En mi pequeño hábito por compartir visitas a lugares distintos, recientemente disfruté la visita al restaurante Tori Tori, y digamos, la "sucursal" a la que fui en familia está ubicada en Polanco. En términos de locación y apariencia, el establecimiento sorprende: estando por fuera, no es creíble que lo que hay dentro sea un restaurante. Parece más una mansión de enormes proporciones.
La sorpresa fue agradable. Y es que lo que fuera mi última incursión a sitios culinarios de corte oriental como lo fue El Japonez, la expectativa por el placer de consumir alimentos, la estancia, la ambientación, así como el diseño arquitectónico, resulta en algo llamativo, principalmente en el aspecto cultural; estos sitios se llevan sus "tres estrellas". No puedo decir que la batuta está por encima de un criterio establecido (o el mío), pero como comensal, el disfrute está garantizado.
La comida, que en principio resulta ligeramente cara, es degustable. Las bebidas son ricas sin caer en excesos o una preparación destacable, pero lo que se lleva el premio es el diseño, la estructura y los tonos intensos y oscuros que usan para "modernizar" el concepto.
Todo resulta agradable: la música, la atención y la estructura (casi perfecta). Si bien al movernos puede darnos la sensación de estar en el interior de una "casa de los espejos" porque la cantidad de cristales que hay en cada esquina, la atmósfera ambiental que rodea el lugar nos ofrece la sensación de encontrarnos en un restaurante en sitio tropical, casi como en una playa. Y es agradable. Confuso, pero afable.
Al final, sin ser exigentes y lo que se busca es pasarla bien, el restaurante ToriTori es una muy buena opción. Eso sí, no pidan la clave del WIFI porque es leeeeenta.
Se ve bueno, tendré que visitarlo.
ResponderBorrar-Tacos al Pastor
El recinto destinado para el restaurante Tori Tori fue diseñado por el arquitecto mexicano Michel Rojkind, considerado uno de los más vanguardistas en el área.
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