Como nota antes de comenzar: por fin asistí a una sala de cine y las medidas de seguridad son bastante aceptables. En todo momento el personal se responsabiliza de los clientes y su seguridad; podemos asistir tranquilamente a revivir la magia del cine.
¡¡Caramba!! Explosivamente intrigante; Tenet es realmente difícil, y a la vez tan divertida como un acertijo, aunque no sería precisamente el sustantivo para adjetivarla, pero en general es una cinta muy bien armada y con sus altibajos. Comenzaré. Las pocas críticas especializadas que leí me hablaban de que Nolan quiso hacer una cinta de espionaje internacional mezclando con ello el tema de los viajes en el tiempo, introduciendo a su vez el concepto científico de la entropía. Creo que Tenet es 80% el primero, 20% el segundo.
Espionaje
internacional al más puro estilo “nolanesco”, por así decirlo, pues en Tenet encuentro una trama compleja, un difícil ritmo
consistente, giros “invisibles” que ahí están, explicaciones científicas prestadas
a debate y personajes al servicio de la historia (me leíste bien, AL SERVICIO DE). Nolan es famoso porque en su cine siempre está presente la premisa "el juego de los sentidos con la realidad" y Tenet lleva el concepto a otro nivel. El gusto por narrar lo tiene y no puedo negárselo.
Para un servidor, lo
más “llevadero” de esta cinta fue el nivel de los conflictos que va superando El
Protagonista, pues de un atentado en una ópera (del cual escapa), pasa a verse envuelto en la
búsqueda de una organización que podría acabar con el mundo —todo a manos de un
multimillonario ruso Andrei Sator (Kenneth Branagh)—, pasando por diferentes sacrificios, torturas, suplantación de identidad y poco más... pues diría que es la clásica ascensión narrativa la eleva el peligro y permite que El Protagonista enfrente su destino y descubra su realidad. Y sí, es nombrado "El Protagonista" porque no son personajes "únicos", sino desechables al servicio de algo; como dice un crítico de otro sitio, estos personajes son funciones.
Desde esta perspectiva, el proceso de ascensión narrativa y complejidad psicológica son palpable aunque sometido, ya que de investigar a un tipo, paso
a un secuestro, una impresionante coreografía reversible, un choque, una cena,
un negocio, un pleito, etc., todo para, finalmente, salvar a la esposa del ruso, que resulta es "infeliz" y que quiere evitar que su esposo malnacido acabe con todo lo que conocemos por ¿envidia?, es como yo lo vería.
Y, esto en el sentido hacia el futuro porque si le doy la vuelta,
surge una narrativa que desvela los secretos del universo planteado por Nolan,
y es cuando todo… va al revés. Y rememoro escenas pasadas (algunas, no todas)
que explican el enredado mundo del espionaje… versión Nolan. Y ¡puf!, aparte ¡qué música más intensa!, me asombro porque este director posee una
consistencia en el manejo de la cámara que no para de asombrarme.
Digo,
este particular estilo de filmación lo sentí muy bien en Dunkirk, y aquí no es que
sobre, pero lo estimo contado. Además de que, según varios críticos, el uso de
CGI empleado aquí es escaso también… y lo es. A Nolan le apasiona rodar de la forma MÁS REALISTA posible; dicho... hecho. Escatima bastante el empleo de efectos especiales, demostrando su maestría tras la cámara y, además, dirigiendo actores; todo esto me trae la sospecha de que no deja nada al azar, NADA.
Toda
pieza encaja y todo diálogo “explicativo” tiene una repercusión, un “eco” en
toda la película, y si a ello le sumo el talento en pantalla, cada vez que en
una escena se cruzan presente y futuro plasmados como líneas argumentales, salgo
confundido, asombrado y pensando no solamente en la complejidad narrativa que Nolan vuelve a
mostrarme en pantalla, sino también concluyendo en que Tenet NO es para todo público. Una historia sencillamente brutal.
Al elenco,
además de protagonizar John David Washington, complementan Robert Pattinson, Elizabeth
Debicki, Aaron Taylor-Johnson, Kenneth Branagh, Clémence Póesy, Himesh Patel,
Dimple Kapadia y como siempre de cajón, Michael Caine. Un elenco que, con su
respectivo tiempo en pantalla, aporta algo a la trama, ya sea conocimiento
general, conocimiento que rodea el objetivo de El Protagonista, o... sirve para antagonizar, servir como “motivación”
o bien un gancho a éste. Como sea, Tenet es una cinta que sin
duda se presta a debate, científico, político, ficcional o más, pero termina siendo otra prueba irrefutable del talento de Christopher Nolan para construir cintas únicas que son más: experiencias de vida. Por su complejidad, por su recepción y por lo que Tenet es no me extraña la poca recepción en taquilla.
La audiencia busca empatizar emocionalmente con los personajes; aquí, de eso, NADA.
Por
lo pronto, habrá que desmenuzarla en su forma y fondo con mucha paciencia.
Espero tenerla. Porque salí confiado de entenderla (o creer hacerlo) y algo me
dice que estoy muy lejos de eso. El efecto nolanesco.
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