Todo Phillips entrega, con Guasón, una exquisita y desquiciante película en la que aprovecha dos elementos: una crítica social y el enorme talento de Phoenix.
9.0
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Tipo de artículo:
Crítica-Veredicto.
No quiero extenderme mucho. Espero no hacerlo. Ser breve, pero conciso
en los aspectos más importantes. ¿Qué me pareció Guasón? Exquisitamente delirante. Preciosamente narrada. Con un par de
"peros" en cuanto al "origen" del personaje, pero imagino
que en esta vida no se puede tener todo ¿o sí? Joaquín Phoenix interpreta
magníficamente al Guasón. Todd Philips me muestra una interesantísima historia de origen, porque
es el origen paulatino, progresista en ascensión psicológica del protagonista. Veo
aquí la misma y fascinante estructura “antes de…” que encontré en HITLER: El nacimiento del mal. Personajes construidos y delineados por su entorno; protagonistas
que eventualmente son “víctimas” de su época. Y creo firmemente que Guasón
no es la excepción a esta fórmula.
Arthur Fleck cuida de su madre Penny, que padece una condición mental. |
Eso sí, es refrescante ver que Phoenix dota a su personaje de
matices distintos a los esperados. No soy particularmente admirador del
universo del Caballero Oscuro, pero lo poco que sé de él me animó a ver esta
película. “El Guasón mata por placer; nunca sabes cuándo, dónde o a qué hora
atacará, matará o masacrará a un inocente”. Digo, palabras de allegados en
torno a por qué el Guasón es un personaje amado como villano, por qué es
icónico y por qué no cualquiera puede interpretarlo —cof, Jared Leto, cof—.
Arthur Fleck se gana la vida como payaso, intentando alegrar a un mundo desquiciado. |
La película ambientada en los años setenta y con una fotografía
hermosa, me recrea la época. Y si bien el diseño de producción y el montaje me
recuerda mucho a The Dark Knigth de Christopher Nolan (no hay espacio para
la queja en este apartado), en resultado “intuitivo” que, como todo director,
Phillips presente guiños de su propia filmografía, valiéndose para ello del
casi siempre admirable Rober De Niro. Su personaje es eco de una época
particular, una de incredulidad, de distracción y donde las ironías y las
observaciones sociales son reflejo, nada más y nada menos, que de un fenómeno
social al que estamos expuesto todos: la inestabilidad socioeconómica.
No dejes de sonreír. |
Son poco más de dos horas en las que lentamente veo peripecias EMPUJAR
al protagonista al caos interno que de por si lucha por suprimir. “Is it just me or the world is getting crazier out
there?”, se pregunta Fleck (Phoenix) en un momento dado. Y es que en toda la cinta respiro la asfixiante
atmósfera de tensión, angustia, corrupción y violencia social que tú y yo
podemos encontrarnos al salir de casa. Una ciudad estresada y estresante porque
la economía y las ganas de sobrevivir pueden conducir a un grupo de personas a
la locura, “olvidándose” de las reglas que los civilizan.
De la alegría a la locura, la línea de delgada. |
Es un punto crítico que el Guasón de Nolan expresó antes y que no está
lejos de la verdad. Aquí, esta premisa perdura —latente— en toda la película,
en la que las referencias a cintas y series de comedia, o incluso a personajes setenteros
que moldearon al protagonista están ahí, como atributo, como homenaje, como
telón de fondo.
A lo mejor no vendría mal decir que Guasón es para todo público, porque puede serlo. Phillips se recata en los momentos gráficos; un uso prudente de la cámara me impide clasificarla como una cinta gore, y aunque cuenta con UN chiste genial, imposible de no reír cuando la escena lo presenta, ostenta un delicado e impresionante balance de justicia en la que, a pesar de que Fleck tiene TODO (y digo TO-DO) para volverse un criminal en sus intenciones y justificaciones, tiene un resquicio de bondad con quien parece merecerlo.
A lo mejor no vendría mal decir que Guasón es para todo público, porque puede serlo. Phillips se recata en los momentos gráficos; un uso prudente de la cámara me impide clasificarla como una cinta gore, y aunque cuenta con UN chiste genial, imposible de no reír cuando la escena lo presenta, ostenta un delicado e impresionante balance de justicia en la que, a pesar de que Fleck tiene TODO (y digo TO-DO) para volverse un criminal en sus intenciones y justificaciones, tiene un resquicio de bondad con quien parece merecerlo.
Con asombrosa maestría, Phoenix logra encarnar la profunda locura y temeridad de un icónico personaje de cómics. |
Todo es planteado, narrado y “enfocado” desde Fleck. A través de
él me percato de la condición social, de la maldad humana, de cómo aún hoy
vivimos tiempos difíciles y que es fácil caer, pero más difícil levantarse, y
por ello vale la pena. Pero ¿hasta qué punto es legítimo contener los malos
sentimientos? ¿Hasta qué punto está permitido que nuestra voluntad nos preserve
en el “buen” camino?
