Tenía muchas, pero muchas ganas de ver esta cinta. Al final Cuevana me rescató y...no fue tan grata sorpresa como creí. El pequeño y adictivo juego para celulares basado en arrojarle pájaros a los hogares de cerdos llegó a la pantalla grande hace dos meses. Siguiendo mis principios, no estoy en contra de la fidelidad que se pueda o tenga al "material original". De hecho, estoy a favor de saberlo interpretar, adaptar. El problema que le encuentro a la cinta reside en su tratamiento -por no mencionar el tono-.
Red es el protagonista de la cinta. Y como su caracterización y desarrollo -porque éste es uno de los atributos positivos de la película-, es un pájaro con problemas de ira...en apariencia. Sería lógico pensar que toda cinta animada tiene dos públicos: el infantil y el adulto. Así, considero que los guiones de películas dirigidas a los niños siempre son complejas y están bien elaboradas, al construir historias que ofrezcan un sentido emocionante y divertido a los pequeñines y, al mismo tiempo, un sentido de verdad de la vida y moral a los papás. Teniendo esto a la mano, entendemos que Red no es realmente alguien con problemas de ira, sólo es un pobre pájaro con situación de acoso, rechazo social y malentendidos.
El desarrollo de personajes, con todo y lo previsible, será el mayor atributo de la cinta (bueno, después del "aventar pájaros" contra los cerdos, que finalmente es la premisa base del juego de celular en que se sustenta el filme). Porque fuera de eso tiene varios problemas: los estereotipos sexuales (la escena del águila legendaria), el protagonista incomprendido que al final se redime con su comunidad, este mismo héroe incomprendido que acude, por petición de sus "amigos" a pedirle ayuda al "héroe" de todos que ha sido olvidado y se ha retirado (alguien dijo Robots -Dir. Chris Wegde, 2005.) y símbolo sexual de algunos personajes constantes en la cinta. Vamos, es una fijación sexual desmedida oculta bajo el disfraz de redentor. Y los problemas no acaban ahí al presentar una comunidad de pájaros idiotas que, al contrario del protagonista, no parecen razonar mucho la situación a su alrededor (sí, cuando tienes a un invitado lo recibes con gusto, pero antes sabes el porqué de su presencia ¿o no?); Red, con su agudo intelecto, es el motor de una cinta que entretiene por momentos, pero que roba descaradamente secuencias de otras cintas, y no necesariamente hablamos del género infantil, sino incluso de historias más adultas. El giro aquí de los invitados saqueando el hogar del prójimo en busca de "preciados" tesoros no es nuevo (Piratas del Caribe, 2003) o, incluso por aquellas épocas, la secuencia de explosiones me recordó al clímax de Troya (aquella cinta protagonizada por Brad Pitt y Orlando Bloom en 2004).
Ahora bien, si en la cinta nos plantean, como mero entretenimiento emocional y visual, que Red tiene "problemas de ira" (más percepción social que un hecho irrefutable) y es dirigido por un juez poco convincente a un curso de control emocional, ahí tenemos una interesante propuesta que podría despegarse ligeramente del juego y, sí, atentando contra la premisa original que da fundamento a todo, pero después la historia presenta la llegada de los cerdos a la isla en que vive la "parvada", y que además llegan con la intención de robar sus huevos. La transparencia moral con que esto es retratado no es divertida, me gustaría que así hubiera sido, pero aburre, banaliza ridículamente posiciones morales, la verdad del individuo ante la percepción de muchos y, con todo, esto avanza sin mucho qué hacer.
Red y sus allegados deben recuperar lo que les fue robado: sus huevos. Dejando de lado escenas grotescas de chistes sexuales sin el menor sentido y peso argumental, se proponen recuperar sus pertenencias. Acto seguido: destruyen el hogar de sus "enemigos" usando la resortera (sí, del juego...), pero aquí hay algo más: el mensaje subliminal (porque la cinta no tiene nada de esto, claro...): intentan recuperar sus cosas destruyendo el hogar de los cerdos. ¿De verdad? De proponer al principio un tono irónico centrado en la aceptación emocional de uno, pasan a la bondad como eje narrativo, para terminar con "¡Devuélveme esto, cabrón!". ¿Es en serio? ¿Promover la violencia, en lugar de la palabra, como herramienta de solución? Viniendo de una comunidad de pájaros que se presumen coherentes, lógicos y civilizados, esto es un cambio en la ruta poco creíble. Es simpática la escena de la resortera, pero en términos de enseñanza, echa por tierra todo lo bueno que pudiera haber aquí.
Decepciones hay en todos lados, y ésta no será la última, pero definitivamente el juego es mejor ante una cinta que fragmenta secuencias narrativas de otras películas, que resulta poco creíble en el tono y el tratamiento lúdico y que, en algunas escenas, presentan acciones escatológicas que no serían lo más sano para un niño pequeño. Pobre Red, fuiste lo único bueno aquí.
No sé por dónde empezar. Igual por el hecho de estar opinando sobre la crítica más que la cinta porque no la he visto (otra vez), y agregar —de nuevo— que no he jugado el juego primordialmente porque no soy ni seré nunca un consumidor de esa plataforma. No estoy totalmente desvinculado, eso ya sería ridículo, pero no hay forma de atraparme por ahí. En el cine, bueno...
ResponderBorrarNo sé si lo de la 'fijación sexual desmedida' esté relacionada con los 'pájaros' o más simbolismos freudianos por ahí, como sea ya me llamó la atención la cinta XD. (Ya sé, soy un cerdo XD).
Al ver trailer que llegué a presenciar en cines, me surgieron dos posturas:
a) ¡¡NO mames!! ¿es en serio? Esto va a ser un rottundo fracaso.
b) Ese pájaro rojo y gruñón me cayó bien. Todos los demás son una partida de pelmazos.
Y tal parece ser que fue un avance tan transparente que ni con metraje de hora y media (o lo que duró la película) lograron desmentir mi percepción original.
Lo único que me han dejado claro, ésta cinta, Warcraft y otras más es que adaptar los videojuegos al cine no es nada fácil y que aunque el comparativo de consumidores de ambos nichos tenta y mucho por la rentabilidad, sería MUY bueno que antes de aventarse como el borras, al menos un cabrón de los ejecutivos y administrativos involucrados en esos proyectos jugaran el juego y fueran honestos en si pueden hacer la adaptación o no.
Por mi parte sigo esperando la próxima "Silent Hill" que no fue perfecta, pero entendió mejor sus recursos e hizo una buena película, sin más.
Terminé decepcionado del fondo psicológico que planteaba la película. Respeta la esencia del VG, pero que para ello tuvieran que subvertir ciertas cosas, fue deplorable.
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