Pantera Negra.

La mejor crítica socio-política en MARVEL desde Soldado del Invierno.

Te diré que debes ver la película Pantera Negra por su contenido socio-político en primera instancia. Por la música en segundo lugar. Porque tiene una historia que, sin ser original, toma su tiempo para robarse tu atención. Pese a ser rigurosamente la más reciente cinta del Universo Cinematográfico de MARVEL, tiene la solidez para sentirse como una película aparte, independiente, con MUCHA dimensión y bastante bien armada en sus elementos (personajes, historia, escenas de acción, momentos de profundidad, efectos, aspecto visual...). Independientemente de que forma parte de algo más grande, el buen trabajo y desarrollo del guion por instantes la hace ver como una película con manufactura brillante por sí misma. A ratos parece un enganchador thriller africano; a ratos una cinta de suspenso, por instantes una buena película de venganza, en ocasiones, como una merecida y proporcionada cinta de acción clásica. Esto es Pantera Negra.

Yo era de los que no tenía fe en este film, particularmente porque en mayo llega Guerra Infinita, pero pensé "No. MARVEL tiene un secreto reservado para el final; Pantera Negra debe traer algo más de fondo, alguna sorpresa". Y, más que referencias a las demás cintas (que las hay), me maravilló con una trama que, sin importar que sea remasterización y tome elementos conocidos, por su ejecución y creatividad, te envuelve completamente. 

T´Challa (Chadwick Boseman), a quien vimos debutar momentáneamente en Guerra Civil es ahora el protagonista de su película, a la que sinceramente ya le tocaba su turno de aparecer en la pantalla grande. T´Challa es el príncipe heredero de la mítica ciudad de Wakanda, que en los cómics de MARVEL es el lugar donde abunda el Vibranio, del que sigue el adamantium, la sustancia más dura y poderosa en este universo. Tras la muerte del rey en la cinta individual de Steve Rogers, el protagonista debe volver a su hogar para tomar su puesto en el trono, pero secretos del pasado (que incluyen a otros personajes con el mismo derecho y algunos muy interesantes conflictos políticos) se interpondrán en su camino a la realeza. 

Ésa es la trama a grandes rasgos. No es muy original, novedosa o inesperada, pero se convierte en una cinta obligada por la manera en que Coogler la dirige. Veremos a T´Challa convertirse en rey tras enfrentar los esperados retos que suponen hacer conciencia de su lugar como soberano, muy especialmente porque Coogler y su co-guionista Robert Cole insertan diversos conflictos en la cinta a modo de "cavilación" personal para el protagonista: el villano como un heredero del que nadie tenía noticia salvo unos pocos, las propias dudas del protagonista o la intervención de individuos del mundo exterior ya presentados en cintas anteriores. 

Pantera Negra vale la pena porque es, en términos de género, un drama político-familiar, uno sobre el que la Casa de la Ideas se puede parar con orgullo y poder; esto no solamente por sus escenas de acción y la forma visual en que el director (gracias, MARVEL) rueda sus escenas, sino porque te atrapa con su problemática, porque el protagonista se vuelve cercano a nosotros al tratarse de un ser humano con dudas sobre su propio lugar en el hogar al que pertenece, extendiendo (por razones culturales) su participación para con el mundo. 

La música permite empatizar con la psicología de escena y Chadwick Boseman realiza un estupendo trabajo como Pantera Negra, al vendernos la idea de que es un soberano potencial, noble, ecuánime y con una humildad que roza la inseguridad, pero que forma parte de su crecimiento como futuro rey (ojo a una de las escenas de persecución en Cora del Norte). Es natural dudar del camino que se ha trazado ante nosotros, y en ese sentido la decimo-octava película cinta del estudio explora muy bien las cuestiones que implican meditar nuestro propósito socio-político. Porque ahí es donde la cinta se toma su tiempo para ejercer una crítica que, siendo una cinta MARVEL, es un enfoque refrescante/absorbente al retratar la Ciudad Dorada como el sitio, a nivel de ciencia y tecnología, más poderoso del mundo. 

Y esto permite entrever las dos ideologías que se postulan en la cinta: el "bueno" busca de alguna manera la justicia y la equidad; el villano busca la expansión, la guerra y el conflicto. Situadas estas ideas en el marco analítico que rezuma la película, puede que sea el espacio donde la desaprobación surja con mayor ímpetu por el tema al que apela: la política. Y aunque la cita se avienta a sí misma constantes apologías para suavizar los matices de su argumento (el conflicto como derivación de la expansión armamentista; la dominación como influencia negativa del progreso mundial...), la película "desborda" una conciencia peculiar sobre la pobreza, la situación actual del mundo y la posibilidad (real y verdadera) de acabar con los males que siempre nos han acechado. Pero ¿lo hará realmente? Por eso Coogler utiliza al villano y al héroe como dos aspectos de la misma moneda: paz y guerra, quietud y conflicto; traición y lealtad. T´Challa y ´Jobu.  

Y mientras cinta/protagonista lidian con estas cuestiones, tenemos el peso duro de la película: el villano interpretado por Michael B. Jordan, quien en una actuación sin precedentes, se postula como un digno rival ante Loki y El buitre, pues logra construir un enemigo en toda la extensión de la palabra, un antagonista con dimensión: tiene una motivación clara, una psicología definida y matices muy humanos. Incluso opaca la presencia de Boseman como el héroe de la película; su derrocamiento no parece fortuito..., pero ahí está. 

Quitando lo que es el "contenido duro" de la cinta, que es recibido con manos temblorosas, a mi estimación la película tiene un par de escenas que parecen sacadas del Rey León de Disney, entre otras cintas del estudio, y más con el formidable componente musical, que atrapa y engancha, pero da igualmente esa sensación de casi estar escuchando "El Ciclo de la vida". No obstante, el verdadero problema de la cinta (ahora sí), y curiosamente técnico, es la fotografía: desconozco si Coogler era consciente de que en su rodaje estaba filmando a oscuras, porque salvo por los exteriores y las correspondientes escenas de acción, la cinta se percibe muy oscura y con poca iluminación (escena del casino, por ejemplo); es como el dedo que ponemos en una fotografía, que nos impide apreciarla en su totalidad. 

Lejos del pormenor técnico, Pantera Negra es casi impecable. MARVEL, una vez más, logró un trabajo tan sólido/crítico como Soldado del Invierno donde nos encontramos ante un análisis sobre, no solamente nuestro lugar en el mundo, sino la posibilidad de que los gobiernos se unan por una causa común. Porque, pese a la indiferencia que la discreta publicidad generó por esta cinta, se trata de un drama político-familiar digerible, envolvente y con su propia razón de ser: acabarás disfrutándola y deseando saber más de Wakanda. Dos escenas post-créditos encontrarás, y una tiene ironías políticas muy acertadas.