Nuevamente entré por recomendación. Dejando de lado los mangas y animés enfocados en las artes marciales, he visto que normalmente las producciones orientales apuestan por historias con un tono dulce pero llenas de aventuras ricas en mensajes, análisis sobre la humanidad, o bien como un camino optimista que pone en alto valores tradicionales. En el asunto de que es un fuerte aviso al comportamiento de la población se acerca un poco a la historia de Chihiro, aunque no es que ambas películas animadas aborden precisamente el mismo tema.
Mientras que en ésta la preocupación narrativa se inclina por temas sociales muy importantes, y un ejemplo es el consumismo, en la que ahora me ocupa Nausicaá: Guerreros del viento, estamos ante un llamado sobre la importancia de la ecología en nuestro planeta. Algo cercano al drama animado de 2007 WALL-E. No se me malentienda, no las comparo, pretendo construir aquí una conexión sobre el planteamiento principal: cuidar nuestro mundo. Nausicaá narra la vida de una joven que lleva este nombre, quien tiene un sentido y talento especial para comprender a las creaturas de las que se rodea ella y el resto de una civilización futurista.
Es una época en la que ver insectos y cochinillas gigantes es algo de todos los días, sin embargo la película hace hincapie en la falta de aceptación que los seres humanos tienen por estos animales, e incluso los satanizan al punto de casi llegar a la destrucción global. Nausicaá hará todo lo posible por enmendar la discordia, solucionar la discriminación y salvar no sólo a su pueblo y las víctimas circunstanciales, sino también al planeta mismo.
Es, desde luego, una película con una animación clásica, tiene interesantes apartados musicales que son compuestos por Joe Hisaishi, los cuales intensifican el drama de una forma natural aunque a mi parecer no consiguen algo memorable, sólo cumplen con la psicología de las escenas en que se escuchan. Mencionando también la interesante caracterización de Nausicaá como una mujer guerrera en paz con su mundo, escuchando la naturaleza que la rodea y regida ella por una metafísica espiritual notable; la película, en su afán de expresar el eterno mal de la contaminación, avisa que el instinto animal siempre ha sido más sabio que nosotros, y que seguir ignorando el entorno nos llevará a la perdición.
Un poco inverosímil la comunicación sugerida al final entre Nausicaá y los Oms. Es un filme importante y por ello le doy...
Mientras que en ésta la preocupación narrativa se inclina por temas sociales muy importantes, y un ejemplo es el consumismo, en la que ahora me ocupa Nausicaá: Guerreros del viento, estamos ante un llamado sobre la importancia de la ecología en nuestro planeta. Algo cercano al drama animado de 2007 WALL-E. No se me malentienda, no las comparo, pretendo construir aquí una conexión sobre el planteamiento principal: cuidar nuestro mundo. Nausicaá narra la vida de una joven que lleva este nombre, quien tiene un sentido y talento especial para comprender a las creaturas de las que se rodea ella y el resto de una civilización futurista.
Es una época en la que ver insectos y cochinillas gigantes es algo de todos los días, sin embargo la película hace hincapie en la falta de aceptación que los seres humanos tienen por estos animales, e incluso los satanizan al punto de casi llegar a la destrucción global. Nausicaá hará todo lo posible por enmendar la discordia, solucionar la discriminación y salvar no sólo a su pueblo y las víctimas circunstanciales, sino también al planeta mismo.
Es, desde luego, una película con una animación clásica, tiene interesantes apartados musicales que son compuestos por Joe Hisaishi, los cuales intensifican el drama de una forma natural aunque a mi parecer no consiguen algo memorable, sólo cumplen con la psicología de las escenas en que se escuchan. Mencionando también la interesante caracterización de Nausicaá como una mujer guerrera en paz con su mundo, escuchando la naturaleza que la rodea y regida ella por una metafísica espiritual notable; la película, en su afán de expresar el eterno mal de la contaminación, avisa que el instinto animal siempre ha sido más sabio que nosotros, y que seguir ignorando el entorno nos llevará a la perdición.
Un poco inverosímil la comunicación sugerida al final entre Nausicaá y los Oms. Es un filme importante y por ello le doy...
Voy a empezar con la ruptura de la objetividad y declarar un vínculo emocional gestado hace mucho. Cuando tenía 10 años vi esta película en televisión educativa (canal 11), y pensé que era una maravilla. El mensaje ecológico me llegó más subversivamente y hablando quedo por lo bajo, lo que me impactó fue la complejidad. Es una película animada con una estética muy bien pulida, en especial dado la época, ritmo tranquilo y sin prisas, personajes definidos y la clara habilidad de transportarte a un universo exótico donde todo el terreno que pisas resulta extraño, desde los ojos de un escuincle mexinaco, la cosmogonía nipona en una proyección futurista, era una experiencia totalmente nueva.
ResponderBorrarDesde ese punto he sido seguidor fiel a las diversas propuestas del estudio, y he visto por lo menos dos tercios de su catálogo.
En lo personal rescato tres valores importantes de Nausicaä que la califican como una buena cinta:
1.- Estamos ante una rareza en términos de contenido de cine, no sólo en la animación: una protagonista femenina que se erige por sí misma sin necesidad de un príncipe, un salvador o un compañero masculino. Ella es lo suficientemente sólida para solventar la historia completa.
2.- Es una cinta animada que no busca un mercado sino que transmite un mensaje. Aquí no se piensa en complacer a los niños o tranquilizar a los padres, aquí se trata de contar una historia compleja y llena de matices sin importar la edad o condición particular del público.
3.- Es el proyecto con que la existencia del estudio Ghibli se hace posible.
Es interesante la mención de Wall-E pues, los cuatro pilares de Pixar, Lasseter, Stanton, Docter y Cadmull, han declarado en diversas ocasiones su admiración por el señor Miyazaki, así que no es raro ver que sus trabajos lleven ciertas remembranzas o influencias, al grado de que en Toy Story 3 aparece un peluche de 'Totoro'.
Ojalá las generaciones más jóvenes le den oportunidad a esta historia. No es 'Arma Mortal' pero igual tiene su mérito.
Y seguro sí, como toda cinta animada, siempre habrá espacio para divertir a los pequeños y generar conciencia en los grandes. Al final, es disfrutable y se puede aprender de ella.
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