La vez pasada comentábamos acerca de la posibilidad del lenguaje y el hombre como
símbolos naturales, y nos preguntamos, a manera de preludio, si estas categorizaciones
no representan, en alguna escala, una especie de simbolismo que pudiera fungir
como una fuente de aplicación más amplia. Seguimos preguntándonos, con aparente insistencia, si el origen del lenguaje, como el del arte y la religión, no se remonta a una cultura poco asentada todavía, con mirad a la curiosidad por esa realidad objetiva que tanto interesó a los antiguos.
Pero dogmas aparte, debemos cuestionar si eso que buscamos alcanzar no presenta ya un carácter inasequible. ¿Cómo definir
el fenómeno que se nos presenta? Darle conceptos modernos es objetivarnos en
él. ¿Por qué comenzar de esa manera? ¿Por qué incluir metafísica
premeditada sin antes congeniar el fenómeno con su aparente simbolismo
cultural?
Fin de la Parte 2
Idealismo y
Materialismo son “dogmas” en disputa, como lo han sido Espiritualismo y
Naturalismo. Es por eso que el simbolismo se ha vuelto un acontecimiento de
notable envergadura, un espacio en el cual las fronteras entre ciencia y
metafísica lucen preocupantes.
Ahora bien, no
queda fuera de nuestra responsabilidad mencionar que la interpretación de lo
que acontece siempre está directamente vinculado a los hechos experimentales,
encaminados a conceptos fundamentales. Aquí tienen la voz, o más bien la
solicitan, la psicología y la psicobiología, en su etapa moderna, camino ver en
qué forma la realidad se sitúa en la transformación del fenómeno como evento
objetivo.
Cualquier
supuesto práctico con el que comencemos forzosamente hunde sus raíces en un
sitio muy puntual: la determinación conceptual
del lenguaje. En vez de preocuparnos por creer que la relación del lenguaje
con su objeto (en este caso el fenómeno) servirá para ilustrar la incógnita
cultural, más bien deberíamos posicionarnos en otro ámbito: el símbolo del
hombre natural como reflejo del lenguaje simbólico. Lenguaje emotivo.
El lenguaje es
lógico. El lenguaje es una unidad con coherencia propia y funciones sintácticas
todavía analizables. ¿Dónde queda la referencia que lo sustenta con el
significado?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario