Un
final de temporada espectacular con las incógnitas necesarias para la segunda
parte.
Los trece episodios que MARVEL produjo en
colaboración con Netflix dan la idea
de la calidad y la manufactura involucrada. Con Drew Goddard a la cabeza no podía haber manera de que el proyecto
se fuera abajo, y nos tranquiliza saber que la narrativa, y el tono en ella, se
sienten emocionantes a cada segundo.
Viendo un poco de lejos, y a la vez con
lupa esta temporada, la historia tiene diversas lecturas: el problema de los
intereses políticos y cómo éstos destruyen la integridad de quienes se le
acercan, el asunto de las mafias en cualquiera ciudad, las personas que
intentan hacer una diferencia, y cómo las malas decisiones y sus consecuencias,
pueden hundir a alguien hacia el lado más oscuro del alma humana.
Cada episodio, con su impecable diseño de
producción, se siente real, humano, peligroso y seductor a la vez, y si a ello
añadimos la excelente construcción de personajes – sólo de repente Karen (Deborah)
se siente plana en su actuación pero esto en momentos cercanos al clímax – que
hacen del arco dramático una formidable serie de acción que, al estar combinada con toques de thriller
policíaco, dan como resultado una serie sumamente entretenida y con un apego al
canon bastante aceptable.
Un aspecto a favor, y eso por parte de
los guionistas, es que, a pesar de que nos otorgan una temporada
particularmente corta, los episodios se sienten completos y en ellos vemos
infinidad de secuencias de acciones, giros de tuerca y una atmósfera de tensión
e incertidumbre muy palpable. Es gracias a ello que, cuando llegamos al final,
sabemos que ciertas consecuencias impactarán en la vida de los personajes y que
todo siempre cae por su propio peso. El avance es notorio; héroes y villanos
están dispuestos a seguir hasta el final.
Y hablando de los personajes, se agradece
que el guión explique sus motivaciones, que nos dé sus trasfondos, que nos
involucremos con sus historias, para que como espectadores, tengamos la
libertad de empatizar o disentir con ellos, especialmente con Matt (Charlie
Cox) y Kingping (Vicent D´onofrio), quienes ofrecen el perfecto polo de bien y
mal en esta adaptación del clásico de Stan
Lee y logran ofrecer personajes realmente apasionantes y cuyas acciones
desbordan infinidad de matices ante las situaciones que se les presentan. Habrá
otros de los cuales no sepamos mucho, pero igualmente el guión se encarga de
dejarnos clara su presencia en la historia.
N obstante, y como dije antes, sólo en
algunas escenas el personaje de Karen Page (Deborah) no se sienten creíble
emocionalmente, pero ése no es el problema principal. ¿Qué pasó con Claire
(Rosario Dawon)? ¿Aparecerá de nuevo? ¿Cómo aseguran que Kingpin ha sido
despojado de su poder político y criminal?
Ayelet
Zurer ¿te cansaste ya de Warner/DC?
Por cierto: buen diseño con el traje del héroe, aunque la máscara ha perdido su impacto demoníaco… Mientras las incógnitas se resuelven, esperemos ansiosos el estreno de la segunda temporada de…DareDevil.
Por cierto: buen diseño con el traje del héroe, aunque la máscara ha perdido su impacto demoníaco… Mientras las incógnitas se resuelven, esperemos ansiosos el estreno de la segunda temporada de…DareDevil.
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