Conclusión:
Recomendable; no puedes perdértela. Más si eres fan de Batman y su universo.
P.D. Si lo quieres más resumido, da click en el siguiente enlace.
Recomendable; no puedes perdértela. Más si eres fan de Batman y su universo.
P.D. Si lo quieres más resumido, da click en el siguiente enlace.
Me encantó la película. Creo que es más interesante el origen de los villanos que el de los súper héroes. Impresionante el cambio físico de Joaquin Phoenix para interpretar al Joker.
ResponderBorrarY aquí estoy otra vez, en el campo de los corazones rotos, o de las ilusiones diáfanas para lo que nos ocupa en este momento. A ver, no pretendo elaborar de más, lo demás es lo de menos.
ResponderBorrarEmpecemos por las observaciones de opinión: ¿es refrescante ver a Phoenix dota de matices distintos
a los esperados? ¿qué es lo esperado?
Y.. a ver, ¿de la filmografía de quién hablas, de Phillips? Todo en su haber has sido churraso tras churrasco, éste es su segundo intento de película seria y la primera que funciona. Además Robert de Niro no había trabajado antes con él. Me confunde esa línea.
El eco que más veo resonar en el guasón de Phoenix es el de la víctima, al autocompasión, y en eso concuerdo contigo: éste no es el Joker, el Guasón ya es un cabrón antes de se caracterización primordial, incluso en The Killing Joke sus motivaciones son de venganza, no de defensa. Y sí, el retrato social —e histórico— que hace del mundo en que se gesta el personaje padece de un problema serio de economías agravadas, corrupción a discreción, y la polarización de grupos sociales. No es que sea nuevo dado que ese siempre ha sido el sello característico de Gótica. Es como una Sin City PG-Rated. Lo que se añade, tal vez es la inquietud que surge ante la desensibilización del otro. Esa otredad de la que hablaba Del Toro en sus películas y que aquí es parte del calvario del personaje. Identificar esa otredad en un personaje y sentir empatía o hasta identificación es entendible, pero que esa empatía recaigan en un psicópata, habla muy mal de la de por sí dañada humanidad.
A pesar de que el universo planteado por Scott Silver y Phillips es una carta aparte, es innegable que se engloba en la mitología del murciélago, desde sus roces con los personajes hasta el entorno que lo gesta. Esa ambigüedad de orígenes poco claros y con más preguntas que respuestas reafirman la condición inesquivable como el némesis de la risa mortal. Todas esas teorías absurdas sobre su identidad y ala ala de los fanáticos no dejan de ser chaquetas mentales, es el Guasón y ya. Es esa autocompasión y lástima por sí mismo lo que le demerita peso al personaje. Ojo, no así a su actuación que es encomiable e impecable en más de una lectura, pero ¿cuándo ha dado una mala actuación este monstruo? Basta ver Her, You Were Never Really Here, Gladiator, Quills, o The Master, para confirmarlo.
Ahora, en lo que a la película desde la experiencia personal… por ahí vi/escuché que el uso tan obvio y marcado de las referencias a las cintas de Scorsese para lograr la estética y atmósfera de Joker, así como de Dark Knight y otras, es un recurso tramposo y no la hace tan buena. Yo no creo eso porque entonces la filmografía completa de Tarantino sería mala. Creo que de hecho le da ese factor cinematográfico del que carecen la enorme mayoría de películas del género —que dicho sea de paso sólo 8 desde 1989 se pueden considerar en este canon—, la saca del montón y demuestra una vez más que los riesgos traen recompensas.
La película es maravillosa y llena de momentos y escenas memorables, desde esa escena inicial alusiva un poco a Pagliacci otro tanto a L’homme qui Rit, hasta el discurso televisivo con un climáx poético para chuparse los dedos. Las actuaciones son de primera, el diseño de producción encomiable, peeeeeerooo, la dirección adolece de inmadurez y el guión, falla de pronto en encontrar a su personaje. Pierden demasiado tiempo en la novia imaginaria y no termina de desarrollar a la mente criminal que todos admiran.
Sí, es la mero película sobre el universo de los superhéroes a la fecha. Sí, es un Guasón memorable. Sí, hay que verla. No, no es la mejor película del año. No, no es el mejor guasón.
Con todo y lo bello que resultó ese viaje, me sigo quedando con el guasón de Ledger. Van tres y no han podido tumbar ese trono. El Joker es un tipo despiadado, manipulador, psicópata, calculador, destructivo y muy divertido. Y hay dos de esas virtudes que le faltan a éste, con perdón de Phoenix que entregó lo mejor y más allá de lo requerido.