Gracias a NETFLIX, llega LUCIFER: SEASON 4, la serie que, basada en el personaje de cómic creado por Neil Gaiman y desarrollado por Mike Carey para DC Vertigo, retoma la esencia de sus personajes y añade un final oscuro y emocionante.
8.0
Tipo de artículo:
Crítica.
Previously on LUCIFER...
Con un recuento de la serie, y la eventual Temporada 3 tuvimos a Caín siendo el villano principal y a Chloe descubriendo, hacia el final de la Temporada pasada, que Lucifer era realmente el demonio descrito en la Biblia. ¿Qué pasó después?
Después de mucho esperar llega para mí (y para ti y miles de seguidores en el mundo) la Cuarta Temporada de la serie LUCIFER. Mucho se habló sobre los temas centrales de la temporada (Eva, el cómo lidiaría Chloe con la verdadera identidad de Lucifer y el posible triángulo amoroso entre estos personajes), pero adicional a este conflicto, tenemos el arco dramático —poco explorado, eso sí— de Dan y lo que siente por la muerte de Charlotte Richards; tenemos también la comedia dramática de Amenediel y Linda, ahora que ella se embaraza de él. Tengo todo lo de siempre...y un poco más.
Lucifer sigue siendo divertido, imprudente, cegado en sí mismo y en Chloe (sin que sepa bien cómo demostrarlo); sigue con el Lux, con sus desnudistas, con Maze y burlándose de su hermano. Como lo veo, el guion de la nueva temporada respeta la esencia y universo construidos hasta el momento en la serie. Así que una cuarta temporada, ¿qué añade? Para comenzar, el duelo psicológico de Chloe al descubrir quién es realmente LUCIFER. ¿Lo acepta o lo rechaza? Sobre esta pregunta se desarrolla la columna principal de la temporada, y antes de seguir, debo confesarte que solamente sigo la adaptación televisiva, que no tengo acercamiento alguno con el cómic/fuente impresa, por lo que mis impresiones serán gradualmente superficiales. Hecha la advertencia, prosigo.
Como yo, seguramente te asombró que al final de la tercera temporada Lucifer, sin pretenderlo, se le revelara a Chloe como el demonio bíblico. Y me dejó con "¡¡¡¡NOO!!!!" y con una extraña ambivalencia: por un lado, parecía el final perfecto para la serie; por el otro, debía continuar. ¿Qué haría Chloe ante la verdad revelada? ¿Cambiaría de empleo o aceptaría a LUCIFER?
Y en los primeros tres episodios obtuve mi respuesta: Chloe viaja a Roma para aprender la verdad detrás de Lucifer, encontrándose de paso con el sacerdote Kinley (Graham Mc Tavish), quien le advierte de una potencial profecía que podría definir el destino del mundo entero (o Los Ángeles, en este caso...). Así, Chloe discute con el presbítero las alternativas mientras ella continúa luchando con lo que vio y lo que cree que sabe de Lucifer. Y mientras tiene este conflicto emocional, Lucifer se pregunta si ella huyó por rechazarlo o no. Y Chloe vuelve rápido, escondiendo un secreto: ha confabulado con el padre para devolver a Lucifer al infierno. ¿O no?
Con el avance de los episodios, el padre Kinley revela su preocupación: que Lucifer destruya el mundo una vez que se reencuentre con su primer amor. Y ése ¿quién es? Y acabando el episodio 4 descubro que Eva (carismática y maquiavélica Inbar Lavi) está en la Tierra, sí la esposa carnal de Adán, del jardín de Edén. Y todas las piezas comienza a moverse y definir el camino que la temporada tiene reservada para mí, como espectador. ¿Qué esperaba yo? Pues más exploración cómica-sobrenatural ante el hecho de que Chloe descubriera a Lucifer, pero esto, como en las temporadas pasadas, queda dependiendo del ligero tono y margen que la serie siempre ha tenido, con Lucifer bromeando de todo, enojando a Chloe, insultando a Dan e ignorando a Amenediel.
