Dedico este especial a un tema que tiene al menos 80 años de antigüedad. Un tema que ha fascinado a millones en el mundo y que al día de hoy termina siendo uno de los elementos más entretenidos jamás inventados: el cómic. Lo que empezó con el más fino arte sensible del dibujo y la inagotable imaginación de escritores y dibujantes que se han atrevido a llevar el concepto de las historias más allá de los límites, ha terminado hoy día por ser un tema popular de inmensa extensión y riqueza por sus aventuras, los misterios y las lecciones épicas sobre el bien y el mal, así como los rasgos psicológicos y patológicos que cada personaje encierra.
Lo he dicho antes y lo sostengo: la fidelidad a una historia es importante. De lo contrario, es sólo inspiración, que no es algo malo, pero "queda a deber". Al dejarse un poco de lado este elemento, las decisiones creativas toman lugar y, aunque muchas de ellas pueden resultar en un sólido acierto o un trabajo arriesgado que cumple su cometido, hay algunas otras que pecan en lo absurdo, insultan la esencia de aquello que quieren plasmar, u olvidan la meta principal: satisfacer a los lectores.
El cómic, que dicho literalmente en español, significa "historieta", es un buen ejemplo de guión gráfico que traduce la emoción, la esperanza, la incógnita y el valor de hacer algo que inicialmente pensamos imposible.
El primer cómic que llegó a mis manos fue Batman: Una muerte en la familia, sí, una de las más de nueve referencias que encontramos en Batman v Superman... pero profundizaré en este punto más adelante. Aquí lo importante es rendir un homenaje al tema del impreso, que sabemos ha sido inspiración desde 1900; el contexto ha cambiado poco, pero las motivaciones sí un poco. MARVEL, DC, Dark Horse, Radical, IDW, entre más de viente editoriales en el mundo, han conjuntado sus capacidades para ofrecernos infinidad de historias desde el siglo pasado. Esto ha permitido que el gusto se rompa en géneros y, más aún, tener la oportunidad, como lectores y audiencia, identificarnos con uno u otro personaje. La fama es otra cantar...
Y digo, el tema me gusta muchísimo, y como seguro a ustedes, a mí me transporta a un universo donde todo es posible, donde mis creencias toman forma y mis ganas de hacer de este mundo un lugar mejor, crecen. La filosofía, al menos como creencia individual, ofrece matices interesantes y más con el enfoque político que los cómics han presentado por años: E.U.A salvando al mundo del desastre. Una y otra vez. Y con desastre, como suele pasar en estos tópicos, siempre la desventura está situada en Europa, Asia, Afganistán o qué sé yo.
Los cómics, bajo la perspectiva psicológica, representa el yo, el no-yo y la posibilidad de sacar lo mejor de nuestra identidad y de convertirnos en lo que deseamos. Algo de esto se aborda aquí, donde se nos dice que nuestro mayor potencial es nuestra voluntad. Sí, Linterna Verde tiene razón, hay que hacerle caso a Hal Jordan... De consuno con esta idea, la voluntad, el realmente querer lograr algo dependerá de nuestro empeño y propósito. Un poco de esto es lo que las historietas nos enseñan, con todo y nuestro lado oscuro y el problema de equilibrio ético.
Del cómic a la pantalla. ¿Han salido bien? ¿Han salido mal? ¿Han muerto en el intento? ¿Han salido buenos resultados? ¿Han reinventado el género? ¿Qué se puede sacar de esto? Las respuesta a estas cuestiones son meramente relativas, y el eje aquí es plenamente subjetivo. En lo que me respecta, la mayoría de las ideas provenientes de Disney, Warner Bros., SONY, Paramount, UNIVERSAL, entre otras, han sido buenas, e incluso han alcanzado el estatuto de buenas adaptaciones según el cómic que usen de pretexto para llevar a la pantalla grande.
Desde Detective Comics hasta La Casa de las Ideas, las historias que, empezaron costando apenas centavos y que hoy día pueden superar los 400 pesos, son hoy fruto de inspiración moral, alimento de nuestra imaginación y premisa del entretenimiento. Lo que empezó como un paradigma en 1900, hoy termina siendo un universo de posibilidades por explorar y explotar para satisfacción colectiva. Si bien mi favorito siempre fue Superman, reconozco, a la vez que admiro, [mucho] la profundidad psicológica que otros héroes, ya sea de la misma DC o de la competencia MARVEL, tienen.
