Detective Pikachu

Expandiendo la mitología del video-juego y la serie televisiva, Detective Pikachu se toma el tiempo para presentar un misterio entretenido. 

8.3

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Crítica.

Esta es nostalgia de la buena. Mucho más que otras... Lo es porque recuerdo perfectamente cuando el extinto (¿o sigue al aire?) Canal 5° anunció la inminente transmisión del programa Pokémon, que reunía a Ash, Misty y Brook en la búsqueda de misteriosas y poderosas creaturas Pokemón. Y sí, soy de la generación que, así como creció con Dragon Ball, Digimon, Superman, Batman, Mujer Maravilla, Spiderman y muchos otros personajes, también creció con Ash buscando ser, primero el mejor maestro pokemón de la historia, para al final ser...simplemente un maestro pokemón. La virtud y belleza de la caricatura radica, claro, en recurrir a la fórmula "buenos contra malos" introduciendo un elemento semi-novedoso episodio tras episodio: nuevas creaturas. 

Sin embargo, para la ocasión los protagonistas son otros (¿los del juego de video?): Tim Goodman (Justin Smith), Pikachu y Lucy, una asistente de CNN (Kathryn Newon). La película comienza con Tim enterándose de la posible muerte de su padre, pero... renuente a resolver el misterio (renuente, incluso, a tener su propio pokémon) regresa al apartamento de su padre para "despedirse" de todo lo que él representó. Es entonces que conoce al pokémon de su progenitor: a Pikachu (con voz de Reynolds y diálogos que arrancan carcajadas sin igual). El pequeño ser amarillo con su característica cola en forma de rayo intenta convencerlo de que su historia —y la de su padre— no termina ahí. Que hay más. ¿Qué será?

Así, a regañadientes Tim se sumerge en el misterio de su padre, acompañado por Pikachu, que sufre de amnesia, convenientemente, y cuya presencia parece estar más ligada a su padre de lo que el chico cree. Mientras ambos se unen para resolver el enigma que los vincula, veo en la película un repertorio de pokémon interesantes (de los primeros 150 que existieron al comienzo de la serie televisiva). Incluso la escena en que aparece Omar Chaparro (inesperada y divertida) vale mucho para ver la película al menos dos veces; también es donde más me divierte Pikachu. Y ya que se trata de una que captura la esencia, no el tiempo, de peleas entre Pokémon, es igualmente la oportunidad para que Tim descubra una extraña sustancia inhalable, capaz de alterar a los pokémon; como una droga. La misma que encontró en su hogar...

Aprecio la secuencia, veo diálogos y momentos divertidos, condimentados por un poco de adrenalina, Pikachu y Tim finalmente escapan y sortean el obstáculo. ¿Qué es esa sustancia y de dónde proviene?

A medida que avanzan en las pistas del misterio, los pokémon van apareciendo y aquí debo admitir que no recordaba a la mitad de ellos. ¡Cuánto tiempo ha pasado! Pero Pikachu... es Pikachu. Y su ingenio, más su comicidad, no pasan de moda. Especialmente con lo adorable y divertido que es. Y eso, más la "galería" de creaturas dispersas por toda la película, los grandes aciertos de la película. Si bien la cinta está basada en el video-juego, vislumbro líneas argumentales prestadas de Pokémon: La Película (1998), donde Mewtwo es el resultado de un experimento de laboratorio y cree que la humanidad es mala, pero un profesor (el padre de Tim) es el rayo de esperanza que ve en una raza condenada; Pikachu incluido. 

Ya cuando Tim, Lucy y Pikachu finalmente llegan al laboratorio (¡impresionantes efectos visuales!) para descubrir gran parte de la trama, enfrentan a pokémon gigantes que les obstaculizan el camino. ¿Fue Mewtwo quien lo mató o fue el CEO de la corporación RYTHM? ¿Qué pasó realmente? Y aunque el misterio detrás de por qué Tim puede entender a Pikachu lo adivino en un momento emocional entre ambos varias escenas antes, este misterio queda revelado después y de una manera espectacular. Uso estos calificativos porque la unión padre-hijo es recreada de la única forma necesaria: al final y sin rodeos. Para el clímax, cuando Tim, Lucy y Pikachu han descifrado, para bien o mal, la situación, enfrentan al villano, resultando ser el CEO (Bill Nighy), supuesto amigo de Harry y finalmente declarado antihéroe de la humanidad con un propósito: una sociedad unificada.  

Y aquí es cuando usualmente rescato el discurso del personaje o película. Un discurso aleccionador y crítico sobre algún aspecto del ser humano, siendo los pokémon el vehículo metafórico en cuestión que serviría de «anclaje» para la historia, pero el discurso no está ahí; no lo hay porque, de entrada, ni la caricatura lo tenía. La moraleja "humana" oculta está en Tim; reacio a buscar a su padre solamente porque éste no estuvo para él cuando era joven, el protagonista vive resentido e indiferente ante la desaparición de su antecesor. Pero, sabemos tú y yo, que la aparición de Pikachu brinda un rayo de esperanza a esa cortina de tristeza que embarga al chico.

El problema principal es que, en una película de creaturas fantásticas, el factor humano, como en Godzilla 2, queda desperdiciado simple y sencillamente porque no son el atractivo principal, pero es una pena que en la caricatura Ash tenía personalidad, un propósito y un carácter positivo y desafiante. Eso, aquí, no existe. 

Conclusión:

Pokémon: Detective Pikachu es una entretenida cinta de misterio y acción, con efectos especiales a la altura del proyecto que, sin embargo, brilla casi completamente por un único factor: Pikachu y compañía. ¡Atrápalos ya!