ESCUELA SECUNDARIA.
SALÓN DE CLASES. 10AM
Voz
Lucía, despierta…
Luces. Oscuridad. Luces. Oscuridad. La
silueta borrosa de la MAESTRA hablándole a LUCÍA para que se incorpore
sobre su banca.
MAESTRA
Lucía,
despierta. ¿Estás bien?
Lucía vuelve en sí. Tiene
mucho sueño. Se frota los ojos.
LUCÍA
Perdone
maestra.
Lucía, de catorce
años, cabello castaño, ojos azules, delgada, piel blanca, de actitud amable e
inteligente, está sentada a mitad de la clase de matemáticas en la secundaria
Benner tratando de poner atención pero su cansancio es enorme.
La maestra regresa al
pizarrón a borrar sus anotaciones y seguir con la lección. Lucía la mira como
extrañeza y nota las miradas de algunos sobre ella. Se sonroja, provocando la
risa de todos ellos.
La maestra interviene.
MAESTRA
Lucía, por favor
presta atención.
Los demás, su
atención en el pizarrón.
Los alumnos se voltean para darle su atención
a la maestra y Lucía se une a la actividad.
SALÓN DE CLASES 11AM
El timbre que anuncia
el fin de la clase suena y los alumnos de todas las aulas gritan de alegría. La
maestra se regresa al escritorio a guardar sus pertenencias. Todos salen al
pasillo para reunirse con amigos o molestar a otros.
Lucía permanece
sentada escribiendo cosas y la maestra levanta la mirada para verla.
MAESTRA
¿Qué sucede Lucía? Van varias
veces
que te quedas dormida.
LUCÍA
No consigo dormir en casa.
MAESTRA
¿Por qué, pequeña?
LUCÍA
Ruidos en la calle, discusiones de mis papás.
MAESTRA
Entiendo. Sería bueno que hablaras con ellos.
LUCÍA
Sí, eso haré.
La maestra sonríe y le soba levemente el hombro izquierdo.
MAESTRA
Bien, y si necesita algo, avísame ¿de acuerdo?
Lucía sonríe tímidamente.
LUCÍA
Gracias maestra.
La maestra termina de guardar sus cosas y se despide de ella.
MAESTRA
Hasta pronto, Lucía. Duerme un
poco en la tarde. Te servirá.
LUCÍA
Así lo haré maestra,
gracias.
La maestra sale del salón y Lucía se queda
mirando su partida. Permanece callada.
La siguiente hora de clases comienza y todos
regresan a sus lugares, mientras Lucía se queda mirando las anotaciones del
nuevo profesor en el pizarrón.
PASILLO 2PM
Lucía camina sola hacia la entrada mirando el
piso y distraída de su entorno. Todos los alumnos saliendo igual que ella de la
secundaria caminan a distintas partes, algunos cogen sus bicicletas, otros sus
patinetas y algunos son recogidos por sus padres. Lucía espera a los suyos.
ENTRADA SECUNDARIA 2:30PM
Lucía está sentada en la acera mientras
espera a sus padres en compañía de unos muchachos que conversan a unos metros
de distancia. El sol comienza a agobiar y a provocarle más sueño. Ella decide
levantarse para evitarlo y camina un par de metros cuando escucha un carro a lo
lejos.
Se voltea. Sus PAPÁS van llegando a recogerla.
Lucía se sujeta bien la mochila y saludándolos entra al auto.
INT. CARRO 2:35PM
Su mamá CARMEN, castaña clara y vestida como
ejecutiva atiende una llamada. Su papá FAUSTO, de cabello negro quebrado, ojos
azules y espalda ancha conduce a casa. Por el retrovisor observa a su hija
callada mirando la ciudad.
EXT. CASA. 3:01PM
Lucía y sus papás llegan a casa y se
estacionan. Al bajarse ella se echa la mochila al hombro y sigue a sus padres
al interior. Se dirigen a la cocina.
INT. COCINA 3:20PM
Los tres comen mientras la mamá atiende una
llamada. Cuando la finaliza, se voltea con alegría e ingenuidad a su hija.
CARMEN
¿Y qué tal estuvo su día? ¿Amor? ¿Cariño?
Lucía levanta la mirada que tiene sobre el
brócoli para mirar a su mamá y responder con pesimismo.
LUCÍA
Pues normal. Las
clases bien,
pero volvió a darme
sueño.
La mamá azota el tenedor sobre la mesa.
CARMEN
¡¿Cómo?! Lucía ¿otra
vez? ¿Por qué?
LUCÍA
No consigo quedarme
despierta.
Lucía dejar el tenedor con el pedazo de carne
sobre el plato y levanta la mirada hacia sus padres para mirarlos con tanta
fijeza que su papá se asombra. Carmen sostiene su mirada.
CARMEN
Lucía, hija ¿qué
pasa?
Lucía no puede más y habla sin dejar espacio
para un diálogo.
LUCÍA
Ustedes no están
aquí, se la viven
trabajando, las
clases van pesadas
para mí, cada uno
está en sus cosas
asuntos, pero digo
que me duermo cosas
¿y ya me dan su
atención?
Fausto intenta mediar.
FAUSTO
Hija, no es eso. Es
sólo que
hemos estado muy presionados
por cosas.
LUCÍA
¿Qué cosas papá?
¿QUÉ?
FAUSTO
¡No me levantes la
voz jovencita!
LUCÍA
Tengo derecho a
saber.
FAUSTO
Lo sabrás más
adelante.