Mi postura es que sus diversas adaptaciones, en más de un 80 %, han sido buenas (dejemos de lado las pésimas películas de Schumacher, la tercera, cuarta de Superman y la del 2006. Siendo objetivos, quizá su mérito más notable sea la desmitificación de los personajes que buscan profundizar en pantalla.
Mientras que este nuevo siglo comenzó tanto con "El castigador", continuó con DareDevil en el 2003, siguió con las cintas de El Hombre-araña dirigidas por Sam Raimi. Como en toda trilogía, la primera es muy buena, la segunda es aceptable y la tercera es imperdonable, por obvias razones... Fue así que cuando llegó Iron Man en el 2008, el universo de MARVEL revolucionó notablemente, entregando cintas que dimensionaban de una forma asombrosa el universo de sus cómics prometiéndonos el codicioso y soberbio viaje llamado Los Vengadores, película que, sin lugar a dudas, es prácticamente una obra maestra; simultáneamente nosotros, como público, nos emocionamos continuamente por las sorpresas que el llamado MCU ("Universo Cinematográfico de Marvel", por sus siglas en inglés), ofrece cada año.
Si ha habido fidelidad en su universo, es algo poco debatible: todo cambio realizado ha sido a favor de su narrativa y de ofrecernos algo verdaderamente emocionante, para que saltemos del asiento tan sólo con ver a nuestros personajes favoritos cobrar vida. Quizá la elección de algunos villanos, o la sustitución de su caracterización, no ha sido del gusto general, pero ello no impidió entregar adaptaciones interesantes, con todo y sus -lo admito- sus bromas ingeniosas.
MARVEL esperó, construyó su universo durante varios años, y muchos esperamos que su llamada Fase 3 comience; en la pantalla chica gozamos de una estupenda adaptación de El hombre sin miedo cuyo enfoque detectivesco y construcción de la narrativa han dejado atrás la entrega del 2003; a la par tenemos su crecimiento con otros personajes, pero para que La Casa de las Ideas siga brindando calidad, deberá mantener en su lista buenos directores que entiendan la esencia de sus impresos, de sus personajes y psicologías, de sus motivaciones y la estructura política que rodea sus situaciones, porque buenos ejemplos de esto tenemos varios. Vas bien, MARVEL, continúa.
En cuanto a DC, bueno, he dicho en repetidas ocasiones que tengo más cómics de su compañía, e incluso mi conocimiento aquí es mayor, pero la neutralidad y el disfrute son mayores a la hora de disfrutar las cintas. DC, siendo honesto, puede presumir de las primeras dos cintas de Superman, específicamente las previas a los años 80, las películas de Batman dirigidas por Burton, y la trilogía de Nolan...además de MOS, su respectiva y fenomenal cinta animada, en la cual enfrenta a mi villano favorito en su universo; MOS cuenta, en buena parte, con una historia interesante y actualizada, integrando muchos de los elementos esenciales que originan a Superman, considerando claro la lucha de titanes del mes pasado.
Haciendo a un lado las cintas animadas, que aquí es claro que DC lleva la ventaja, en términos de adaptación o exactitud en la fidelidad de las historias, la reciente cinta del Capitán América peca en algunos puntos, pero es justa y se compromete en el conflicto que busca retratar.
Es de este modo que entramos al punto final:
¿Qué referencias encontramos en Batman v Superman: El amanecer de la justicia? Bueno, de entrada la que nos remite al famoso arco argumental escrito por Frank Miller: El regreso del Caballero Oscuro, Una Muerte en la familia, la del famoso VG* titulado INJUSTICE: GODS AMONG US, donde un Superman devastado por la muerte de Luisa y su hijo no nacido, arrasa con toda Metrópolis y somete al mundo a su voluntad, hasta que el Batman de un universo alterno lo detiene... Referencias al reinicio conocido como Flashpoint: Paradox, el famosísimo CRISIS EN LAS TIERRAS INFINITAS (la cual actualmente es sustento argumental de la estupenda serie The Flash), también la de Justice League: War, a un antiguo cómic de Superman titulado Must there be a Superman?, uno importantísimo: LA MUERTE DE SUPERMAN, y sobra decirlo, Funerales.
Cómics: Del impreso a la pantalla. ¿Un gran trabajo o algo que se queda en el olvido? Yo diría que son un buen comienzo, y es necesaria la creatividad para no agotar las posibilidades de adaptar excelentes historias y darnos, como público, el sueño de vivir en grande lo que leemos en los impresos. Así que, mientras tanto, disfrutemos el inminente inicio de la Fase 3 de MARVEL y la "apurada" llegada de la Liga de la Justicia, enfrentando al Dios de Apokolips.
* Videojuego, por sus siglas en inglés.
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