Análisis Crítico a DEATH NOTE




Death Note es interesante, es compleja y goza de una profunda psicología tanto en sus personajes como en su trama. 

Sencillamente increíble. Ahora que he acabado la serie, escrita originalmente como manga por Tsugumi Oba y adaptada al animé gracias a Tetsuro Araki no puedo más que pararme y simplemente aplaudir. ¡Hay tantos aspectos del tema que debatir! Una disculpa si no sigo un orden específico, pero estoy ASOMBRADO. 

En términos simples: Un muchacho con un IQ elevado se encuentra una libreta con el poder de matar siempre que se escriba el nombre de la persona en la misma y, más aún, si se especifica la causa de la muerte. Yo podría decir que ésta es la pieza clave temática, pero el motor, el planteamiento ético de la serie es la idea de un ser humano con el "derecho" a hacerse con ese poder. ¿Es sensato?

Cuando mi mejor amigo Daniel Martínez me platicó de la serie, debo confesar su retórica y actitud coercitiva para lograr sembrar en mí la suficiente curiosidad para ver la serie. Y una vez que comencé, no pude parar... ¿El resultado? Asombro y admiración; aun si no fuera japonesa, pocas series televisivas me han atrapado a este nivel. Por ello recomendaría sin duda alguna esta serie, siempre y cuando el género sea del gusto general. 

Comencemos. Si bien he aclarado antes que parte del eje temático de la historia no me parece completamente original (un anti-héroe que quiere salvar a la humanidad y la figura autoritaria que desea castigarlo por simples principios éticos básicos), sí lo es el desarrollo de la trama y los giros que presenta. 

Cuando llevaba los primeros 6 episodios de la serie, Daniel me pregunta "Ed ¿por quién te vas: Kira o L?" y la realidad...es que titubeo, ya no tengo la seguridad de poder responder lo que en ese momento dije: Kira. Es verdad que Light Yagami a.k.a. Kira es un personaje brillante y psicológicamente fascinante que asombrosamente logra eliminar de sí mismo las sospechas que otros tienen de él o a deshacerse de aquellos que le representan una amenaza a su objetivo, pero creo que se pierde en esa sombra oscura de la sociopatía de una manera sutil pero evidente y termina perdiendo el camino de sus propios principios descuidando la habilidad de L y de sus respectivos seguidores. 

"¡Yo soy la justicia!" proclaman ambos y, si soy honesto, al principio dicha frase no me atrapó, no por otras vertientes de la trama, tales como la idea de que atrapar al protagonista era lo que mantiene el argumento vivo. Me sentía más absorbido por las ideas y el rápido pensamiento de Light que descuidé uno de los ejes centrales del manga: la idea de la justicia por propia mano. De acuerdo, no es un tema novedoso, pero lo es el ponernos a pensar en las consecuencias, si cada uno un día decidiera actuar y prescindir del sistema tan criticado hoy día. 

Soy escritor, estudié filosofía y, dentro de esta ciencia última, mis disciplinas preferidas son la filosofía social y la axiología (ciencia de los valores); me gustan los problemas sociales desde un punto de vista ético. Esta serie entra en la categoría. "Yo soy la justicia". Kira y L se auto-proclaman defensores de sus principios. ¿A qué costo? Si disertara cada pregunta, me volvería retórico sin sentido alguno. No es la intención. Si ambos son la justicia y ambos se esmeran por el mismo objetivo desde posturas diferentes ¿por quién me voy? Pregunta difícil, ahora que he terminado la serie. Tanto Kira como L son estupendos, bien delineados, con motivaciones inquebrantables, astutos, brillantes, opuestos y concomitantes (trabajaron a la par). 

