Criminal. Es una friega que, como te recuerdo, tengo que protegerte.

Sí, aquí vamos de nuevo. Ya parece exceso ¿a poco no? En el género de cintas que constantemente se dedican a bombardearnos con la idea de que la moral que rodea a las agencias gubernamentales -o al mismo gobierno, pues- se sustenta en una hipocresía tal que es increíble que el sistema no haya caído ya. Es un tema abordado constantemente por el cine de espionaje, circunstancia que seguirá dándose, y una de las películas más recientes que me llegan a la cabeza es Londres bajo fuego, donde Butler interpreta al agente que protege al presidente de los E.U.A. de una muerte segura. y es que, bueno, aunque en este caso la cinta Mente Implacable (Criminal) se impone a sí misma saltar más alto, con algunos giros de trama y un aditivo no tan fresco (te cuentan que un reo posee una particularidad neurológica que le permite "recibir" la personalidad y recuerdos de otro sujeto -Reynolds- que muere protegiendo una valiosa información), esta propuesta apenas y tiene voz para hablar por sí misma. 

Con la sinopsis puesta en paréntesis, parecería que la cinta se despega del clásico "un sujeto en otro que intenta recuperar su vida, pero en el camino se encariña con la vida del sujeto al que toma prestado algo suyo y ahora, además de rescatar a la familia del fallecido, deberá salvar al mundo". Como decía, no me parece un aditivo tan fresco, entretiene por momentos y a Costner le sigues creyendo su faceta de hombre rudo o badass, pero fuera de eso, todo transcurre sin pena ni gloria en un género que involucra la acción, una moderada dosis de suspenso, y la nostalgia del personaje finado. 

Entre sus cualidades fílmicas está el ver a Gal Gadot, a quien parece ser que veremos en más producciones después de sus participaciones en Fast & Furious, la reciente Batman v Superman: Dawn of Justice, y la inminente Wonder Woman el próximo año; bueno,  ella actúa bien, las escenas en que aparece la muestran como una madre amorosa; contribuye al desarrollo de una cinta de este calibre; además de que en Costner recae una pequeñísima reflexión: la somera idea de la doble identidad y cómo el subconsciente puede influir en los demás. Dejando esto de lado la película no ofrece muchas novedades. En el caso de Gadot, nada extraordinario pero se agradece su presencia. Algo similar podría decir de Tommy Lee Jones como el doctor que guía a Costner en su proceso mental de adaptación, mientras que con Gary Oldman encontramos una especie de ¿villano? ¿Héroe?, no muy definido, por lo que su constante presencia, con todo y los fúricos gritos, termina siendo un dudoso motor influyente. 

Tiene escenas de acción, algunas peleas que divierten, entretienen y sólo acentúan la "implacabilidad" de Pa Kent, pero con todo el discurso geopolítico de "¡La culpa la tienen los gobiernos! Deben desaparecer" y que para ello el filme reúna a un psicópata terrorista dispuesto a lanzar misiles y traer el apocalipsis, pues...no es muy brillante. No es novedoso, se esfuerza en hacerlo, se empeña en ser algo "serio", no sé si lo consiga.