Esperaba un poco más de tensión, de novedad, pero forzar la serie a tomar otro camino atenta, sino contra la esencia del impreso, sí contra el universo planteado hasta el momento. Lavi se adapta como Eve y muestra un personaje ad hoc a la naturaleza del programa, proyectando diversión, malicia sensual y, más que nada, devoción hacia el príncipe de las tinieblas. Y no tengo problema con la inclusión de Eve, se trata de crear nuevos conflictos que permitan el despliegue de matices, de crear capas psicológicas para los personajes. Digo, el hecho de que Chloe sepa la verdad es parte crucial del nuevo guion, pero algo no me cuadra y es Amenediel.
Llega un punto en la serie en que, ignorando su relevancia en el cómic, para la adaptación me pregunto si los guionistas realmente saben qué hacer con él, si es relleno dramático o único anclaje de Lucifer con lo sobrenatural. Y antes de seguir pensando todo eso, veo que los escritores deciden darle un buen empujón y nueva motivación: ser padre. Un poco al estilo de lo que ocurrió con Charmed (1998-2006), aquí explican poco lo que puede ser realmente el hijo de Amenediel y Linda, pero imagino que eso sería explorado en la hipotética Temporada 5. Por ahora, las piezas se acomodan como sólo en LUCIFER podría ser: pateando el trasero de demonios y salvando a los inocentes, con Lucifer al frente.
El demonio por excelencia recurre a su verdadera naturaleza para evitar un caos en el mundo y es cuando se percata de que debe regresar al infierno hasta asegurarse de que ningún otro demonio escapará. Y si bien el final de temporada me deja con un sabor agridulce por dos razones (Chloe le confiesa su amor a Lucifer y él regresa al infierno...en su forma humana), todo esto surge por conflictos no resueltos de manera directa, con Amenediel decepcionándose de la humanidad y maravillándose de ella simultáneamente, pero también con Eve cegada de amor por el diablo bíblico, no el actual. Todo se "revuelve", todos se confrontan y... pues a echar mano del desenlace.
Y aquí, en este punto, es cuando la temporada concluye con el "malo que es bueno salvando al mundo y descubriendo que se odia a sí mismo". Es muy probable que mi nulo acercamiento al impreso fuente obnubile, de algún modo, mi lectura de la serie. Yo espero un tipo de tono más diverso, más sobrenatural, quizás no tanto el triángulo amoroso en sí, porque sería un poco trillado: recurrir a la valoración a partir de dos mujeres en "condena" ante el mismísimo Lucifer habría sido... convencional.
Y, sin embargo, no fue ése completamente el camino elaborado por los guionistas. Para mantener un mínimo toque de sobrenaturalidad en la serie, el asunto de la profecía recupera ese tono ancestral en la historia, con Eve intentando complacer al demonio y el padre Kinley buscando evitar que la profecía se haga realidad, todo se junta, problematiza y sube el tono emocional de la serie. Cuando veo que Lucifer se está físicamente transformando en el demonio, incluso contra su voluntad, es que la serie eleva las apuestas rumbo a un clímax más intenso. Si quito las subtramas de amor hetero, lésbico, de culpa, de arrepentimiento y más, la serie me deja con Lucifer y sus tormentos personales. Que puede ser un buen modo de refrescar la serie, si perdono por un instante su desarrollada relación con la detective Chloe. Si así fuera ¿qué resultado habría?
Una serie estilo La Bella y la Bestia, donde ella descubre que lo ama tal y como es y él odiándose por más por la imagen que le han creado que por lo que realmente es. LUCIFER: TEMPORADA 4 es, como escribía antes, retomar viejos ciclos, viejos argumentos, incluir ángeles y demonios por igual, todo girando alrededor del drama Lucifer-Chloe, y no molesta, pero más exploración psicológica HACIA ELLOS me habría encantado.
Conclusión:
LUCIFER: TEMPORADA 4 es divertida, tiene mejores chistes, es dramática, aborda poco el lado sobrenatural en favor de una alivianada comedia policíaca y, por lo mismo, aunque me convence regularmente la temporada, respeto que la serie nunca quiso ser más. ¿Qué adiciones habrá, pues, en la Temporada 5, de confirmarse?
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