INJUSTICE 2. ¡Puta madre! Nos invadieron...


El Guasón manipula a Superman para matar a Luisa embarazada haciéndole creer que es Doomsday. Además, al acabar con su esposa destruyó gran parte de Metrópolis. Consumido por la culpa se dirige a la cárcel y mata al archienemigo de Batman, sin que éste pudiera hacer algo más. Resuelto a no permitir que la situación empeore Batman se alía con los que puede para detener la tiranía del Hombre de Acero. 

Eso fue, quizá un poco rebuscado, Injustice: Gods Among Us, en abril de 2013. En aquella entrega, dejando de lado el aspecto interactivo, como fans del universo DC pudimos apreciar las batallas, los lazos y, muy especialmente, el enfrentamiento ideológico entre el Caballero Oscuro y el Último Hijo de Kriptón. Personajes más o menos, la entrega para video-juego dejó en claro la profunda investigación que se había hecho de las historietas de Detective Comics, aspecto que nos llevó a disfrutar múltiples encuentros, situaciones, diálogos que rebosan ironía -esta secuela agudiza este elemento-, así como infinidad de referencias tanto a las cintas animadas, a los cómics y al cine en sí mismo. Por ello la famosa secuela del video-juego que conquistó a millones centró su interés en el pasado de Superman, y con ello presenta al villano en turno: Brainiac, del planeta Colu. Para ello Warner Bros. Home Video construyó una historia que conjunta alusiones a otras historias, pretende ser secuela y al mismo tiempo una nueva historia de acción, plagada de humor.

Es por esta serie de referencias, unas muy buenas, otras muy sutiles y algunas otras que acaparan la trama, que no encuentro perfección en INJUSTICE 2 principalmente por la poca fluidez de su historia. Veo una trama interesante, que se apoya de alianzas, viejos arcos argumentales, que rinde culto al "¿qué pasó?" después de su predecesora, pero que no avanza del todo en lo que corresponde a "¿y luego?". El video-juego explora bastante los acontecimientos posteriores a la batalla de Batman contra un Superman tirano, el conflicto emocional de Diana, la aparición de Kara y su lugar en la Tierra, así como el dudoso regreso del kriptoniano ante la invasión de Brainiac a su planeta adoptivo. 

Muy a pesar de contar con variantes y una acción vertiginosa, no cumple los ciclos en sus subtramas; es decir: no termina de presentar completamente el conflicto central que supone el invasor por mostrar la restauración de la liga y sus escollos personales, dejando casi al final del tercer acto, el encuentro que esperamos tenga mayor tensión narrativa. Eso sí, el doblaje cambia por momentos y la fidelidad a los personajes es garantía. Y dado que las referencia están a la orden del día, mi principal molestia radica en la total omisión al enfrentamiento "origen" entre el Recolector de Mundos y Superman.



El hecho de poner a Brainiac como motivo de una secuela suena interesante, no muy original, pero es un recurso con potencial que, da la impresión, los creadores no supieron manejar. Esto es porque, aunque reconozco que Batman no está presidiendo la trama como yo creí que sería, sí opaca el que pudo ser un enfrentamiento intelectual entre Superman y Brainiac, ¿o ya olvidamos Superman: desatado? Me incomoda sobremanera que el guion no permitiera una solución de este calibre, pero en vista de que la historia no se enfoca totalmente en Superman, es lógico que se precisara de una solución más universal. 

Este prudente movimiento en la elaboración de la historia, pese a sus evidentes fallas en giros de tuerca, subtramas y escenas a medio terminar, no mitiga la crudeza y verosimilitud con que las aventuras son narradas. Los gráficos y la acción está bastante bien diseñados, y de nueva cuenta, salvar al mundo no solamente implica la voluntad de los buenos, sino también de las habilidades de los anti-héroes. Y eso es entretenido, además de que le aporta a la historia su sentido unitario. 


Encontramos diferencias, mejoras y novedades en Injustice 2, pero sí me da la fuerte impresión de que buscó abarcar mucho, perdiendo su centro narrativo; continúa explorando levemente las diferencias entre los máximos héroes de la casa editorial, pero el que mucho abarca, poco aprieta, e Injustice 2 se percibe ligero en ese aspecto. Y sin contar que algunas peleas, aunque sea video-juego, lucen poco creíbles, le quita realismo deseado al tema. A pesar de sus adversidades, la secuela es bastante llamativa, interesante y con su epílogo deja abierta la posibilidad de una conclusión. ¿A qué villano meterán en una tercera historia? Recomendable en lo mínimo. 

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