Crítica a Sentencia Previa




Basada en el relato corto escrito por Phillip K. Dick, Minority Report es fiel a la esencia del tema. 

Para un servidor, en términos de conocimiento y cultura, los temas de agrado son muy específicos. La moral y la axiología son de los más importantes. El relato escrito por Phillip K. Dick entra en la categoría, planteando una premisa muy interesante, con toques futuristas y una complejidad especial: un mundo donde el crimen es prevenido antes de que suceda. No obstante, en la premisa, altamente política y filosófica, encontramos una curiosa paradoja: el arresto antes del crimen. Nada que no pudiéramos esperar de uno de los grandes autores en la literatura y la ciencia ficción. 

John Anderton es un agente de policía encargado de descifrar los crímenes antes de que sucedan recurriendo a alta tecnología (era 1953 y Dick planteó el tema situándolo en el 2054) para descubrir a la víctima y al culpable, logrando evitar el crimen a minutos o segundos de que éste suceda. Todo cambia cuando descubre que él cometerá un crimen en los próximo tres días. 

En este sentido, la estructura del relato original y la trama de la película son semejantes. Las diferencias vienen con las secuencias, algunos personajes que son omitidos o cambiados de nombre, personalidad y, por supuesto, detalles en las descripciones. Así como lo vemos, la película, más que una base, vendría siendo una "inspiración", en el sentido estricto del término. Además de esta situación, el planteamiento central ("Si evitamos que los criminales cometan su fechoría, técnicamente son inocentes, de modo que el sistema se contradice en el propósito de justicia") es explorado de una manera clara pero breve, tal y como en el relato, que se enfoca en la huida de Anderton de las manos de la justicia.

En la cinta, Cruise interpreta a Anderton, y lo hace bastante bien. La cinta funciona. La psicología del sujeto que busca la verdad (aunque esa "verdad" difiera entre el relato y la película) para salvar su vida se siente en todo momento, y los obstáculos que el protagonista enfrenta nos dan la sensación de realmente tener en carne y hueso al personaje creado por K. Dick. No resulta una sorpresa, y sí de agrado, que el filme haya sido dirigido por la leyenda de Steven Spielberg, quien es conocido por entregar joyas fílmicas (esto si descontamos Control Total). 

La película, que ya dijimos, construye su propia columna vertebral a través de la idea del autor, entretiene y homenajea la creatividad del escritor, dotando al filme de efectivos visuales. Pero además de los evidentes cambios entre el papel y la imagen, relato y película, en varias secuencias el acto I y el II se sienten lentos, como un ligero intento de prolongar la esencia narrativa del relato.  Fuera de ese "relleno" y los múltiples cambios en la película, ésta es entretenida y con su dosis exacta de acción. 

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