Para hablar del Expresionismo en general, y de su tendencia en Alemania,
es preciso señalar que éste surgió como una reacción frente al impresionismo.
Ya cuando creció plenamente fue en Alemania. Más que un estilo artístico, se
trató de un movimiento comprometido enfrentado, casi de golpe, con una realidad
que no la admitía, por lo que esta diferencia emergió en todas las esferas,
arte, literatura, cine o música.
Situándonos en una perspectiva meramente artística, encontramos que una
oposición se dio. Tal y como pasaba con movimiento vanguardistas semejantes en
aquella época, donde se empleaba más la forma y espacios tradicionales que otra
herramientas, ya que la preocupación inicial era el grado de acercamiento que
se pudiera tener con la realidad.
Las
influencias en su arte fueron varias, al estudiar profundamente las tradiciones
germánicas, más con la enorme presencia y aportación de sus autores más
reconocidos Durero y Cranch. Es así que se utilizó la xilografía (grabado sobre
madera) con una gran tradición en aquel país como telón de fondo, una técnica a
la que le implementaron color y que, por consiguiente, tuvo una enorme
influencia en el aspecto formal constitutivo de las obras. Por otro lado este arte también
fue imbuido por la Secesión Vienesa o de autores como Van Gogh y de escultura
africana y oceánica.
Cada grupo de autores o exponentes tenía principios o criterios que
seguir. Uno de los predominantes fue sin duda la destrucción de las reglas,
centrándose en la búsqueda de la espontaneidad inmersa en el acto creativo.
Esto se debía especialmente a que para ellos el arte era algo subjetivo y
dependiente de su creador, para quien lo importante era la idea. Utilizaban así
formas muy simplificadas y deformadas unidas a colores muy contrastados para de
esa manera intentar transmitir mejor el valor interno de las cosas.
A ver, empecemos por dos cosas:
ResponderBorrar1) Para los que nos valemos de la imagen como medio de expresión nos resulta francamente arrogante suscribir el concepto de arte en nuestra sola identidad. Artistas hay de todos ámbitos y la vocación del artista no es pintar, o esculpir, es crear; con sus manos, con su cuerpo, con su voz, su talento, se valdrá del color, de la línea, del sonido, de la palabra, del sabor, del aroma… El artista es un creador. Es por ello que usualmente se nos denomina artistas plásticos, como renglón puntual de una hoja mucho más grande.
2) Existen realmente tres corrientes expresionistas: Expresionismo, Expresionismo abstracto y Neoimpresionismo. Claramente, aquí nos abocamos al primero.
Y el expresionismo surge como una respuesta al impresionismo, en efecto, por buscar plasmar un concepto más personal, fuera del hasta ese momento ardid por capturar la realidad. El expresionismo buscaba interpretara, deformarla, atribuirle un sello que desconceptualizaba la impresión tangible del mundo hasta volver corpóreo lo intangible.
Es importante recordar que el momento histórico de las vanguardias artísticas es sumamente agitado, lleno de conflictos bélicos, políticos, económicos y sociales, la turbiedad humana en boga desbocada en su carencia de humanidad y rogando por escaparates de creación, por ello es difícil marcar las líneas de tiempo que dividen una corriente de otra, la mayoría surgían a la par y algunas se prestaban valores y técnicas entre sí. El postimpresionismo se funde con el fauvismo y a su vez con el expresionismo, mientras éste contempla el nacimiento casi simultáneo del cubismo y se hermana como quién no quiere la cosa con el surrealismo y la Bauhaus. El caos humanístico también ayudó a la propagación de las corrientes y mientras un artista se gestaba en Alemania, había otros en Francia, Argentina, Estados Unidos, Italia, México, todos compartiendo la misma inquietud.
¿Cómo definir un movimiento en términos tan precisos de movimiento entonces? Por sus similitudes: el expresionismo en todas sus formas buscaba sacar de fondo algo que no se había plasmado hasta entonces con tal fiereza en ningún medio: los demonios internos. La psicología rampante del expresionismo gestó nombres como Munch, Van Gogh, Siqueiros, Gaudí, Käthe-Kollwitz, Kafka, Brecht, entre muchos otros.
Al final sólo puedo agregar que en esto de las vanguardia hubo tanta cosecha que difícilmente se acabaría de explicar en una vida universitaria… sin contar las transvanguardias.