Crítica a JL: Gods and Monsters



Con Gods and Monsters estamos ante una historia creativa y realista, acompañada de giros comunes. 

Los detalles alrededor de la trama que encierra esta entrega fueron escasos en su momento, llevándonos a un sinfín de especulaciones en torno al dilema "¿de qué se tratará la nueva cinta de DC Comics?" y todo esto se acentúa, especialmente si nos remitimos a Batman vs Robin, donde exploramos la sociedad aristocrática conocida como La Corte de los Búhos. Parecería que todas estas historias tienen poca articulación. Sin embargo, en el mundo DC sobran las referencias que las unen, con el propósito de que, aun con su famosa inconsistencia narrativa en el impreso, hubiera al menos un hilo que le diera un tono y dirección sensatos, y este hilo sensato se traduce en  esas sutiles pero fuertes referencias a otros personajes secundarios de menor perfil. Elementos que no fallan aquí y que preservan la riqueza de la que goza DC. 

Los detalles asumieron el carácter de rumor con "Superman ¡hijo de Zod!" o "¿Batman un vampiro? ¡Por fin!", entre otros que alcancé a escuchar o leer. Y para los que seguimos a uno u otro personaje, llegamos a pensar que estos rumores serían un giro interesante en la historia. ¿Habría algo más involucrado? La verdad es que sí. Es cuando Dioses y monstruos  llega y juega con nuestro conocimiento del Universo DC, colocando la historia fuera de su zona de confort. ¡Bravo Alan Burnett, Bruce Timm y Sam Liu

La trama, caracterizada por una mitad lenta y una segunda que arranca uniendo las piezas, se centra en los ataques a un grupo de famosos científicos en todo el mundo, entre quienes se encuentran Silas Stone y Ray Palmer, y dichos ataques son perpetrados por criaturas mortíferas que lanzan rayos destructivos (¿alguien dijo OMAC?). Cuando Superman, Batman y la Mujer Maravilla comienzan a investigar la naturaleza de estos ataques, concluyen que alguien busca incriminarlos. ¿Quién y por qué?  

Gracias a los flashbacks que nos narran el nuevo origen de Batman, aquí conocido como Kerr, es que el guión dirigido por Sam Liu, autor de otras buenas cintas de DC, nos presenta de una manera verdaderamente sutil, casi encubierta, los rastros del villano al que enfrentará la liga en esta ocasión. Rápidamente, con la atmósfera de sucesos ya conocidos como la difamación de Lex Luthor (quien hace honor a su primera versión en los cómics) contra Superman y el temor de la humanidad ante el poderío de estos "dioses", es que se puede pensar "¡Ah!, pues fácil: Luthor busca deshacerse de ellos para gobernar el mundo", pero es ahí donde esta historia da un giro interesante y eso se agradece mucho. En esta novedosa presentación de clásicos personajes tenemos a Amanda Waller en una posición que puede sonarle lógica a muchos pero inquietante también. No revelaré cuál para los que no han visto esta película, ya disponible en Mixup...

Con diálogos y acciones que definen mucho mejor la psicología de los grandes héroes de DC, esta historia, por momentos lenta y en otros rápida al presentar de lleno la adrenalina, da muestras de que el universo DC tiene mucho que ofrecer aún. Y es que fuera de las motivaciones que ya conocemos y que delinean cuidadosamente a los personajes, lo novedoso de la cinta es el acercamiento a Kriptón desde otro ángulo, el cómo cambian los papeles del último Hijo de Kriptón, el diseño de Luthor o incluso la interacción de Luisa Lane con Superman

Separándose de entregas como Guerra o Trono de Atlantis, a este respecto Lane es mostrada como una mujer que definitivamente ya no tiene relación amorosa con el Hombre de Acero, sino que se mantienen alejados, especialmente por cuestión ideológica. Vale la pena recalcar, a su vez, que la profundidad psicológica que siempre ha caracterizado a estos personajes aún los acompañan, y cuya huella no teme salir y mostrarse en los momentos más oportunos. Si bien Batman no deja de ser ese detective brillante que conocemos, aquí Superman no se queda atrás, pues otra de las novedades de la cinta es que tenemos a un kriptoniano más rudo, valiente y dispuesto a darse a respetar. Al lado, pero con un trasfondo que se puede antojar psicodélico, tenemos a la Mujer Maravilla, guerrera como en cada versión pero con una dureza personal más creíble. 

Se nota que la producción no escatimó en detalles y supo presumir la riqueza y mitología de cada personaje. El apartado musical se aprecia interesante, siendo un elemento constante con las piezas a cargo de Frederick Weidmann que dan ese toque de renovación necesaria. También, por su parte, el elenco de voces nos es familiar y se agradece su participación para este nuevo proyecto, no obstante, por el lado de la animación, aunque permanece eficiente y elegante, es al principio de la cinta que se siente ochentero y no acorde con la modernización de personajes que vamos viendo. 

Con todo Dioses y monstruos presenta una historia creativa, que puede complacer y responder la hipótesis "¿Qué pasaría si Superman no fuera tan bueno y controlado?" acompañado de un Batman más realista para ser una cinta animada. Ante todo, ciertos guiños visuales que se perciben en el transcurso pueden darle a la trama una nostalgia particular, y acompañada de un villano que no esperamos, pueden hacer de ésta una historia para recordar. 

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