La Gran Aventura LEGO-2



Sin el encanto o carisma de la cinta anterior, llega The Lego Movie 2, con una trama ligeramente intrincada para entregar moralejas, entre varias, la de aceptarse como se es.

6.7


Tipo de artículo:
Análisis. 

Tengo que admitir que cuando se estrenó la primera entrega, allá por 2014, el espíritu de optimismo que embadurnó la cinta entera, me embargó por igual. De repente, los problemas no eran nada y la vida se tornaba simple, feliz, potencial y prometedora. Algo así fue el efecto que, creo, provocó The Lego Movie, una película bastante original que, además, contenía humor referencial "apelante" a un gran sector de la cultura popular actual. En medio de referencias e infinidad de personajes conocí a Emmett, el protagonista de la cinta que, por si no fuera suficiente, añadió a la efusiva atmósfera de alegría y multicolor, la frase "¡Todo es increíble!". Y puede serlo ¿o no?

Es precisamente a partir de esta frase que podría juzgar si la secuela merece tener el mismo lugar o si el tratamiento del guion (que es un tanto rebuscado) es una decisión creativa acertada, porque es el caso de que me encuentro con una historia, elaborada como un laberinto de obstáculos, cuyo propósito principal es entregar, en su desenlace, dos mensajes distintos: uno sobre la tolerancia y otro sobre aceptar al prójimo tal y como es. Ambas ideas compaginan, el problema recae en que el desarrollo los presenta como antítesis, como premisas distantes para centrarse en un "peligro" del que los personajes no podrán escapar: una boda.

Mi pregunta inicial (y perdona si esto te molesta) es: ¿Por qué seguir dándole TANTO protagonismo a Batman en una cinta que nada tiene que ver con él, salvo el hecho de que apareció en la cinta predecesora? Correcto, seré estricto y riguroso y diré que el protagonismo lo sigue llevando Emmett, pero aun así es mucho para un personaje ajeno, que de por sí aquí termina siendo una [divertida] burla a su mitología y esencia, pero bueno...


La segunda pregunta es: ¿Por qué hacer la cinta demasiado complicada? Las películas animadas, actualmente, tienen dos públicos: el infantil y el adulto. El infante puede alegrarse y entretenerse viendo los muñecos y personajes interactuar, perdiendo, al menos en el plano consciente, todas las ideas, mensajes y simbolismos que una cinta clasificación A puede ocultar. Para la media hora los niños pueden llorar e incluso aburrirse, porque The Lego Movie 2, más allá de divertir y encantar como lo hizo la pasada, la siento atiborrada de elementos y referencias; fluctúa demasiado entre personajes y las dos tramas principales: Lucy y compañía han sido secuestrados por los habitantes de "Hermania" y Emmett, desde su hogar, debe encontrar la manera de rescatar a su amiga y compañeros.


En resumidas cuentas, la película es sobre un rescate consecuencia de la todavía presente "xenofobia", plasmada aquí de manera diluida y divertida, pues se trata de una película INFANTIL. A partir de la premisa de abrazar culturas ajenas, sin importar lo "ajenas" que éstas sean es que toda la historia arranca. Pero ¿lo hace bien? Y cuando como espectador la cinta responde de forma inesperada, en la historia surge el caos. El concepto de la tolerancia cultural es vigente (y las noticias son prueba de ello) y esta película no es insensible al tema, pero su exploración, como toda película infantil, es rebuscada; como un obsequio: lo que importa es el contenido interno, no la envoltura.


Algo similar ocurre aquí, con Emmett intentando a salvar a sus amigos del "Armamaggedon"; viaja a un sitio, conoce a otro sujeto que dice que no lo ayudará, pero sí lo hace; Lucy y compañía son "cambiados" al llegar al nuevo planeta, Batman suelta chistes divertidos; Emmett encuentra a la Liga de la Justicia, se enfrenta a peligros..., Lucy teme por él, sin saber que ellos lo subestiman por ser demasiado alegre y optimista. Una suerte de luz en la oscuridad que, de hecho, combina demasiado con la idea subyacente de que solamente absorbiendo oscuridad y pesar es como se llega a la "realidad"; como se madura o crece.

En medio de tanto obstáculo, yo alcanzo a percibir que Lucy y Emmett simbolizan polos opuestos que, sin embargo, tienen su convincente brillo en pantalla. Él sigue siendo optimista, y eso le ha resultado; ella es oscura, melancólica y piensa que, si Emmett continúa siendo como es, no llegará lejos. La falta de fe en los seres queridos es otro tema delicado, que sin embargo, no exploran del todo, porque los guionista Lord y Miller están más interesados en contar otra historia sobre el individuo y su lugar/influencia en el entorno; por eso la falta de fe queda como anillo al dedo: enseña que la duda comienza en uno mismo y ahí termina. Nada más. Y la cinta lo comprueba en una escena particular, donde presuntamente es el "Final" de la historia.


Así, mientras con el transcurso de los acontecimientos Lucy aprende a aceptar como es a Emmett; él, por su parte, descubre una impactante verdad sobre sí mismo y es cuando toma una decisión crucial que puede salvar o dejar en el olvido todo lo que conoce. Y curioso que toda esta epifanía tenga lugar en una escena de unión y peligro simultáneos, que da cuenta de la dualidad (concepto enfatizado una y una vez en la película) que circula siempre alrededor. Porque The Lego Movie 2 parece señalar que únicamente en los instantes más intensos de la vida es cuando tomo decisiones realmente profundas o que, de una manera particular, hacen mella.

Y tan intrincada como mi propia opinión es la película, porque todo parte de la aceptación ajena (si ya viste la película, sabes que hablo de una escena del principio), de lo importante que es reconocer las señales como un medio d comunicación y porque, antes que temer la llegada de otros, es imprescindible aceptarles y no rechazarles. La bienvenida, y no el rechazo, es el arma comunitaria más poderosa, camino a un universo incluyente y más optimista, como Emmett.


Conclusión:

Esta secuela busca repetir algunas ideas optimistas que su antecesora mostró con originalidad y carisma, pero aquí el guion un poco rebuscado impide apreciarles con detalle; las premisas interesantes volando alrededor nunca aterrizando sanamente, dando como resultado una película cansada a ratos, verborrágica en otros, pero que logra cerrar su ciclo y moraleja. 

1 comentario:

  1. “¡Todo es increíble!”, aunque siendo honestos la segunda parte no fue nada increíble. Me pareció aburrida y los chistes malos. Y sí, aunque Batman no es el protagonista, fue en mi opinión, quién salvó un poco la película.

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