No sabría por quién irme. Su juego del "gato y del ratón" es interesante y la forma como está construida la historia es la novedad, la propuesta. Una libreta con el poder de matar personas. Aliados, enemigos, ilusos, sacrificios, sorpresas y giros impresionantes. Ahora bien, me detengo un momento en un factor importante aquí: la inteligencia de los protagonistas. ¿Quién es más inteligente? Al comienzo me daba la impresión de que tanto L como Kira fanfarroneaban demasiado de sus capacidades. Exageración sería la palabra que escogería. Ambos se pisan los talones, ambos tratan de medir sus decisiones y averiguar el movimiento del otro. Por momentos llegué a marearme con ello, soy honesto y tuve que regresarme, en ocasiones, para entender sus jugadas. 

La historia está perfectamente bien escrita y el porqué de los hechos es claro, pero si bien no me parecen todos justos o agradables, los acontecimientos que se narran son creíbles y entendibles. ¿Hasta dónde puede llegar Light por cumplir su objetivo...? 

Muy tierna Misa Amane, verdaderamente una lástima su desarrollo de personaje y cómo termina su historia; ahí se vislumbra su estereotipo definido... De la familia de Light, pues la mamá es amable y conmueve, la hermana enamora, pero el papá, no sé, pero su muerte me agradó. No me pareció entrañable. Kiyomi Takada...ésa me dolió. ¡Me agradó tanto su personaje! Su muerte, deplorable y odiosa pero, siendo objetivos, necesaria. 

Conforme los capítulos se van sumando y la serie anuncia su inminente final, las jugadas de Light (Kira) me parecieron muy pretenciosas, como si no admitiera la derrota, no la viera llegar o realmente fuera superior a todos los que lo rodeaban, pero siendo francos ¿quién no tendría una actitud semejante en su posición? El "Dios del nuevo mundo" es lo que debe ser: impasible, brillante y calculador.

¿Realmente son Near y Mello inferiores a L como Kira lo señaló? En mi opinión, y digo apenas conozco la serie, es que poseen un intelecto semejante. 

No debemos matar a nadie, con o sin herramientas, sin poderes. Somos demasiados, hay crimen, hay corrupción, hay maldad en el mundo, pero así son todas las culturas. Jugar a ser Dios siempre tiene un precio y, aprovechando estas palabras, sí: la serie tiene fuertes referencias socio-político-religiosas. Un individuo con el poder de hacer de nuestro mundo un verdadero lugar mejor. ¿Cuántos no querríamos hacer una diferencia? Sin tener que matar claro... 

Consultando teorías axiológicas, en Kira podemos vislumbrar el egoísmo ético, doctrina que basa las acciones de un individuo en ciertos intereses que despejan o eliminan principios ajenos. Y es que en el mero final esto cobra mayor fuerza. Cuando Kira se da cuenta de su derrota, creyendo estar cerca de la victoria, revela su pensamiento, su filosofía (¿qué más puede hacer con la gendarmería finalmente atrapándolo?) y Mikami se suicida. En mi opinión, fue el shock del momento lo que acabó con él. Fue otro personaje entrañable, y él representa otro de los aciertos narrativos, pues a pesar de conocerlo poco tiempo uno puede sentirse identificado con su psicología, buena o mala y eso es aplaudible. 

El final me hizo llorar, lo admito, fue realmente impactante, asombroso, inesperado, pues lo imaginaba distinto, feliz o más oscuro, con Kira construyendo su mundo tan utópico, pero manteniendo la intensidad construida en la serie en general. ¡Ah! Eso sí, Ryuk al final dándole el adiós a Light y éste cerrando sus ojos. ¡CARAMBA! 

Una libreta con el poder de matar, un mundo nuevo, un individuo dispuesto a sacrificarse por la humanidad, la autoridad que siempre buscará detenerlo; un sujeto brillante, sus intereses amorosos, buenos, malos, bobos, estresantes; giros de tuerca, acciones de todo tipo: imprevisibles, inesperadas, entendibles, una que otra predecible... Death Note es simplemente maravillosa, imperdible. 

¡Un aplauso!

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