Crítica a The Boy

Más que terror, parece una cinta de misterio adornada de mucha tensión. 

El cine de terror ha probado ser un reto para las producciones y distribuidoras, en un intento por arriesgarse a ofrecer historias nuevas para cada generación, y si no, por lo menos brindar historias cubiertas de situaciones "cliché" pero refrescadas con buenas actuaciones, efectos visuales aceptables o cualquier clase de detalle que represente un aditivo novedoso. Para todo público, o gran parte de éste, es un hecho que la máxima referencia en este género es El exorcista (1973); para nuestra época, fue del gusto de muchos -incluido el de un servidor- la cinta El conjuro (2013), misma que se apoya mucho de una buena historia, un pasado bien construido e ingeniosos sustos de muerte. 

Cuando vi el único avance de El niño (The Boy), noté dos cosas: pequeños detalles predecibles y una película que prometía sacarme sustos por su simpleza. ¿Fue así al final?, de manera tentativa respondo "Sí". Aunque la premisa, en términos de contenido fue muy elemental, entreteniendo lo suficiente la mayor parte del tiempo. Aquí seguimos la historia de Greta, interpretada por la bella Lauren Cohan, que al estar necesitada de dinero y huyendo de su pasado, acepta un empleo como la nueva niñera de un...muñeco. 

Debo decir que la estructura de la cinta es tan transparente, que como espectadores somos capaces de notar los sutiles cambios de tono del filme, pues mientras que en su primer acto se nos presenta la extravagancia de los personajes principales, desde los papás del niño, la "soledad" que caracteriza el hogar que sirve de "plataforma" para los hechos, así como la evolutiva ingenuidad de Greta, en el segundo acto poco a poco los sustos, más generados por un ingenioso ángulo de cámara y situaciones "espontáneas" que por verdaderos acontecimientos "de otro mundo", van apoderándose de la audiencia (sí, la mayoría brincó del asiento tirando sus palomitas, literalmente); en su tercer acto todo cambia de un modo bastante psicodélico pero al mismo tiempo revelando la psicopatía de ciertos personajes. 

Personalmente no estoy familiarizado con la serie The Walking Dead, misma que tiene extensión en la serie de IDW Cómics, pero conocer a Lauren y verla actuar es gratificante; además de su talento y su evidente atractivo físico, es hábil construyendo personajes creíbles que transmiten infinidad de emociones. Conforma la cinta avanza, Cohan se desenvuelve impecablemente como Greta, un personaje creíble que sabe que debe cumplir con su deber al estar cuidando a un niño que pretende creer está "vivo". Y sí, los sustos están presentes en varias ocasiones, y aunque por momentos la fotografía se torna tan oscura que es imposible definir qué ocurre, la tensión es suficiente para mantenernos atentos a todo lo que pasa; el guión de Stacey Menear y la dirección de William Bren Bell logran atraparnos y convencernos de seguir su historia con atención; ambos logran sumergirnos paulatinamente en esta historia de poco más de dos horas de duración. 

Aun con las buenas actuaciones, y algunas situaciones de relleno como un intento de dramatizar el trasfondo de la protagonista, la cinta funciona como un conjunto de eventos diseñados para generar tensión emocional en la audiencia con un bien pensado toque de suspense, pero como en toda cinta de terror las subtramas no faltan; aquí se plantean intereses amorosos a medio terminar, y casi lo logran... 

Otro punto a favor es el lugar de los hechos, la "locación" donde todo tiene lugar: en este sentido, el diseño de producción y la caracterización de los personas permite que lo que vemos se ensamble lo suficiente como para empatizar con la protagonista en relación a todo lo que vive, con toda la psicología que esto implica, la lógica y la explicación detrás de lo que sucede. En El niño, todo cambia en su clímax, pero gracias a sus dos primeros actos, obtenemos un sólido misterio recubierto de tensión lo suficiente para disfrutar la historia de Greta.