LUCÍA
Con ustedes todo es
siempre así,
"más adelante"
y estoy cansada de
eso.
Lucía se levanta, ignora la indicación de su
madre se quedarse a dialogar y se va a su cuarto. Su papá suspira de
arrepentimiento, se frota la cara con las manos cuando ve a su esposa mirándolo
fijamente.
FAUSTO
¿Qué?
CARMEN
¿Es ésa tu idea de
mejorar como
familia? ¡Ya hablamos
de esto!
Carmen se levanta a dejar su plato a medio
terminar en el fregadero mientas Fausto la sigue, hace lo mismo y continúa el
tema.
FAUSTO
Sé que así fue, pero Lucía
necesita entender que a veces
debe sobreponerse a las
situaciones, aguantar y encontrar
soluciones, no gritar y esperar
que todos le hagan caso.
CARMEN
Cariño, tiene catorce
años,
no veinte. ¿Esperas
que madure
de la noche a la
mañana?
Fausto esquiva su mirada para reflexionar el
comentario, deja el trapo sucio en el plástico que sostiene los platos y le
responde.
FAUSTO
Sé que es todavía una
niña.
Con el tiempo
lo entenderá.
Carmen lo besa en la mejilla, deja su
delantal y le dice.
CARMEN
Iré a una junta que tengo
Iré a una junta que tengo
y en la noche hablaremos con ella.
Se trata de unirnos, no
separarnos. ¿De acuerdo?
Fausto permanece callado. Carmen insiste.
CARMEN
¿De acuerdo?
FAUSTO
Sí, de acuerdo.
Cada uno atiende sus compromisos y, antes de
salir a trabajar de nuevo, Fausto le avisa a su hija.
FAUSTO
Lucy, hija, ya
volvemos.
Regresaremos más
tarde.
Silencio.
EXT. CASA 8:05PM
Carmen y Fausto vuelven ya noche, estacionan
sus carros y entran en casa, prendiendo la luz del recibidor. Depositan sus
abrigos en el tendedero café oscuro y suben.
INT. CUARTO LUCÍA 8:10PM
Lucía está pintando en su escritorio
personal, cuando sus padres tocan a la puerta. Lucía detiene su obra de arte y
yendo a su cama a sentarse, exclama.
LUCÍA
Pasen.
Sus padres entran. Cada uno toma una silla y ambos
se sientan frente a su hija. La mamá le acaricia el cabello y con una mirada
amable le dice.
CARMEN
Hija, Lucía, sabes que te amamos mucho y que
queremos tu bien ¿verdad?
LUCÍA
(seria)
Sí, lo sé.
CARMEN
Bueno, también
queremos que
sepas que lamentamos
el
malentendido de esta
tarde.
Somos tus padres y te
queremos, sin
importar qué
pueda pasar ¿de
acuerdo?
Fausto se le acerca más y habla.
FAUSTO
Lo siento hija,
siento lo de
esta tarde. Te
queremos.
Ambos la abrazan y, sin que lo noten, Lucía
sonríe y llora en silencio. Los abraza con más fuerza. Carmen se conmueve y le
repite, con más fuerza, sus palabras.
CARMEN
Te amamos, Lucía.
Muchísimo.
Y cualquier problema
que tengas,
el que sea, puedes
contarnos.
LUCÍA
Lo sé, papá, mamá, y
yo a ustedes.
CARMEN
Ahora descansa para
que mañana
no te duermas en
clase.
Lucía sonríe.
LUCÍA
Claro, mamá.
Cierra los ojos y su madre le da un beso en
la frente. Apagan la luz, cierran la puerta y dejan que su hija duerma bien.
Ellos caminan a su recámara.
ESCUELA SECUNDARIA. INT. SALÓN DE CLASES.
8:05AM
Lucía llega al salón aun deshabitado y deja
sus cosas, anota y dibuja para despejar su mente. Está completamente despierta.
INT. SALÓN DE CLASES. 8:29AM
El timbre suena y los alumnos de pasillos
comienzan a moverse. Lucía observa a los suyos entrar seguidos del profesor,
quien se sienta y al poco tiempo comienza a pasar lista. Lucía recuerda las
palabras de sus padres "Te amamos
hija, mucho", y sonríe.
PASILLO
11:05AM
Lucía se
dirige al consultorio del doctor Sebastián. Al llegar toca y espera la
indicación para entrar.
SEBASTIÁN
¡Adelante!
¡Adelante!
Lucía abre
la puerta y la recibe un saludo amistoso de parte del doctor.
SEBASTIÁN
Lucía ¡qué gusto saber de ti!
¿Cómo te sientes hoy?
Lucía ¡qué gusto saber de ti!
¿Cómo te sientes hoy?
LUCÍA
Muy bien, a decir verdad.
Muy bien, a decir verdad.
Averigüé el significado de
lo que me ocurría.
SEBASTIÁN
¿En serio? ¿Y cuál fue la causa?
LUCÍA
No charlar con mis padres me mantenía
débil. Aprendí a comunicarme con
ellos. Me siento mucho mejor.
SEBASTIÁN
En verdad me alegra escuchar eso, Lucía.
Qué bueno. ¡Sigue así!
LUCÍA
Gracias, con su permiso.
SEBASTIÁN
Adelante.
Lucía se retira y regresa a su salón de clases,
lista para seguir aprendiendo.
FIN
Me parece que no sale completo. Se ven las descripciones pero en los diálogos sólo se alcanzan a ver los
ResponderBorrarNombres. O tal
Vez deba verlo de la lap y no del celular.