Una cinta madura y petulante.
Llegar al cine y ver Los Increíbles 2 es tan emocionante y nostálgico como lo fue ver Toy Story 3; hay algo de magia en estas cintas, y sin contar que la presente cinta que ahora nos ocupa la dirige Brad Bird, celebramos el triunfal regreso de los Parr a la pantalla grande y al corazón de la audiencia. Saber que Brad Bird está detrás es ya dar cuenta que se trata de un producto que trasciende a lo "familiar", una película que no se limita a lo infantil y lo cómodo. Estamos, pues, ante una película que respeta y alaba a su antecesora, pero que simultáneamente da muestras de 1) apelar a una sociedad distinta a la de hace 14 años y 2) ser una película con un alto contenido crítico, como lo fue la cinta arriba citada; esos son, por tanto, lo mejor y simultáneamente lo mejor de la película.
¿Por qué? Veamos. La cinta comienza donde la anterior terminó, con la nueva amenaza surgida de las profundidades de la ciudad; el villano que abre la película fuerza a que la familia Parr trabaje en equipo para evitar una catástrofe, sin embargo, la situación termina siendo contraproducente para ellos y son culpados por un crimen que desde luego no cometieron, el gobierno se queja y aplica leyes anti-heroísmo, obligando a los héroes de todo el mundo a esconderse, pero una misteriosa oferta que le llega a Frozono termina recibiéndola Helen, una oportunidad para remediar la situación.
La cinta de Brad Bird, retomando el asunto de los súper-héroes, aprovecha para presentar un enfoque que ha sido citado frecuentemente en todo lo referente a súperhéroes y cómics: la percepción social. La manera en que la sociedad contempla al individuo extraordinario, ya sea desde el rencor, la capacidad de cambio o bien la adaptación. Ya puesta la carta temática de la cinta; es decir, cuando Brad Bird elige el tópico que aborda en la película, le añade un cariz importantísimo y sumamente vigente en nuestros días: el papel e impacto de la mujer en la sociedad, y para matizar su comentario se apoya del personaje femenino más reluciente de la película: Helen. Ella brilla, sale a combatir al crimen, dejando a Bob a cargo de la familia y el hogar.
Desafortunadamente este no es un terreno nuevo y por ello el guion no tiene más opción que apoyarse de momentos comunes -y bastante reales, por cierto- para intensificar/reforzar su crítica social. Por estas razones, Los Increíbles 2 resulta ser una cinta es muy actual, familiar y nostálgica; en muchos sentidos se percibe orgánica, integra oportuna y evidentemente comentarios o momentos sociales sobre el machismo, la capacidad de la mujer por ser algo más. Los Increíbles 2 es absorbente, divertida, íntima y muy humana (esto sin olvidar a Edna Moda, de nuevo encantadora y cómica), pero al mismo tiempo carga lastres que hoy día son cliché y no algo refrescante como hace 14 años: la percepción del hombre común ante aquellos que hacen algo más, además de la manipulación corporativa.
Desafortunadamente este no es un terreno nuevo y por ello el guion no tiene más opción que apoyarse de momentos comunes -y bastante reales, por cierto- para intensificar/reforzar su crítica social. Por estas razones, Los Increíbles 2 resulta ser una cinta es muy actual, familiar y nostálgica; en muchos sentidos se percibe orgánica, integra oportuna y evidentemente comentarios o momentos sociales sobre el machismo, la capacidad de la mujer por ser algo más. Los Increíbles 2 es absorbente, divertida, íntima y muy humana (esto sin olvidar a Edna Moda, de nuevo encantadora y cómica), pero al mismo tiempo carga lastres que hoy día son cliché y no algo refrescante como hace 14 años: la percepción del hombre común ante aquellos que hacen algo más, además de la manipulación corporativa.
Eso sí, hay una escena particular, durante el primer acto, donde Brad Bird (gracias al personaje de Bob) le suelta un golpe completo a la política del mundo; no diré nada para no arruinar la experiencia de la película, pero es impecable y altamente valiente lo sacamos del momento: una escena simbólica llena de comentarios mordaces y duros sobre lo mal que es la ley (o propiamente la política) en general y la manera de "resolver" sus huecos. Porque la cinta, bajo la aguda visión de su director, sale al escenario para decir "¡Oigan! Fíjense en la percepción; cambia todo" y con ello establecer un análisis crítico no solamente sobre el concepto de súper-héroe sino también del ciudadano promedio. Bird eleva el listón en cuanto a calidad de trama, en esto.
Todo el tono cómico en la película recae en el pequeño Jack-Jack, quien resulta enternecedor y de quien aprendemos más sobre sus poderes, algo visto superficialmente en la primera cinta. Para esta ocasión tampoco es explorado completamente (con todo y la divertidísima escena del mapache...) y eso me dejó un mal sabor de boca; para no estancarse en Helen Bird introduce problemas reales y "empáticos" con Violeta y Dash, pero nada más, por lo que para cuando llega el tercer acto, su participación me resulta insuficiente.
Los Increíbles 2 tiene, además, el mediano pecado de no desarrollar tanto a otros personajes debido a su evidente interés en exponer ideas críticas sobre la Mujer, ejemplificada en Helen; repite temas mostrados en otras series o películas y por eso termina siendo un rico platillo que sabemos que ya probado antes.
A mí me gustó más la segunda entrega que la primera. Fue muy divertida y es evidente cómo intentan resaltar más el “poder femenino”. Pero a fin de cuentas no se trata de un sólo personaje, sino del trabajo en equipo para poder derrotar a los villanos. Jack-Jack fue lo mejor. Quizá en una tercera entrega podría tratarse de este bebé en particular.
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