En 1968 Stanley Kubrick sorprendió al mundo con su clásico de la ciencia ficción llamado 2001: A Space Odyssey.
Hay una manera en que podemos definir este clásico y es como "impresionante". Stanley Kubrick es un cineasta reconocido mundialmente, tan legendario como lo es Steven Spielberg. En 1968 Kubrick ofreció al mundo esta cinta, que coescribió y produjo, la cual es considerada una pieza clásica en el cine, y que aun es difícil superar en cada uno de los aspectos que la conforman.
Desde el primer cuadro, apreciamos un estilo visual y una comunicación verdaderamente impecables, transparentes y cuya mezcla es capaz de conectar con la audiencia de una manera íntima pocas veces vista en el cine, sobre todo porque no es necesario mucho diálogo para entender lo que nos narra la cinta, ya que ésta se apoya eficazmente de los ángulos de cámara, de la fotografía cuidadosamente diseñada que lucen esta magnífica pieza de arte y más aún de cómo nos introduce a una humanidad co-relacionada con avances científicos sorprendentes, gracias a un guión perfectamente bien hecho. Y ya que menciono esto, vale la pena añadir que en el aspecto de la fotografía, además de lucir el arte en cuestión, ésta permite presumir la tecnología de aquella época para demostrarnos lo que se logró a finales de los sesenta. Aun cuando sean más de treinta años de diferencia, la realización de Kubrick en esta película es compleja y totalmente aplaudible.
En términos de guión, la historia se divide en cuatro segmentos, espacios donde podemos observar con detalle psicológico y científico aspectos de la vida en la Tierra, desde una "comunidad" de simios, hasta llegar a la cultura humana; mayormente se centra en la misión que rodea a "Clavius", donde seguimos los pasos de un dúo de astronautas, Dave Bowman y Frank Poole, acompañados del "perfecto" HAL 9000, una súper computadora infalible que termina volviéndose contra ellos. Con un ritmo pausado que permite disfrutar uno que otro diálogo humorístico, la cinta es capaz de reflejar la cultura y educación americanas propia del entonces; más que nada tiene sus grandes méritos en la exploración que hace del universo, en hacer posible para nosotros lo que desde la antigüedad ha sido un sueño, y con esto nos remontamos a la filosofía de Parménides.
Eso sobre lo técnico en la narrativa de esta obra fílmica. Sobre la temática, Kubrick se encargó de llevarnos por un exquisito viaje reflexivo de principio a fin, donde a través de la mirada tanto de unos simios con sutiles referencias sociales y humanas, pasamos a la civilización, al menos en un sentido estructuralista. Kubrick, en este punto, es muy preciso al abordar una humanidad en busca de sentido, de entender la esencia que la caracteriza, cómo crece y por qué lo hace. Es de esta manera que el arco narrativo se presenta por momentos visceral, aunque nunca de forma exagerada. La cuestión estética de las exploraciones podrían considerarse la superación humana, el pensamiento en su máxima expresión, y aquí encontramos la referencia que posteriormente se recogió en Terminator: La máquina se vuelve contra el hombre. ¿Es el ser falible una característica peculiar?
Eso sobre lo técnico en la narrativa de esta obra fílmica. Sobre la temática, Kubrick se encargó de llevarnos por un exquisito viaje reflexivo de principio a fin, donde a través de la mirada tanto de unos simios con sutiles referencias sociales y humanas, pasamos a la civilización, al menos en un sentido estructuralista. Kubrick, en este punto, es muy preciso al abordar una humanidad en busca de sentido, de entender la esencia que la caracteriza, cómo crece y por qué lo hace. Es de esta manera que el arco narrativo se presenta por momentos visceral, aunque nunca de forma exagerada. La cuestión estética de las exploraciones podrían considerarse la superación humana, el pensamiento en su máxima expresión, y aquí encontramos la referencia que posteriormente se recogió en Terminator: La máquina se vuelve contra el hombre. ¿Es el ser falible una característica peculiar?
