acero sigue perdiendo popularidad frente al Caballero Oscuro por el polémico tema de la moral incorruptible y los límites de lo humano.


Aquí, a pesar de que el centro de la premisa es un “aparente” giro en su psicología, la realidad es que los cambios verdaderos están en la caracterización, presentación y motivación del resto de los personajes, sean principales (Luisa Lane, Lana Lang, Lex Luthor) o secundarios (Jimmy Olsen). Y de acuerdo, voy de nuevo: presencio la versión soviética de un emblemático personaje. Y mi problema es que, lejos de que el desarrollo de Superman se distancie sutilmente de su contraparte americana, el guion me presenta a los personajes como si esto fuera un juego de ajedrez que intercambia, suple o quita elementos, aquí y allá, para determinar cómo seguir probando la capacidad del protagonista.


Por esta razón, desmenuzo hasta donde puedo un material interesantísimo; Red Son ofrece algo muy llamativo (el cómic es famoso por una razón): por primera vez una cinta animada se atreve a ir más lejos, presentando un verdadero panorama desolador, desgarrador, mostrando (con varias escenas y puntuales diálogos que podrían haber sido más desalentadores) lo cruel que el mundo real es y cómo el poder para cambiar una realidad, si bien está en ti y en mí, reside principalmente en los gobiernos, en los poderosos. Porque la desdicha que acompa a la pobreza, la hambruna y más, son el motor narrativo del personaje. Es cuando Superman: Red son empieza a convertirse —que no se consuma, lo más triste de todo— en una crítica sociopolítica del ser humano, de los países ricos y de cómo la perspectiva y la opinión pueden cambiar sociedades enteras


Si a eso le agrego la presencia de un Lex Luthor influyente científica, política y económicamente, además de sentimental y honesto, Red Son me parece más interesante que muchas aventuras tradicionales del Hombre de Acero. Porque aquí Superman es capaz de matar por un ideal, de ir más allá. Lex Luthor, disimuladamente distinto a su versión clásica (y esta Luisa Lane no se queda atrás), tiene un papel interesante cuando aparece a cuadro, pero sus acciones hablan de una trascendencia limitada como personaje, pues no va mucho más allá de lo imaginable, no rompe límites ni deslumbra, ya que aquí su objetivo sigue siendo derribar a Superman; no obstante, primero busca hacerlo, no de forma literal, sino simbólicamente. Quiere destruirlo como la figura que es, no como Hombre que era al principio


Por otra parte, son igualmente interesantes son las versiones correspondientes a Mujer Maravilla (Diana de Temiscira aquí) y Batman, cuyo cambio es el atuendo, no ya su psicología: traer justicia a un mundo caído. La pelea entre ambos es brutal y refrescante gracias a que no hay kriptonita de por medio, pero sí subyace la idea de que incluso el más poderoso ser sobre la Tierra es vulnerable a escalas diferentes. Porque, y Luisa Lane se lo dice a Superman, el poder puede confundirse con arrogancia y llevarnos a creer que no hay peligro que nos iguale


Una hora y treinta minutos de vistazos a otros personajes. Esta cinta aporta la idea de un origen distinto para el héroe protagónico, tal y como pasó en Flashpoint. Dirigida por la leyenda Sam Liu y escrita por J.M. DeMatties, Superman: Red Son es una aventura que conjunta los talentos de varias estrellas. No por nada en la trayectoria del realizador y los productores hay muchas joyas animadas, entre las que se encuentran Son of Batman, Emerald Knights, Justice League: Origins, Justice League: Trapped in Time, Batman: Badblood, Justice League vs. Teen Titans, entre otras. 

Conclusión:
Superman: Red Son es una entrega muy entretenida, cuya primera mitad ofrece planteamientos reales muy interesantes, prometiendo un desarrollo diferente del icónico héroe americano para termina ahogándose en elementos comunes que le restan potencia a la narrativa.

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