LUCIFER


Listo para divertirse.



Para hablar al respecto de la serie y del magnífico trabajo de Tom Ellis como el Diablo encarnado me parece oportuno hacerlo en dos formas: primero la temporada 1 y ya después la temporada 2 (todo cortesía de NETFLIX). Shall we?

TEMPORADA 1
Entré a ver la serie por recomendación. El inicio es clásico y bíblico, con su ligera introducción que me hacía pensar me encontraba ante una historia más ficticia que otra cosa y ¡sorpresa!, nada más lejano a la realidad. Tom Ellis nos presenta, capítulo a capítulo, a un Lucifer coqueto, atrevido, bocazas, chistoso, cínico, pero con un ligero toque que nunca lo despega de la realidad, de su entorno.

Lucifer, sin despegarse del concepto bíblico sobre el que se sustenta la serie, ésta asume un carácter policíaco para gusto de su audiencia, aderezándolo con el ya reconocido trabajo actoral de su protagonista estelar. En ocasiones la serie goza de elencos secundarios carismáticos, chistes por doquier y un sentido de justicia que dota a Lucifer de un aura de acción, misterio y comedia adecuados (bastante, diría yo). Así, bajo la dirección y guion de diversos involucrados, Lucifer pasa a ser una historia de aventuras donde el malo resulta ser un bueno con dimensión y el bueno el malo ausente (sí, Dios...).

Los capítulos avanzan -que no son muchos- y, mientras el cínico protagonista lidia con la creíble santurronería de Chloe, nos muestran a los demás personajes: la terapeuta, la demonio, el club bar nocturno, el ex de la detective, el hermano ángel Amenediel deseoso de ser útil a su padre... Lucifer nos sumerge en todo esto, mientras leemos, con el paso de los episodios, el arco dramático camino a su final de temporada: ¿Qué se trae Amenediel entre manos? ¿Quién es ese ladrón que volvió de la muerte? ¿Regresará Lucifer al infierno?

TEMPORADA 2
Respecto a la continuación de ""Mom has escaped..." todo me parece adecuado y el elenco mantiene a flote una trama que a ratos duda, tambalea, y que se sostiene invariablemente gracias al carisma de su protagonista (Ellis) y a la impasibilidad moral de su contraparte, Chloe (Lauren German). La química del dúo es genial y brilla en cada momento. Sin embargo, el humor está mucho más presente y es, incluso, genial.

Ahora que para la segunda temporada el arco dramático de los personajes se dividió en dos partes: encontrar a la mamá, la "diosa de toda la creación" y descubrir el misterio de Chloe, por qué ella vulnera a Lucifer. Entre diversos asesinatos, subtramas celestiales que pasan a ser humanas y Lucifer siendo cínico, coqueto, extrovertido como siempre, y con su toque de sensatez sobrehumana, la segunda temporada colabora un poco más con su faceta sobrenatural.

Aunque el segundo misterio fue desvelado, pero no resuelto, la tercera temporada promete lidiar con la verdadera identidad de Lucifer ante el PDLA. Esta segunda definitivamente iguala a la primera, tiene más comedia que ofrecer, pero a costa de sacrificar más dela trama sobrehumana, aunque claro, demuestra mayor trabajo psicológico en sus personajes y algunas pistas respecto a los personajes principales, esparcidas, pero dejando atrás otros elementos, y ¿debe hacerlo? ¡Más LUCIFER

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