Como dije al comienzo de esta crítica, el trabajo de Kubrick es sencillamente impecable, sorprendente tanto en la ejecución como en la premisa. Para la época, la cinta fue prácticamente un parte-aguas en el género científico de la cinematografía, y el director le imprimió tal pasión al filme, que incluso sirvió de inspiración para grandes franquicias como Star Wars, Blade Runner, Alien, por nombrar algunas. Y ya que hablamos de inspiración, también se llegó a comentar en redes sociales que la cinta del 2014 dirigida por Christopher Nolan titulada Interestellar es básicamente una "re-invención" de la versión de Kubrick. Me parece posible la afirmación. No obstante, la hazaña de Kubrick queda muy por encima con todo su valor de producción, diseño, concepto; aunado a ello la magistral banda sonora a cargo de Richard Strauss nos permite regocijarnos con cada escena que nos presenta Kubrick. La combinación se traduce en un producto de maravillosa estética visual, verbal y una excelente construcción narrativa. Siendo honesto, es una gran virtud y un logro insuperable crear secuencias tan claras, con todo y que hoy día estamos acostumbrados, la mayoría, a un cine más "rápido" y con menos calidad. Desde luego hay quienes tienen preferencia o inclinación por el cine de arte; bueno, esta cinta se lleva un primer lugar en su categoría y género.
Absolutamente cada pieza es formidable: arte, sonido, narrativa, efectos visuales, dirección, edición, fotografía, locación, todo en esta cinta es bello, es hermoso. Una impresionante pieza de arte, porque al final, el cine es arte, es una metáfora de la vida, de la existencia humana, y con 2001: Odisea en el espacio, Kubrick se encarga de mostrarnos lo mucho que desconocemos del universo, las maravillas que hay allá afuera y cómo debemos estar preparados para afrontar la realidad del espacio exterior.
Con su permiso, aquí viene el fanboy.
ResponderBorrarEl neoyorkino de Brooklyn, eminencia de la dirección cinematográfica a nivel mundial marca con esta su octava cinta, un antes y un después en el cine. No sólo adaptó/co-escribió con brillante maestría la historia desarrollada por Arthur C. Clarke, sino que le imprimió al género de la ciencia ficción un nivel técnico, académico e intelectual insospechados. Hasta ese momento la Ciencia Ficción eran películas de matiné para la imaginación infantil y nadie lo tomaba en serio. 2001 vino a cambiar eso.
Cabe señalar que la producción, desarrollo y filmación de dicha película se dio entre 1964 y 1968, es decir 5 años antes de que el hombre llegara a la luna. Ya desde Dr. Strangelove, Kubrick había demostrado una obsesiva atención al detalle, aquí la refina con una investigación exhaustiva y tecnicamente impecable de las implicaciones tecnológicas en una respetuosa proyección posible y de hecho factible. Si bien las cosas no se dieron exactamente como se plantean en esa época, sus principios si son los mismos en cuanto al paralelismo de lo existente.
A pesar de su actitud cínica y morosa, esta película es una de las más optimistas y alentadoras del realizador; explorando la evolución del hombre desde su pasado remoto como Homo habilis, hasta la colonización de la Luna y sus viajes exploratorios por el universo en busca de ese monolito, fuente de saber y dador de luz al ánima humana. Siempre presente, vigilante, cuidadoso y huraño.
Como bien mencionas, ésta fue fuente de inspiración para muchas películas del género que desarrollaron una estética y temáticas más pulidas, incluida la secuela 2010, de 1984.
Como dije anteriormente, estamos ante un parte aguas cinematográfico, no sólo en la técnica, en los efectos visuales, en el desarrollo del género sino en el uso de la música. Antes de 2001, no había mucha asociación entre música-película salvo contadas excepciones como Singin' in the Rain o Casablanca con sus respectivos temas. Pero la inclusión de Ligeti, Khachaturian y el inmortal tema de 'Así Hablaba Zarathustra' de Strauss hacen una amalgama que vuelve imagen y sonido elementos inseparables.
Como pilón quisiera agregar la horrorosa historia del tiempo en que se estrenó la película, muchos críticos la aborrecieron y la tacharon de mala película, al grado de que el Premio de la Academia lo perdiera frente al musical Oliver!.
Con el tiempo reflexionaron y se dieron cuenta de su pendejada, pero ya era tarde. El ÚNICO Óscar que recibió Stanley Kubrick es el de Mejores Efectos Visuales por éste, su pináculo cinematográfico.
No me gustó la película por que no se le entiende, la mejor parte es cuando HAL 9000 se revela y trata de eliminar a los humanos inservibles. Después todos enloquecen y se convierte en una película muy Psicológica.
ResponderBorrar-Tacos al Pastor