Y por fin pude ver la película. Sí, batallé por encontrar lugares en no menos de cuatro plazas donde tuvieran buenos lugares. ¿El resultado? Un intenso viaje, una aventura de emoción, donde casi le puedes tirar tus palomas en la cabeza al wey del asiento de enfrente porque los giros de trama te mantienen alerta de tal modo que tu corazón bombea litros de sangre en segundos, y es que los efectos y el suspense psicológico en que parece apoyarse la cinta están bien logrados. Blake Lively cumple bastante bien su papel.
Te recuerdo que la película está dirigida por Jaumet Collet Serra, aquél que dirigió a Liam Neeson en las películas de suspenso donde siempre es el héroe incomprendido y que lucha contra los diversos tipos de sistema de corrupción en el mundo. El mismo estilo que te mantiene al borde del asiento en aquellas películas, aquí Collet Serra lo reproduce con puntualidad y eficacia.
Nancy Adams es una estudiante de medicina que, tras un pasado del que nos enteramos en el primer acto de la película -simultáneamente, es un espacio donde descubrimos de qué va la cinta (digo, hasta el póster te lo dice)-, se encamina a una playa particular para disfrutar de las olas. Hasta que ignorando los consejos de unos vacacionistas, se verá en una lucha a muerte con un sangriento tiburón durante todo un día.
Así de sencillo. La película cumple, te da lo que promete: acción, adrenalina, te ofrece estrategias de supervivencia y, un buen taco de ojo con la actriz; pero hay algo más: el personaje, gracias a su caracterización, demuestra que puede enfrentar cualquier obstáculo aun estando casi al borde de la muerte. Si algo más le puedo aplaudir a la película es la edición que precede al ritmo, pues para una cinta de esta naturaleza, lo más normal es que hasta el espectador más inquieto salga dando tumbos o molesto por las diversas pausas que el filme parece tomar por momentos, pero son justo esos instantes donde la aventura se arriesga en mostrarnos la psicología del personaje: ella se dirige a un sitio que tiene un significado especial, y de la misma forma que comienza con pequeños momentos de su vida, todo termina en una lucha por la supervivencia, tanto la personal como la de su pequeño compañero (no hablo del tiburón, si ya la viste, sabes de quién hablo; si todavía no, cuando la veas, me entenderás); sin embargo, es esa lucha por la intimidad emocional, más su carácter bidimensional -estudiante de medicina que es herida por un animal acuático- recubre la cinta de cierto realismo y emoción; de esa forma lo que en un comienzo es importante para ella, al final se convierte en un lugar para demostrarse a sí misma que el buen recuerdo y la perseverancia son cruciales. En el aspecto emocional, es un viaje que todos hemos hecho alguna vez: creemos que una parte de nosotros siempre estará intacta y puede no ser así.
Usar el entorno a tu favor, con todos los recursos posibles, liberarte de una carga emocional y confiar en tus capacidades serán fábulas que la cinta te ofrece. Algo sencillo y eficiente, pero puntual y agradable, más si tienes un pinche tiburón que busca cómo arrancarte la pierna o el brazo para que te desangres antes de alcanzar la orilla de la playa. Eso sí, el primer acto es muy gráfico, por lo que no es recomendable para las personas que sufran ataques de ansiedad o pánico. Lo bueno de ese pedazo es que hay por ahí una muerte que seguro te alegrara, sólo si quieres que Nancy sobreviva. Si eres alguien que ve a todos por igual, sufrirás inevitablemente.
Palomera o "aguacera" (si te llevas una Bonafont) para que no apartes la vista de la pantalla, la película te llevará de aquí para allá, te maravillará por sus cuidados técnicos (el que más sobresalió a mi gusto fue la fotografía) y verás cómo Nancy supera a un tiburón que, para su mala fortuna, sí fue carnívoro. Si eres fan de Blake Lively (quizá la recuerdes de la serie Chica indiscreta -Gossip Girl-), adelante, disfrutarás con su presencia y ángulos; si te gusta el suspense y gritar cada cinco segundos, también; si no, recomiendo otras películas que también están en cartelera actualmente.
Me llenaste un par de huecos... de información con respecto a la filmografía de Collet Serra y también de dónde viene Blake Lively dado es ésta es la segunda vez que la veo, la primera fue en 'El Secreto de Adeline' y ni idea de quién era esa mujer.
ResponderBorrarPor otra parte la edición fue también un gran aporte al desarrollo de la cinta, aunque yo no siento que las muertes y sus efectos, pero claro, después de haber visto cosas como 'Guinea Pig' 'Saló' 'The Huma Centipede' y demás derivadas te insensibilizas un poco. Quizás sea eso.
Confieso que no la vi completa: fuimos en familia, llegué ya empezada y me salí poco antes de la conclusión para acompañar a la abuela. Así que... chance haya que volver a verla.. XD
Ehhh no te apures. Sólo soy alguien con un extraño hobbie que supone conocer la filmografía de algunos actores y directores (que también debería incluir guionistas XD), pero no. Así que la ubico en una posición familiar -actriz y película- y digamos que cumple y tiene su reconocido trasfondo psicológico.
Borrar“Taco de ojo” eso no es ningún logro cuando estás en un medio donde las cirugías, maquillaje en exceso y edición de fotografías y video están a la orden del día. Sólo vi el final de la película, en donde aunque fue emocionante no podemos negar que es por demás absurdo y patético. ¿Ahora resulta qué los humanos nadamos más rápido qué los tiburones? Ja ja y más ja. Aunque la manera de dirigir al tiburón al fondo del océano sí es algo creativo y diferente al resto de las películas de tiburones. Lo sorprendente de estas películas es que siempre el protagonista logra sobrevivir con apenas unos rasguños cuando se enfrentan a animales que pesan toneladas y con dientes que simple y sencillamente te despedazan en un segundo. Ya deberían perder la mitad del cuerpo o un brazo, o morir.
ResponderBorrarAh!! Y pones en el título “tiburón psicópata”, el animal sólo sigue sus instintos. Mejor por “estudiante de medicina babosa” por meterse a nadar donde hay tiburones.
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